¿Te quedarás en Corea?– preguntó el azabache, se levantó y camino hacia la cama, sentandose en ella.
Solo por unos meses– le sonrió– ¿Por qué?– preguntó– ¿Me correrás?
Técnicamente eso lo hice hace un rato– contesto.
Eres malo Jimin– puchereo e inflo sus mofletes.
¿En dónde te quedarás?– preguntó.
No lo sé, talvez en algún hotel– se encogió de hombros.
Ya veo– estaba dudando, quería pedirle quedarse ahí, pero estaban los otros cinco chicos viviendo con el.
¿No me dirás qué me quedé aquí?– preguntó divertido, el mayor actuaba muy tímido, lo contrario a como actuaba en Suecia.
No quiero incomodarte– lo miro.
Yo tampoco quiero incomodarlos– le sonrió.
¿Por qué estás aquí Jungkook?– lo miro– Dijiste que estabas aquí para hablar lo de mi boda, pero planeas quedarte más tiempo ¿Qué es lo que quieres?
Quiero que te des cuenta que estás haciendo lo incorrecto– le sonrió.
No me arrepentiré– nego con la cabeza decidido, no se echaría para atrás.
Ya verás que si– sonrió feliz, le gustaban los retos– el tiempo que pase aquí, estaré contigo, si decides casarte después, creo que ya no hay nada que pueda hacer– se encogió de hombros.
Tengo muchas cosas que hacer, los arreglos, trajes, anillos, mesas, no tengo tiempo para ti– lo miro, en realidad su prometida se encargaba de eso, pero el no quería al pelinegro con el, porque sabía que ya no lo soltaría.
Está bien– se encogió de hombros restándole importancia, no necesitaba mucho del tiempo del otro– Esperaré.
Cómo quieras– bufó, sabía cuan decidido y terco era el menor.
Ambos voltearon a la puerta cuando está fue abierta abruptamente, dejando ver a cinco chicos curiosos en lo que estaban haciendo.
Vengan a cenar– dijo el mayor sonriendo ampliamente.
Creo que yo ya me debería de ir– respondió el menor viendo su reloj, todavía debía buscar un hotel en el que hospedarse.
Dije– contesto más fuerte– Vengan a cenar– lo miro, el pelinegro tembló un poco y asintio muchas veces.
Ya vamos Jin– contesto malhumorado Jimin, el mayor jamás recibía un no por respuesta.
Está bien– sonrió dulcemente y dejo la puerta abierta, marchandose así, con todos siguiéndole por detrás.
Vamos– miro a Jungkook y este asintio apenado.
Ambos caminaron a lo que parecía ser la cocina y tomaron asiento en la silla.
¿Te quedarás aquí?– preguntó el pelirojo sonriéndole.
No, iré a un hotel– le sonrió, el otro chillo, le gustaba mucho la sonrisa del menor.
Puedes quedarte aquí– hablo el moreno– Claro, si tú quieres.
No podría– nego apenado, en un principio pensaba quedarse con el "rubio", pero ahora que veía que no vivía solo y que su prometida podría llegar, sus planes cambiaron.
Está bien– asintio sonriendo el castaño– Quédate aquí el tiempo que gustes– le sonrió.
Gracias– sonrió.
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Tell me your name
PuisiEl, un escritor de poesía buscando inspiración. El, un chico que vive en un pequeño pueblo de Hotlovish.