Sebastián
El joven de cabellera negra salía temprano por la mañana, siempre bien vestido con su gabardina negra. Bajaba los escalones de la casa señorial estilo inglés, con su cabello ondulado de longitud media. Antes de las ocho, se dirigía a la habitación de Alejandro y Erik.
Al descender las escaleras, escuchaba algunos murmullos provenientes de las chicas. Siguió por el pasillo hasta llegar a la puerta y tocó, pero al no recibir respuesta, decidió entrar. Su mirada se encontró con Erik, sentado en la primera cama, colocándose los zapatos.
—Buenos días —saludó al entrar, interrumpiendo su conversación. Fueron interrumpidos nuevamente cuando la puerta del baño se abrió y Alejandro salió, vistiendo un suéter de manga larga y un pantalón gris de cuadros, pero descalzo. Su cabello estaba alborotado y tenía ligeras bolsas debajo de los ojos, aunque ahora eran más leves que antes.
Mientras charlaban durante unos minutos, alguien tocó la puerta. Caminaron hacia la puerta y se encontraron con Ed, quien venía acompañado de Andreas y Nikolas.
—¿Podemos pasar? —preguntó Ed de manera divertida al ver a los demás en la habitación. Parecía más una fiesta que una habitación, ya que ahora había más personas de las que cabían en una habitación con solo dos camas.
—Sentimos llegar de forma tan sorpresiva, pero Ed nos encontró en el camino —comentó Erik divertido, apoyado en la pared.
—No hay problema, pensamos que estabas perdido —afirmó Alejandro, lo cual fue seguido por un gesto resignado de Ed.
—¿Por qué no salimos al jardín trasero? —sugirió Nikolas, captando la atención de todos como si estuvieran esperando la respuesta a un examen. —Bueno, vamos allá. Sabemos que hay un patio trasero, pero no lo hemos visto, así que si quieren... —terminó su frase, casi como si estuviera esperando la aprobación de todos.
Después de que todos aceptaron, salieron de la habitación, excepto Alejandro, quien se quedó para terminar de ponerse los zapatos y peinar un poco su cabello en el baño. Antes de salir, estornudó y cogió su saco del perchero de la puerta, sintiéndose más abrigado. Se detuvo un momento para calentar sus manos con su aliento, colocándolas dentro de su suéter. Luego, salió, cerrando la puerta tras de sí, dándose cuenta de que Sebastián estaba apoyado junto a él.
—¿Listo? —preguntó, volteándolo a ver hasta que su mirada se dirigió hacia arriba. —Tienes el cabello mojado —señaló.
—Lo sé —respondió Alejandro.
Agradecía de cierto modo que se hubiera quedado esperándolo sin pedirlo. Ambos caminaban bajando a la primera planta, siguiendo el pasillo y observando a otros estudiantes y algunos más jóvenes. Pasaron por la enfermería y una entrada del comedor, continuando derecho y girando a la derecha hasta llegar a la cocina. Luego se toparon con la puerta que daba hacia afuera.
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Entre el bosque y la Realidad
Teen FictionDesesperado por escapar de su tormentoso pasado, un joven emprende un viaje incierto hacia Lankhaster una Residencia Estudiantil , con su leal amigo a su lado. Pero a medida que avanzan, las voces inquietantes que susurran en la oscuridad amenazan...