Tahiel
— Quiero correr
— Es peligroso, tuviste un infarto hace una semana
— Ajá ¿Y? No puedo vivir con miedo
— Deva
— Tahiel, NO soy mi enfermedad, no tiene que limitarme.
— Deva, eso lo tengo claro
— ¿Entonces?
— Tengo miedo de perderte
— ¿En serio? ¿Por qué?
Suspiré, miré el suelo y comencé a contar
— ¿Qué haces?
— 14... 15... 16...17...
— ¿Eh?
— 18... 19... ¡20!
Deva seguía sin entender mis actos, así que la miré dándole una sonrisa traviesa.
— ¿Vas a correr o no?
Ella no contestó a mi pregunta, más bien, se acercó a mi, se pusó de puntillas y me besó.
— De acuerdo
— 1... 2... 3... 4... 5...
Deva empezó a correr mientras yo contaba.
Verla era un placer del que era capaz de disfrutar todos los días, y hoy no era la excepción.Logré atraparla bastante rápido, la tomé de la mano y le di un ligero beso en la mejilla
Ella deshizo mi agarre para irse corriendo por las calles que nos llevarían al hospital donde Devie estaba internada.Salí corriendo tras ella, es un poco lenta, por lo que no me tomo más de un minuto alcanzarla.
Llegamos al hospital y ella comenzó a guardar sus cosas ya que ese día le dieron el alta, estaba esperando ansioso su llegada a casa nuevamente, ya que teníamos que hacer ese estúpido proyecto y quería hacerle saber que SI puedo mantener una casa bajo control solo, ya que ella estuvo toda esa semana diciéndome que cuando llegara "no le sorprendería ver un desorden del porte de un buqué", así que estuve ordenando diariamente la casa para demostrarle que se equivocaba.
Pasaron unos minutos, salí del cuarto por unos más y luego volví
— ¿Estás lista Devie?
— Casi, siento que se me olvida algo pero no se que es...Me incliné sobre ella dándole un beso rápido.
Se quedó un poco quieta con su boca entre abierta unos segundos y luego se acercó a un cajón.
— El lápiz de Martinez — Dijo antes de salir corriendo fuera del cuarto.Me apoyé en la camilla y me crucé de brazos mirando la puerta esperando a que llegase mi loquilla para poder irnos de una vez por todas.
Sinceramente creo que Dev es la única persona que ama los hospitales, yo por mi parte, los detesto, no me gustan para nada... debo confesar que cuando era de noche y Deva apagaba la luz, cerraba las puertas y las cortinas, yo... esperaba a que se durmiera para poder encender una pequeña lámpara que había en el cuarto porque las máquinas que se aseguraban de que ella no muriera daban miedo.
La ví llegar y tomé su mochila pasándola por mi hombro para luego tomarla de la mano.
— ¿Ahora sí?
— Sí
— Vamonos, me siento en un manicomio.Ella me miró con desaprobación y salimos del cuarto por la parte de atrás ya que Dev no quiso despedirse de las enfermeras, bebés y ancianos que solían estar con ella en mi ausencia.
♥︎
Estaba en el bus de la universidad esperando a que llegáramos hasta el campo donde debíamos hacer el proyecto y presentarlo, ya que no nos dio tiempo a hacerlo en casa, apenas alcanzamos a almorzar.
Sentía la mirada de Cardly clavada en mi, era raro, ya que sentía que en cualquier momento me asesinaría.
Deva iba a mi lado, estaba muy callada, pensé que se había dormido al igual que tres cuartos del autobús, me incliné hacia ella y volteó su cabeza hacía mi, se río un poco y luego me besó, volví a sentarme pero esta vez Dev apoyo su cabeza en mi brazo, mientras yo estaba seguro de que Señor mala gente estaba preparando un rifle para fusilarme en cualquier momento.
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Más Que La Enfermedad
RomanceAVISO: Estos sólo son borradores, no es material terminado ni perfecto. Gracias por la comprensión :). Según la medicina, el corazón es un músculos con cuatro cavidades principales cuya función básica es bombear sangre al resto del cuerpo. Según la...