Un viaje en el tiempo | HP

XIX

Capítulo 19

Especial Blinny

McGonagall estaba frente a Albus, temblando. Caminaba de un lado a otro y no podía mantenerse serena, le era imposible.

— ¿Y por qué no hemos hecho nada, Albus? — exclamó con sus manos en la cadera.

—Todavía no es momento de intervenir, Minerva.

— ¿Que no es momento? Por Merlín. No me pidas que vea a los ojos a Ginerva cuando sabes que entiendo perfectamente el dolor que está sufriendo.

—Entiendo tu impotencia, pero la señorita Weasley todavía no le ha hecho frente a la situación. No ha buscado ayuda.

— ¿Y a qué estas esperando? ¿Que Molly y Arthur estén a punto de matarla para por fin intervenir? — Albus negó.

—Estoy esperando que ella se dé cuenta que no está sola. Que diga la verdad. Cuando se lo diga, entonces será el momento. No antes, no después.

—Ya no podré ver de la misma manera a los Weasley después de esto.

—Solo te pido fingir. Nadie sabe que lo sabemos, y es mucho mejor de ese modo.

...

2024

—No lo sé, Harry. Hemos estado buscando durante días. No están aquí. Los aurores han revisado todo el terreno de Hogwarts, y todo el mundo mágico sabe ahora que nuestros hijos están perdidos. ¡Corren más peligro!

Hermione se aferraba con fuerza al traje de su esposo, que le abrazaba. Estaba desesperada, sus niños no aparecían y tenía miedo de que algo malo les haya ocurrido.

—Hermione, creo que es mejor que avises a la Guardia Real para que cubran el terreno muggle. Así estaremos cubriendo los dos mundos.

—Los extraño. Extraño a mis hijos. — sollozó Pansy.

Estaba sentada junto a Luna y Ginny. Los chicos estaban de pie, frustrados y exasperados por no encontrar ninguna pista.

—Hermione — le llamó Cormac. — Creo que hay que volver a buscar en Hogwarts. El único lugar que los aurores no revisaron fue tu oficina. — Hermione asintió, había olvidado que nadie podía pasar a su oficina. — Te acompañaré.

—Espero que encuentren algo. — deseó Theo.

—Yo iré con Harry y Blaise al Ministerio para ver si la patrulla de aurores ha tenido suerte. — George tenía un semblante serio.

—Cariño — Draco tomó las mejillas de Hermione y la besó. —, ten calma. Estoy seguro de que los encontraremos pronto.

Sabían que no solo eran sus hijos, sino los de sus amigos también. Y si no se equivocaba, algo había ocurrido con los hijos de los Weasley. Lo que resultaba sospechoso.

Pansy, Luna, Ginny, Theo y todos los demás volvieron con sus búsquedas individuales moviendo cielo y tierra. Draco fue el único se quedó en casa, debía haber alguien por si los chicos volvían. A su parecer, era el peor trabajo de todos, pues mientras los otros intentaban hallarlos, él tenía que permanecer sentado con los nervios carcomiéndole el alma.

...

1996

Habían estado en aquella sala toda la noche, y en la mañana, cuando Ginny ya sentía que podía caminar sin tambalearse, salieron con ayuda de los demás.

Ginny se rehusaba a mirar a los ojos a cualquiera de ellos. Sabía perfectamente que si lo hacía daría entrada a cualquiera de ellos a su mente, y ella no controlaba la Oculmancia como Hermione.

—Gracias. — susurró la pelirroja al grupo de chicos. — Y perdón por causarles problemas. — aún miraba el suelo de piedra.

— ¿Por qué evitas el contacto visual?

Era su voz.

Cerró fuerte los ojos. En todo ese tiempo él no había abierto la boca para dirigirse a ella, en ningún momento. Y ahora le estaba preguntando aquello.

Con valentía, levantó la mirada solo para verlo a él. Por un simple instante. En seguida notó como irrumpió en su mente.

Blaise estaba allí dentro, y era extraño. Vio la escena con sus padres a orillas del Lago y quiso correr a ayudarla, pero simplemente estaba allí como un espectro.

No pudo hacer nada.

Y por alguna razón aquello le resultó familiar.

Vio cosas insignificantes, pequeños fragmentos de recuerdos... Hasta que la vio allí, en aquel gran sauce llorón. Lloraba mientras veía una de las ramas.

Se encontraba sola. Parecía querer morir. No quería pensar aquello, así que salió de su mente y notó que Ginny estaba como si nada.

Le seguía mirando.

Sus ojos intentaban decirle algo, pero él no comprendía el qué. Parecían gritar auxilio.

La vio alejarse y decidió internamente buscar aquel sauce. Quería comprender que era lo que hacía llorar a unos ojos tan hermosos.