Un viaje en el tiempo | HP

XXIV

Capítulo 24

Hermione ardía en fiebre, estaba sudando frío, así que rápidamente se dirigieron a la enfermería. Jhon aún la tenía en brazos cuando comenzó a moverse bruscamente, convulsionando. Al dejarla en la camilla de sábanas blancas, y ver que las convulsiones no paraban, comenzaron a suministrarle pociones sanadoras, tranquilizantes, pero nada parecía mejorar su estado.

De la nada cesó. Padecía inmóvil.

Jean enseguida se encargó de conjurar un patronus para que su hermano viniera en ayuda, ya que él, que estuvo todo este tiempo en el mundo mágico, podía saber algo más sobre la profecía y todo lo que conllevaba.

Al verla allí, apenas respirando, parecía que estaría así para siempre, pero eso no podía ser. A toda costa tenían que despertarla.

—Hermione, cariño, por favor despierta. Tómate el tiempo que necesites pero despierta.

...

2024

— ¿Están todos ya aquí?

Habían llegado en cuestión de minutos, desesperados. Ninguno había obtenido nada y estaban ansiosos de saber qué era lo que descubrieron Hermione y Cormac.

—Ustedes saben, que como Ministra de Magia, soy la única en poder del último giratiempos en existencia. Y lo tenía aquí resguardado...

— ¿Cómo que "tenía"? — cuestionó Luna rápidamente.

—Lo mantenía dentro de una trampilla que hay en este reloj, pero cuando lo revisé ya no estaba. Cometí el gran error de no conjurarlo con un hechizo de protección, pero confié en que nada pasaría aquí en Hogwarts... Además, toda la arena que hay en el suelo, son señales de que...

—¿Quieres decir...?

—¿... que nuestros hijos viajaron en el tiempo?

—Hermione tiene la teoría de que los chicos estaban por aquí y se cruzaron a los Weasley, que han desaparecido también...

—Es cierto, vi a Ronald en el Ministerio. — dijo George cruzado de brazos.

—Puede que tal vez hayan comenzado una pelea que ocasionó que el giratiempos al caer haya producido un estallido llevándolos a otro tiempo. — terminó Cormac.

—No quiero acusar a nadie, pero creo que los chicos entraron a mi oficina como una rebeldía y de casualidad encontraron el giratiempos, la cerradura está forjada. — Señaló­— Es decir, casi nadie sabía de él. Sólo estoy segura de que sí viajaron y encontrarlos será difícil. No podemos arriesgarn...

Hermione cayó.

—Hermione, ¡HERMIONE!

...

1996

—Adam ya está aquí. — Regulus lo observaba. — Vaya que cambiaste.

—Me veo mejor, lo sé. — bromeó en un abrazo.

Entonces guio su atención en su sobrina y hermana.

—No son las mejores circunstancias, Jean, pero me alegra verlos nuevamente hermanita. — le sonrió con calidez, envolviéndola con sus brazos.

—¿Sabes algo que pueda ayudarnos con Hermione?

—Durante todos estos años, temo decir que la información que obtuve es escasa. Pero creo recordar haber leído sobre una situación similar sobre una bruja alemana. ¿Qué ocurrió exactamente antes de que se desmayara?

—Estaba peleando, discutiendo mejor dicho, con un chico. Según tengo entendido eran amigos. La discusión comenzó a subir de todo, él la atacó y ella..., ella reaccionó de una forma extraña.

—Fue como un estallido de magia muy potente.

—Un estallido de luz. — corrigió Adam.

—¿Estallido de luz?

El hombre se levantó de su sitio, intentando recordar.

—Nosotros no podemos hacer nada para despertarla. Está en un viaje, uno muy importante. Su hija — señaló a su hermana y cuñado. — , mi sobrina, ésta pequeña de aquí— miró en su dirección— , tiene una misión de la que no puede escapar. Nosotros no podemos hacer nada.

—Pero debe haber algo, no podemos quedarnos de brazos cruzados. ¿De qué viaje hablas?

—Un viaje en la dimensión astral. En este momento, Hermione se está reuniendo con los Fundadores, para que le revelen su misión.

...

—Estoy preocupado por mamá.

—Sabías que esto pasaría, el señor Weasley solo hizo adelantar lo inevitable.

—¡Pero esto debía ocurrir más adelante, cuando ella estuviera más preparada! No ahora, que podría morir.

—Abraxas, mamá es fuerte, pero es cierto que eso no quita que cuando despierte tendrá una misión de la que no podrá huir. ¡Por amor a Merlín, es una misión suicida! Tiene solo 16 años, debe aprender muchas cosas aún, entrenarse. Y sí, está mal que esté ocurriendo antes de tiempo, pero no podemos hacer nada.

—Ya no podemos evitarlo, solo esperemos a que despierte y podremos ayudarla con lo que sabemos. Falta un año para que se desate la guerra, le da tiempo de ventaja.

—No puedo evitar preocuparme.

—Lo sé, todos lo estamos. Si ella muere, es mejor ir olvidándonos hasta de nacer.

—Mataré a Weasley por esto.