J-jungkook?– susurro Jimin, el golpe que le dió Mingoo hace un rato debió de haberle afectado, incluso hasta estaba alucinando con el pelinegro.
Jimin– susurro con las mejillas teñidas de un leve carmín, el mayor se veía aún más atractivo con el pelo azabache.
¿Qué haces aquí?– preguntó, ingreso al departamento y cerró la puerta detrás de el.
Vine a hablar contigo– murmuró apenado.
Cla-claro, pasa– lo guío hasta su habitación bajo la atenta mirada de sus cinco amigos.
Lamento venir de imprevisto– miro al azabache y le sonrió apenado.
No te preocupes– rasco su nuca nervioso.
Yo quería hablar contigo– se sentó en la cama y lo miro.
¿Sobre qué quieres hablar Kook?– se sentó en el sillón que tenía frente a la cama y miro al pelinegro.
Kook– susurro y sonrió triste, hace muchos años no oía ese apodo– Es sobre tu boda– levantó la cabeza y miro a Jimin.
¿Mi boda?– preguntó serio y miro al pelinegro.
Si, tu boda– asintió– ¿Por qué te vas a casar?– preguntó.
¿Por qué?– preguntó y enarco una ceja– No hay un porque, nos amamos, así que nos vamos a casar.
Eso le dolió al menor, soltó un suspiro y miro de nuevo al mayor.
Dime la verdadera razón– el azabache se estremeció ante tal seriedad de parte de su menor.
La amo Jungkook, no hay otra razón– suspiro frustrado, solo quería llegar a casa y descansar después de un ajetreado día, no esperaba encontrarse con el menor ahí.
¿Me amas a mi?– preguntó, está sería lo que llaman "la última oportunidad".
El mayor solo suspiro, claro que lo amaba, lo amaba demasiado, por eso estaba haciendo esto.
No Jungkook– nego con la cabeza y se frotó las cien frustrado– Ya no te amo.
El pelinegro solo le sonreía, le sonreía tan hermosamente, que se le acumularon las lágrimas en los ojos.
Entonces ¿Por qué lloras Jimin?– se acercó al mayor y le tomo de las mejillas, miro aquellos ojos canela y le dió un beso en la nariz.
Por favor, regresa a Suecia– susurró, no quería al menor aquí, si se quedaba todo su plan iba a desmoronarse.
¿Quieres que me vaya?– preguntó y el otro solo asintio cabizbajo– No lo haré– le sonrió tiernamente y beso sus mejillas.
Por favor– susurro apenas audible, debía tener lejos al pelinegro, no era sano para el, para ambos.
Me quedaré contigo– lo miro a los ojos por unos segundos y finalmente beso aquellos pomposos labios que tanto anhelaba.
Ambos suspiraron en medio del beso, se habían extrañado tanto, el beso era lento, para nada con otras intenciones, simplemente tratando de transmitir el amor que sentían por el otro, el menor lamió el labio inferior de Jimin pidiéndole paso para profundizarlo aún más, el mayor abrió su boca levemente permitiendo así que ambas lenguas se encontrarán.
Ambas lenguas comenzaron a moverse en sintonía, jugando y danzando entre ellas, se separaron cuando el oxígeno fue necesario.
Ambos se miraron a los ojos, el mayor fue el primero en romper el contacto visual, estaba mal, todo estaba mal.
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Tell me your name
PoetryEl, un escritor de poesía buscando inspiración. El, un chico que vive en un pequeño pueblo de Hotlovish.