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Vicktor

Inevitablemente sonreí al reconocer la masculina vos que me hablaba con sensualidad en el oído. La sexi chica había detenido sus movimientos casi del todo, un tanto incomoda seguramente por la persona que bailaba a mi espalda, alce mi mano para acariciar la mejilla de la mujer con lentitud.

-  No sabía que habías cambiado de gustos – Mi sonrisa se ensancho al escuchar las palabras de Franco – Me siento excluido príncipe.

-  ¿Lo tienes? – Pregunte de forma discreta ladeando la cabeza para mirarle más este escondió su cabeza en el hueco de mi cuello y asintió – Buen chico.

Las manos de Franco se metieron bajo de mi camisa para acariciar mi abdomen con lentitud, sin poder evitarlo negué alejándome de él para poner a la chica justo en medio de ambos para así mantener sus manos lejos de mí.

-  Franco... - Le llame en advertencia alzando un poco la voz para que fuese escuchado.

-  En público no – Mascullo entre dientes acercándose a mi acompañante – No te molesta ¿Verdad...?

-   Alex – Contesto sonriente.

-  Lindo nombre Alex – Hablo Franco al oído de la chica.

Poco a poco me fui alejando de la pista para regresar a la barra donde Robert bebía tranquilamente, pedí un tequila doble bebiéndomelo de un trago.

- ¿Te diviertes? - Preguntó sin mirarme para después beber de su cerveza.

- Como no tienes idea - Conteste sonriendo - No me busques, estaré por ahí.

Le di la espalda y fui en busca de Franco, este bailaba divertido con Alex, arrugue los labios ante mi inconformidad.

-  Lo siento reina, pero te lo robare - Sin esperar respuesta hale a Franco del brazo entre la multitud de gente que bailaba.

Busque durante unos segundos los aseos y me encamine hacia allí, una vez a dentro verifique que estuviésemos solos y cerré la puerta con pestillo.

-  Admito que yo también me muero por tocarte pero... ¿En un baño? - Mire mal a Franco por su estúpida broma - Me estaba divirtiendo con Alexandra.

-  Pues eso a mí me da igual, después de todo soy yo quien puede decir con estarás o no - Franco alzo una ceja ante mis palabras y después sonrió travieso como si lo que yo hubiera dicho fuera lo más hermoso que haya escuchado en su vida, luego me di cuenta de la confusión que habían creado mis palabras - Yo... Quiero decir que...

-  ¿Estas celoso, Vicktor? - Franco se aproximó a mí acorralándome entre el lavamanos y su cuerpo - Príncipe... No sabes lo feliz que...

- Annel, ¿Cómo está Annel? - Pregunte en un intento de cambiar el tema, el suspiro y rodó los ojos más no se alejó.

-  Esta bien - Contesto acercando su boca a mi cuello. Me removí incomodo - Te extrañe.

-  Franco yo... - Puse mis manos sobre su pecho alejándolo de mí, a regañadientes alejo su cara de mi cuello - Sabes que lo nuestro no llegará más allá de esto.

-  ¿Y por qué no? - Torcí la boca disgustado, no quería tener esta conversación con él - Te estoy hablando, mírame.

-  ¿Para qué? Nosotros no tenemos nada de qué hablar - Le di la espalda tratando de evitar el contacto visual, la sola presencia de Franco me ponía nervioso - Solo dame los planos y vete, Annel te necesita.

-  Annel puede cuidarse sola - Contesto con molestia evidente, el hablar de ella cuando estaba conmigo le molestaba.

-  Sabes que no es verdad, Annel no podría defenderse en su estado, por eso estás con ella - Le recordé apoyando mis manos sobre el lavabo - Ve, te espera un largo viaje.

Libro 2. Sexo, Sudor & Lagrimas (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora