Reclinó su cuerpo, sintiendo en la espalda la dureza del plástico que componía el asiento donde se encontraba. Estaba demasiado preocupado, Marinette no estaba bien y él sabía perfectamente los motivos. Con esas cosas que le sucedían últimamente, terminaba por convencerse de que efectivamente su reciente amiga podía ser declarada como con SIDA.
Al igual que Zoé, rápidamente se había encariñado con la ojizarca, y no en un sentido de atracción física, sino como amiga.De pronto levantó la vista para ver quién se acercaba con una sonrisa, sin reflejar felicidad, más bien por cortesía. Vio cómo le tendía la mano para apretarla en un signo de apoyo, gesto que aceptó de inmediato.
-Va a estar bien, te aseguro que tu novia estará bien -Luka quiso reír por aquella palabra, pero creyó que podía ser una falta de respeto para la delicada situación que se estaba viviendo-. Ya la han estabilizado, la fiebre va a bajar muy pronto, tenía casi 41° y eso llega a ser fatal -Adrien quería preguntarle qué demonios tenía la azabache, pero no quería entrometerse en asuntos que tal vez ni siquiera debían importarle.
Antes de decir algo más, se le ocurrió mirar hacia el frente para sonreír agradado por la visión femenina. Lila tenía los brazos cruzados desde hace tres minutos aproximadamente, no se había atrevido a acercarse a Adrien y a ese muchacho de rostro afligido. Agreste creía desde ya que las italianas tenían un encanto especial y una personalidad sensacional.
No se conocían del todo, pero Lila Rossi demostraba tener buenos valores, atinó a traerle el almuerzo y a aconsejarle que se quedara para cuidar a la amiga de Zoé, por las dudas.Sin pedirle permiso, se le acercó para saludarla, pero no como ella se lo esperaba. Sostuvo su rostro y le dio un pequeño beso, mientras ésta lo recibía gustosa. Le encantaba aquel doctor por muchas razones.
-Wow... Ciao bello, ¿come stai amore? -Adrien frunció el ceño divertido por no entender su italiano, ella rió coqueta-. ¿Cómo estás?
-Preocupado -a pesar del ruido ambiental, su estómago sonó estruendosamente provocando que se sonrojara-. Lo siento.
-¿Tienes hambre, cierto? Pasemos a comer -con un gesto le hizo una pregunta. Al recibir respuesta, se acercó al joven-. Buenas tardes, soy Lila Rossi, amiga de Adrien, traje comida para los tres y no puedes negarte -le tendió la mano cortésmente mientras Luka la sostenía con agrado.
-No he querido que te tomes molestias por mí, de verdad -Lila miró al ojiverde y después al muchacho.
-Pues creo que ambos deben comer, ambos pusieron de su parte en esto.
Con una sonrisa encantadora Adrien la miraba. Apoyó su mano en el hombro de la italiana para dirigirse los tres hacia un comedor de la clínica donde sólo los doctores y otros funcionarios comían.
Lila sacó unos recipientes plásticos que emanaban un aroma delicioso realmente, en ese minuto Luka comprobó que sí, tenía mucha hambre.
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Bitter Sweet Symphony || Adrinette AU
FanfictionCuando tenía quince años, creía fielmente en el amor. Creía en la fidelidad de un hombre. Le atribuía todo lo bueno que un príncipe azul pudiese poseer, sin saber que ese hombre de príncipe no tenía nada. Él le prometió el cielo y la tierra, la luna...