✨ Capítulo Tres.

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Capítulo Tres.

Cuando Draco decidió que ya había tenido suficiente de mirar las estrellas, esperaba irse sin demoras a su habitación para tener un magnífico sueño reparador

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Cuando Draco decidió que ya había tenido suficiente de mirar las estrellas, esperaba irse sin demoras a su habitación para tener un magnífico sueño reparador. Debió darse cuenta que una noche tranquila era mucho pedir...

Ser derribado al ingresar a su sala común no estaba en sus planes, y en definitiva no hubiera esperado estar tendido en la alfombra con un peso encima. Aquello le había quitado el aire.

—¿¡Cómo es eso de que sales con Greengrass!? —Draco suspiró adolorido. Cuando Pansy volviera a hablarle esperaba que no fuera por ese tema en particular. 

—A un lado, Pansy, lo aplastas —Blaise en compañía de Theo llegaron al socorro de su rubio amigo.

La chica frunció el ceño, pero aún así no se digno a moverse.

—¿Qué quieres decir, Zabini? —preguntó resentida.

—Digo que; o hazte a un lado, o nuestro querido Draco se quedará sin aire —Draco podría dar fe de eso. Era difícil respirar con la chica depositando todo su peso sobre sus pulmones.

—¿Me estas diciendo gorda? —dijo ella con tono ofendido.

—Parkinson —llamó Theo con un tono firme. Al tener la atención de la chica junto a Blaise la obligaron a levantarse.

Draco se apresuró a levantarse. No sabía si Pansy volvería a saltar sobre él. Pero no quería repetir esa experiencia.

—¿Qué pasa con Greengrass? —preguntó ella.

—Yo no tengo ese tipo de relación con Astoria.

—¿Y cómo explicas la carta de amor que ella te envió? —colocó ambas manos sobre sus caderas.

Draco frunció el entrecejo extrañado y confundido. No había recibido ninguna carta.

Theo y Blaise intercambiaron una discusión a base de gestos. Era culpa suya. Por una desafortunada casualidad; Pansy había visto la carta en el escritorio de su dormitorio.

—Yo no recibí ninguna carta.

—Ya veo —murmuró—. Está bien. Si no quieres decirme, no lo hagas —alzó el mentón y sin dirigirles una última mirada se retiró a su dormitorio.

Los tres chicos la observaron irse echando humos. Suspiraron exhaustos cuando escucharon el portazo de la habitación de su amiga.

—¿Qué le sucede últimamente?

—Así es Pansy. Explosiva —dijo Theo.

—¿Se fijaron en como logró derribar a Draco? —preguntó Blaise muy sorprendió—. Fue brillante. Siempre dije que si ella quisiera podría ser luchadora profesional.

—Merlín no lo quiera. No quisiera ser su saco de boxeo. Creo que me rompió un hueso —se quejó Draco, muy adolorido por la caída.

—Tenemos que incentivar a que haga algo de su vida —le recordó Blaise.

El Divorcio De Los MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora