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No quiero ir vestido así– murmuró avergonzado.

¿Por qué no?– preguntó el mayor sorprendido, el pelinegro se veía genial.

Me da vergüenza– murmuró.

No debería– hablo está vez el castaño– Tus clavículas quedan a la vista, haciéndolas más apetitosas.

Tú culo se remarca más, haciendo que quieran apretujarlo– le sonrió el pelirojo.

Y tus muslos se ven más marcados, haciendo que quieran follarte– sonrió divertido el pelirosa.

El pelinegro se sonrojo efusivamente, ahora menos se quería vestir así.

Vamos– le sonrió el pelirosa– Te ves espectacular Jungkookie, si quieres puedes llevar esto y en el centro comercial buscas más ropa– le tomo las manos.

Está bien, solo por hoy– asintio no tan decidido.

Entonces esperemos a que lleguen los demás– sonrió el castaño.

Debemos bañarnos primero– el pelirojo lo miro mal, el castaño era un cochino en cuanto al ámbito sanitario.

Está bien– puchereo, pensó que se podía salir con la suya.

Apúrate– metió al castaño a empujones al baño y entro el, antes de cerrar la puerta miro al pelirosa– Báñate también, nos vemos en la sala– le sonrió y cerró la puerta.

Pff– bufó– No tenía porque decirlo– rio y salió hacia su cuarto.

El pelinegro se miro al espejo una última vez y salió, tomo asiento en el sofá, para esperar a que los chicos terminarán.

Pasaron alrededor de treinta minutos cuando por fin salieron los tres chicos.

El pelinegro abrió su boca soprendido, se veian realmente bien, el castaño traía una camisa de seda azul dejando los primeros tres botones abiertos, unos pantalones de cuero negros y unos zapatos negros, el pelirojo traía una camisa azul con unos jeans de mezclilla ajustados y el pelirosa traía una camisa blanca, una chaqueta negra y unos jeans de mezclilla.

Todos lucian cosas  realmente simples pero en ellos se veían grandiosas.

Se ven bastante bien– sonrió dulcemente a los chicos.

Muchas gracias Kookie– menciono el castaño, el pelinegro se ruborizó ante ese apodo, al parecer a todos les gustaban los apodos.

Todos nos vemos bien– sonrió el pelirosa.

Muchas veces se escucharon fuera del departamento y todos miraron en esa dirección, al parecer los demás ya habían terminado de hacer las compras.

El azabache fue el primero en abrir la puerta y miro asombrado al pelinegro, los otros dos entraron después de el y miraron también a sus parejas.

A dónde van?– preguntó el pelimenta y trago grueso al ver a sus novios.

Vamos al centro comercial– sonrió el pelirojo.

Al centro comercial?– preguntó el peliazul mirando al mayor, este le sonrió coqueto y se sonrojo levemente.

Si– asintió feliz.

Kook, ¿Qué haces vestido así?– preguntó está vez el azabache.

No te gusta– puchereo, quería gustarle al azabache y le entristecía el pensar que a él no le gustaba como estaba vestido.

No, es decir, te ves realmente bien– asintio.

Gracias– murmuró avergonzado.

Bueno, ya nos vamos– el pelirosa tomo la mano del menor y se le quedó mirando a los tres chicos que se oponían a hacerse a un lado.

¿Qué creen que hacen?– preguntó el castaño y enarco una ceja.

Nada, es solo que se ven, como decirlo, muy bien– murmuró él pelimenta, se acercó a sus novios y estos retrocedieron, ya sabían a que venía todo esto.

No– murmuró él pelirosa enfadado– Hazte a un lado Namjoon– lo miro decidido.

Solo será por un momento– le sonrió.

No– hablo enojado.

Kook– el azabache lo iba a tocar pero recibió un manotazo de parte del pelirosa.

Quitense los tres ahora o juro que los dejaré sin comer por un mes– los miro enojado.

Está bien– suspiro el pelimenta.

Perdón– se hizo a un lado el peliazul.

El rubio fue el único que quedó parado en medio de la puerta.

Solo quiero saber si necesitas dinero– miro al pelinegro.

No– nego tímido.

Te daré un poco, compra lo que quieras con el– le sonrió y saco su billetera, sacando su tarjeta y se la dió al menor– Compra lo que quieras– le desordeno el cabello suavemente.

Gracias– murmuró, guardo la tarjeta en su bolsillo y le sonrió tímido.

No es nada, diviértete– beso su mejilla y se hizo a un lado– Cuidenlo– miro a los tres serio.

Lo haremos– bufó el pelirosa y salió junto a los demás.

Tomaron un taxi una vez fuera del edificio y dieron la dirección del centro comercial.

Tell me your nameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora