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Jungwon y Jongseong hacían sus deberes en la pequeña mesa de la sala.

Como esta era baja, estaban sentados en la alfombra. La televisión estaba encendida, con un programa musical.

-Jay, ¿Qué ocurre?

-Tengo sueño. Anoche no pude dormir, quiero morir un rato.

-No, no ¿Qué haría yo sin ti?

Aquello hizo que el estómago de Jongseong se sintiera extraño y doliera agradablemente, de alguna manera. No sabía como explicarlo.

Jongseong puso su lápiz en el cuaderno de Jungwon y dibujó un Solcito en la esquina.

-Ese eres tú.

-¿Es un Sol? Parece una flor.

Jungwon rió y Jongseong frunció el ceño.

Jungwon dibujó un gatito en el cuaderno del mayor.

-Pues, tu eres un gatito.

-¿Por qué?

-Porque no eres amable con todos, tu eliges a las personas con las que eres como siempre. A parte, te gusta dormir mucho.

-Buen punto, Yang Jungwon.

-Pues gracias, Park Jongseong-Hyung.

Jongseong recordó que el cumpleaños número 16 de Jungwon estaba cerca.

Pero no quería mencionar nada al respecto. Le había pedido permiso a su madre para poder llevarlo a algún lugar especial ese mismo día o quizá la semana entera. Para que estuviera lejos de todo por un momento.

-¿En qué piensas, Hyung?

-¿Eh?- El mayor salió de sus pensamientos y miró al menor, que repentinamente se había acercado más a él. -Nada, Jungwonie.

-Hyung.

-¿Mmh?

-¿A ti alguna vez te ha gustado alguien?

-¿Por qué lo preguntas?

-Solo quiero saberlo.- Jungwon se concentró otra vez en su tarea. Jongseong tuvo el impulso de reír por la actitud del menor.

-Jungwonie.

-¿Quép?.

Jongseong le tocó el hombro y al instante en que el castaño levantó la cabeza en dirección a su amigo, este se acercó lento a él y dejó un casto beso en sus labios en cuanto vio la aprobación en los ojos de Jungwon.

-La única persona que me ha gustado has sido tú.

Jungwon tapó su rostro y sintió lágrimas en sus ojitos. Pero no eran de ansiedad o nerviosismo como antes, con Jongseong las cosas eran diferentes ahora. Tenía tanta vergüenza que podría morir por ello. Jongseong hacía que el menor pudiera olvidar su problema, le hacía sentir como alguien normal.

𝙋𝘼𝙎𝙄𝙏𝙊𝙎 𝘿𝙀 𝙋𝙄𝙉𝙂Ü𝙄𝙉𝙊 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora