32

1K 144 0
                                    

Había pasado poco desde el cumpleaños de Jongseong.

A penas unos cuantos días.

Y la última nevada de invierno se hacía presente para dar paso a la primavera de los siguientes meses.

Jungwon nunca había salido a la nieve antes, porque no tenía con quien hacerlo.

Siempre había visto a los demás niños de su vecindario jugando desde su ventana.

Porque él no podía salir a jugar con ellos.

Pero ahora, Jongseong había insistido desde temprano, antes de que amaneciera, para que Jungwon se abrigara y saliera con él a ver como caía la nieve afuera.

Los copos caían lentos sobre la ropa de Jungwon, mojándola levemente. También caían copos sobre su rostro, especialmente en su nariz, haciendo que el menor estornudara.

Jongseong notó que Jungwon estaba feliz, porque aquella linda sonrisa nunca abandonó su rostro.

Jungwon abrió la boquita mirando al cielo, esperando que uno de los copos cayera allí.

Pero su lengua se congeló al suave contacto con algunos.

Jongseong río.

El menor se acercó a Jongseong, consciente de que tenía los labios helados, y le dio un beso en la mejilla.

Su pequeña venganza resultó, porque el mayor se encogió de frío por el besito de Jungwon.

Ambos entraron otra vez a casa, tendrían un resfrío asegurado ¿Pero qué importaba?

Les gustaría recordar que la primera nevada de Jungwon la habían vivido juntos.

𝙋𝘼𝙎𝙄𝙏𝙊𝙎 𝘿𝙀 𝙋𝙄𝙉𝙂Ü𝙄𝙉𝙊 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora