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Silencio.

La sala estaba en un silencio sepulcral que aumentaba los nervios de los presentes a niveles descabellados.

Vicktor apuntaba con su arma hacia Franco, Mónica y Ariel intercalando cada par de segundos entre los tres, Franco por otro lado escondía a la mujer detrás de su espalda protegiéndola de Ariel quien también les apuntaba con un arma.

- ¿Que mierda está pasando Ariel? ¡Nos tendiste una trampa! - Hablo Franco llevando su mano hacia Mónica para asegurarse de que seguía detrás de él.

Vicktor chasqueó la lengua cuando el arma de Mónica le apuntó directamente a él mientras que la de Franco apuntaba hacia Ariel.

La situación había cambiado desde que se escucharon los disparos fuera de la habitación, todos los presentes se habían levantado de sus asientos para sacar sus armas y apuntarse los unos a los otros.

- ¿Por qué les tendería una trampa en mi hogar? ¡Estas demente! ¿Cómo demonios sé que no fue alguno de ustedes? - Franco le quitó el seguro a su arma amenazando con dispararse a Ariel más Vicktor ya tenía su cañón apuntando hacia la cabeza de Franco.

- ¿Crees que somos imbéciles? - Hablo Mónica llamando la atención de los varones - Es tú territorio, tu gente es mucha comparada a nuestra seguridad, no saldríamos vivos si intentamos atacarte.

- ¿Por qué me querría deshacer de ustedes? Eh-

- ¿Porque no? Somos presa fácil, estamos en tu territorio, no hay salida de este maldigo lugar - Le interrumpió Vicktor siendo el quien esta vez quito el seguro de su arma encañonando a Ariel.

La sala se sumió nuevamente en un silencio que les permito apreciar los apresurados pasos de los guardias de Ariel quienes irrumpieron en la sala.

- Es la INTERPOL - Hablo el guardia para que todos bajaran sus armas y así lo hicieron - Señor, tenemos que irnos ya.

Ariel maldijo en voz alta y no espero ni un mas segundo para echarse correr fuera de la sala siendo seguido por sus escoltas dejando a los demás atrás.

- Como todo un cobarde - Hablo Franco alejándose de Mónica para ver por la ventana todo el caos que se había armado a fuera.

- ¿Quién fue el hijo de puta que habrá iniciado el tiroteó? - Vicktor expresó chasqueando la lengua - Si tan solo hubiera esperado un poco más abríamos asesinado a Ariel sin problemas.

- Sea quien sea alertó a toda la seguridad de aquí adentro, además, no podemos seguir esperando, no tarda en amanecer así que tenemos que irnos - Mónica hablo mientras buscaba debajo de su vestido una segunda arma corta.

- ¿Quién mierda te puso a cargo? - Masculló Vicktor entre dientes causando que la mujer se pusiera a la defensiva.

- Silencio Vicktor, lo que Mónica a dicho es verdad, tenemos que irnos - Interrumpió Franco el posible desencadenamiento de una pelea verbal entre dos cabecillas de la mafia de la baraja.

Vicktor apretó los labios observando como Franco le daba la espalda para comenzar a caminar hacia la salida de la sala siendo seguido por Mónica.

El líder de los Novikov suspiró empuñando con fuerza la cacha de su arma esperando que ese pequeño acto bajara su enojo y comenzara a pensar más fríamente pues, para lo que iba a hacer a continuación necesitaba concentrarse en una sola cosa y esa era rescatar a Jeremy.

Vicktor salió de la sala encontrándose en un pasillo vacío, respiró hondo recibiendo en sus pulmones el intenso olor a plomo que en el ambiente rondaba, avanzó lento escuchando el sonido de los disparos, se paró frente a una ventana para ver hacia las arboledas en donde el pronto amanecer le permitía visualizar a la perfección a Shun, quien se acomodaba con un cohete sobre su hombro derecho y ajustaba la trayectoria para que esta no fallara a su blanco.

Libro 2. Sexo, Sudor & Lagrimas (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora