Deva
¿Por qué no tocó la puerta antes de abrir? ¿Me habrá visto?
Estaba poniéndome el pijama cuando él abrió la puerta (Y si, no me visto por partes, me desnudo y después me visto, lo sé, raro) ¡Cuando estaba en ropa interior! ¡Por lo que él más ame en su vida! ¿Puede tocar la maldita puerta?A los pocos minutos salí de me habitación (Ya con el pijama puesto) y me diriji a la cocina para que cocinaramos, pero no lo encontré, así que me diriji a su habitación y YO SI TOQUÉ LA PUERTA
- Oye ¿Estás bien?
- E-E-Ehhh... si, tranquila
- ¿Seguro?
- Si si, perdóname...
- ¿Puedo entrar?
- Claro...
Abrí la puerta y entré, él estaba guardando las cosas de algunas cajas, sentado en la cama y muy pero muy apenado.
- ¿Qué pasa?
- No quería verte...
- Esta bien, tranquilo, ¿Qué viste?
- Pues... noté que estabas solo con sostén y baje la vista y vi tu pierna descubierta pero nada más... - Me senté junto a él y apoyé mi cabeza en su hombro.
-¿Solo eso?
- Solo eso - Se notaba lo avergonzado que estaba.
Saqué mi cabeza de su hombro y lo miré.
- No te preocupes - No tuve una respuesta, así que le dije que fuéramos a cocinar, esta vez, no me dijo nada, pero asintió con la cabeza y nos pusimos de pie.
En la cocina, le pregunte que qué quería comer a lo que él me respondió con un "No sé qué es lo qué tienes"
- Pues mira, tengo comida - anuncié en un tono claramente sarcástico
- Ay, ajá, sabes perfectamente a que me refiero - Solté una risita y abrí el refrigerador.
- ¿De todo eso cuánto comes? - Preguntó Tahiel en un tono algo divertido.
- Un plato promedio ¿Por? - Volví a soltar una risa pero esta vez un poco más fuerte.
- Es que eres muy delgadita - Él también se río un poco.
- ¿Qué quieres comer?
- Mmm... ¿Pedimos pizza? - Unos segundos después abrí un cajón y saqué masa para pizza - ¿Y si mejor la hacemos?
- ¿Tienes para hacerla?
- Sip
- Bueno, entonces hagamos la.
Media hora más tarde, estábamos esperando a que la pizza terminará de hornearse, a Tahiel se lo veía algo incómodo.
- ¿Estás bien?
- Si
- ¿Seguro?
- Necesito ir al baño
- Ve entonces
- No se donde esta - Anunció en un tono obviamente avergonzado y nervioso. Solté una pequeña risa, me puse de pie y le hice una señal para que me acompañe.
- Aquí es - Dije deteniendome frente a una puerta junto a la cocina.
- Gracias
- No te orines - Solté una carcajada
- Ja ja que graciosa - Dijo en tono irónico antes de encerrarse en el baño.
Tomé el cuadro de la niña en blanco y negro, me diriji fuera del departamento y lo tire por el tubo de la basura; Si a Tahiel le incomodaba, tendría que deshacerme de el, lo hice por dos motivos; uno, lo hice por voluntad propia, ya que me gustaría tener más despejada esa pared, y dos, ahora también es la casa de Tahiel, entonces, él también tenía que sentirse seguro y tranquilo.Cuando iba a volver a entrar, me di cuenta de que la puerta se había cerrado por el viento.
- ¡Carajo! - Busqué en mi bolsillo la llave pero no la tenía - oh genial ¡Tahiel! - comencé a golpear la fuerza con fuerza - ¡Tahiel ábreme! ¡¡¡TAHIEL!!! - Tomé mi teléfono dispuesta a llamarlo pero recordé que no tenía su número.
- Carajo ¡¡¡¡TAHIEL!!!! - grité con fuerza y comencé a golpear aún más fuerte.
Hacia mucho frío, el viento corría muy rápido y estaba lloviendo, solo no me mojé porque me cubría un pequeño techo.************************************
TahielEstaba lavándome las manos cuando escuché a Deva gritándome y como alguien estaba golpeando la puerta con fuerza.
- ¿Deva? - Salí del baño y comencé a buscarla, al no encontrarla y notar que seguían tocando la puerta, me sentí como un imbecil por no abrir la puerta primero, fui a abrirle y ella entró rápidamente, muerta de frío.
- ¿Qué te pasó?
- Se me quedaron las llaves dentro...
- Jeje
- No te rías - bufó molesta
- Ya ya
- Hum...
- ¿Te puedo dar un abrazo?
- E-E-Ehhh... bueno - justo después de que termino de decir eso, la abracé rápidamente. Pude notar que estaba muy helada.
Después de unos cuantos segundos, ella también me abrazó, su cuerpo entero se calentó un poco, no pude evitar sonreír al notarla más relajada y tibia.
- Gracias - dijo y coloco su cabeza cerca de mi cuello.
Pasé mis manos de su espalda a su espalda baja con cierta precaución, noté que ella no pusó objeción alguna así que mantuve mis manos allí.
- ¿La pizza estará lista?
- Tal vez - Le respondí estando completamente cómodo.
- ¿Vamos a ver?
- Si - Dejé de abrazarla, ella hizo lo mismo. Nuestros ojos se encontraron y pude notar como sus mejillas se tornaron de un rojo intenso, que destacaba sobre su pálida piel.
- Vamos
- Si - Dijo nerviosa.
Nos dirijimos a la cocina y efectivamente, la pizza estaba lista. Nos sentamos a comer y decidí averiguar algo sobre ella.
- Y... ¿Cuántos años tienes?
- Veintidós, ¿y tú?
- Veinticinco, ¿puedo hacerte preguntas?
- Claro
- ¿Cuándo es tu cumple años?
- Él veintisiete de mayo
- ¿Tienes hermanos?
- Cuatro medios hermanos por parte de padre
- A propósito de padres
- No tengo
- ¿Cómo?
- Mi madre mientras estaba embarazada, espero hasta los ocho meses para apuñalarse en el vientre hasta que murieramos las dos
- Y... ¿Cómo es que estás aquí?
- Se apuñaló sobre el útero, así que, el tiro le salió por la culata
- ¿Y tú padre?
- Renunció a todos sus derechos y deberes paternos
- Oh... lo lamento
- Esta bien, no te preocupes.
La estaba viendo comer y me sorprendí al ver que ya estaba por su tercer trozo.
- Oye
- ¿Sí?
- ¿Vemos una película?
- Claro.
Vimo la película, era algo aburrida, lo que causó que Deva se quedará dormida, se veía cansada, como si no hubiera dormido en días.
Se estaba tambaleando un poco, así que decidí apoyarla en mi (con una almohada en medio).
Se despertó exaltada cuando la estaba acomodando.
- Shh... tranquila...
- Perdón... - Quisó levantarse pero no la deje, quería que descansará.
- Sigue durmiendo si quieres
- No tengo sueño...
- Y yo soy Adolf Hitler
- No compares esas dos cosas...
- Ambas son estúpidas - Empezó a tambalearse nuevamente, la apoyé en mí y se quedó dormida.
«Se ve tan hermosa... Tan delicada... Tan tranquila... como si... tuviera todo lo que necesita... o bueno... casi todo...»
Pasarón unos minutos y se quedó completamente dormida, estaba agotada. Me alejé un poco y la cargue hasta su cama.
Habían cuadernos, libros, maniquis y otras cosas que no sabía que eran.
«Con razón estaba tan cansada»
Bueno...
Espero que descansé.
Posterior mente me fui a dormir, o bueno, a intentar dormir, porque me desvele pensando en Deva y el tiempo que había pasado con ella.
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Más Que La Enfermedad
RomanceAVISO: Estos sólo son borradores, no es material terminado ni perfecto. Gracias por la comprensión :). Según la medicina, el corazón es un músculos con cuatro cavidades principales cuya función básica es bombear sangre al resto del cuerpo. Según la...