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Omnisciente

- Eres un imbécil - Habló Vicktor con la voz cargada de enojo - ¿Cómo pudiste dejar que te atraparan?

- Párale ya, ni que fueras mi madre para regañarme, además, ¿Sabes por donde puedes meterte tus regaños no? - Respondió Alan mirando con indiferencia al mafioso - Y por si todavía no te enteras estoy aquí por qué quise.

- De seguro, el labio roto y tú ojo morado avala ese hecho.

- No es mi culpa que tu hijo sea un animal - Respondió ofendido. Vicktor se rio entre dientes dedicándole una rápida mirada a Shun quien reposaba los pies sobre la mesa he ignoraba la conversación.

Vicktor se acomodó mejor sobre la silla antes de poner su mano sobre la mesa y comenzar a balancear la silla giratoria donde se encontraba retozando de lado a lado, de izquierda a derecha.

- Como sea, explícame por qué no lo mataste Ares - El mencionado entrecerró los ojos mirando mal a su ex amante - ¿Qué?

- Lo necesitamos con vida, no era seguro que tú estuvieras con vida así que necesitamos a alguien que tuviera las mismas conexiones que tú, y ese tipo, las tiene - Explico golpeando sus dedos contra la madera de la mesa sin dejar de ver mal el gesto infantil de su ex amante - Además, para que me preguntas porque no lo mate, si cuando llegaste estabas llorando por tu amorcito.

- Mi amorcito me pertenece, así que, si alguien va a matarlo soy yo, pero estaba curioso de la razón por la cual no lo habías matado si también se enroló con tu maridito - Ares suspiro dejando de golpear sus dedos contra la mesa para mirar tentadoramente el vaso de whiskey que reposaba frente a él, si tan solo lo tomara y se lo lanzara a la frente de Vicktor para que se detuviera sería tan feliz.

- Solo cállate, dejemos nuestras vidas amorosas fuera de esta discusión - El mayor de los presentes tomó la carpeta que estaba frente a él para hacerlo un rollito.

- Me aburro rápido querido y los demás aún no llegan así que... No tengo en qué distraerme - Contesto Vicktor alargando su mano para picarle el hombro a Ares con el rollito que había formado.

Si bien ambos aún seguían heridos podían mantenerse en pie gracias a la cantidad de morfina que tenían en su sistema.

- ¿Cuándo dejarás de ser tan infantil?

- ¿Cuándo dejarás de ser un amargado?

La sala se llenó de una tonta y reñida discusión.

Franco miraba cansado a Vicktor golpear con el rollito de papel las mejillas de Ares mientras este movía los pies bajo la mesa con claras intenciones de pisarle los pies a su ex amante.

Por otro lado, Shun miraba divertido la discusión infantil de ambos adultos mientras fumaba un porro, porque si, había desarrollado una cierta afición a fumar mariguana de vez en cuando, nada grabé, solo lo para darle a su mente un viajecito de descanso.

- ¿Eso es un porro? - Pregunto Vicktor hacia su hijo deteniendo su pelea momentáneamente cuando el aroma característico de la mariguana llegó a sus fosas nasales.

- ¿Quieres? - El mayor negó haciendo una cara de asco.

- No fumes esa mierda frente a mí, ¿Puedes? - Ares se rio de Vicktor picando su vena sensible.

Los ex amantes se dirigieron una mirada silenciosa y nada discreta, ambos tenían varias anécdotas en su juventud en las cuales implicaba un poco de mariguana, y debido a ello, Vicktor odiaba todo lo que tú viera que ver con dicha planta.

Shun asintió sacándose el porro de los labios para moler la punta contra la mesa consiguiendo que se apagara, espero un par de segundos antes de expulsar con lentitud el humo contenido en sus pulmones.

Libro 2. Sexo, Sudor & Lagrimas (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora