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Vicktor

Había estado tocando la puerta de la maldita habitación de Franco como idiota durante más de media hora. Cansado de llamar a la puerta opte por entrar con la llave de repuesto que casualmente me había prestado una de las muchachas del aseo.

Con toda libertad del mundo me di un pequeño tour por la sala, Franco no se encontraba allí. Suspire cansado, tenía mejores cosas que hacer que estar aquí.

Me encamine a la habitación, no tenía seguro así que entre fácilmente, la habitación estaba limpia y no había nada tirado, algo raro en Franco.

El sonido del agua corriendo en el baño llamo mi atención, me acerque con cautela hasta entrar, me sonroje al verlo.

- Tardaste mucho - Hablo sin darse la vuelta.

- Uno poco - Murmure fijando mi vista en su espalda, cada vez tenía más tatuajes - Te esperare afuera.

Salí del baño para recostarme en la cama esperando que Franco saliera del baño. Al cabo de cinco minutos el salió con una pequeña toalla atada a la cintura

Evite mirarlo, no es como si no lo haya visto anteriores veces pero ninguna de esas veces pude evitar sonrojarme al ver su cuerpo.

- ¿Ahora no miras? - Pregunto mientras le escuchaba caminar por la habitación.

- Vístete, ¿Quieres? - La cama se unido a mi lado me puse alerta he intenté levantarme - Suéltame.

- Vamos a jugar Vicktor - Desvíe la cara cuando la suya estaba muy cerca de la mía.

- Franco déjame ir - Pedí removiéndome debajo de su cuerpo, ni cuenta me había dado de que estaba a horcajadas sobre mis muslos - Dijiste que ya no querías nada conmigo así que suéltame.

- Nada sentimental cariño - Sus manos soltaron mis muñecas para apoyar las suyas a cada lado de mi cabeza - Nunca dije que no quería tener sexo contigo.

Le mire mal y él se rio sobre mi boca. Suspire, no le daría lo que quería pero necesitaba hacerle creer que sí.

- ¿Y los planos? - Pregunté cambiando de tema.

- Te los daré después - Contestó bajando su cara a mi cuello.

- Franco... - Le llame en advertencia - Los quiero ahora.

Él negó contra mi cuello y de un momento a otro sentí su peso completo sobre mí. Coloque mis manos sobre sus hombros para quitarlo.

- Me estás aplastando Franco, quítate.

- Que aburrido te has vuelto - Murmuro antes de levantarse y quitarse de encima - Perdí el interés en ti, lo que viniste a buscar está en el porta planos que está al lado del buró, tómalo y vete.

Le vi levantarse de mi lado y de igual forma le imite, me acerque al buró tomando el porta planos que allí descansaba, más algo más interesante llamo mi atención. Habían un pasaporte sobre el buró, mire hacia Franco, él se había encerrado en su mundo.

- ¿Alan Blackenford? - Murmuré para mí mismo, entrecerré los ojos para que unos segundos después dejara el pasaporte donde mismo - ¿Porque más estás aquí?

- ¿Tengo que responder? - Preguntó caminando de regreso al baño, por suerte ya se había vestido formalmente.

- Si.

- Negocios, Vicktor.

- Para los negocios que estás acostumbrado a hacer... ¿Necesitas estar legal en este país, Alan? - Franco salió del baño y me miró, no se veía sorprendido, camino había a mí con pasos lentos pero decididos, yo por otro lado no me moví ni un ápice.

Libro 2. Sexo, Sudor & Lagrimas (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora