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—¿Un vidente? —cuestionó queriendo ratificar que había oído bien.

El hombre frente suyo asintió con firmeza y tamborileó los dedos en el apoyabrazos de su trono, sintió la mirada pesada del líder de esa ciudad barrer su cuerpo de arriba a abajo, evaluando superficialmente su potencial.

—Lo quiero aquí a más tardar en dos semanas —sentenció una vez concluyó que el mercenario era lo suficientemente adecuado.

Por supuesto que lo era, el mismo gobernante había oído una que otra historia sobre el joven: Jeon Jungkook, un hombre que hacía lo que fuera por dinero o favores importantes, ya fuese robar, investigar, rastrear e incluso asesinar. Sus trabajos siempre eran tan impecables que no había sido atrapado por las autoridades en siquiera una ocasión, viajaba de ciudad en ciudad cumpliendo recados y pavoneándose frente a los guardias que no tenían pruebas para condenarlo. Era esa clase de hombre peligroso que Park Haesoo prefería eliminar antes de tenerlos en su contra, pero esta vez lo necesitaba de su lado, esperaba haber sido más rápido que sus rivales en acudir a la "sombra", como la gente solía apodarlo. Una vez cumpliera con su labor, podría encargarse de él para evitarse cualquier problema futuro.

Jeon le brindó una reverencia y se volteó para marcharse del lugar, listo para proceder con su nueva misión. Grynjar era una gran ciudad militar y comerciante que había estado expandiéndose los últimos años, lo que por consecuencia le traía frecuentemente conflictos con los territorios vecinos. Decían los rumores que se acercaba otra guerra entre los gobiernos influyentes y a Jungkook le llovían las peticiones de todo tipo de trabajos en aquellas épocas de tensión, era un constante traqueteo de aquí para allá, atendiendo desde civiles normales hasta a los poderosos dirigentes.

Por lo usual, no le importaba cualquiera que fuera la solicitud mientras que le pagaran lo que pedía a cambio, sus precios variaban según objetivo y cliente, pero su escasa moral le permitía aceptar casi todo. Una vez que accedía a un trabajo, no se detenía hasta llevarlo a cabo. Eso era lo que le había construido cierta fama entre ciudades como un implacable mercenario.

Y aunque su interés por sus encargos era prácticamente inexistente, tenía que admitir que este en cuestión le parecía bastante curioso, en especial cuando provenía de un cliente tan peculiar.

El gobernador de Grynjar quería que encontrara al supuesto clarividente que habitaba en los alrededores y lo escoltara hasta el palacio, probablemente lo utilizaría para mejorar sus estrategias defensivas y ofensivas en las batallas que se aproximaban al predecir los posibles ataques de sus contrincantes. Si bien Jungkook no era precisamente un escéptico, en su opinión aquella era una apuesta muy alta y riesgosa. A lo largo de su vida había conocido a un montón de farsantes charlatanes que decían saber de brujería y predicciones, también había oído relatos sobre este vidente misterioso que a veces aparecía en el pueblo, pero nada le aseguraba que no se tratara de un impostor más. No obstante, Park se veía sobradamente seguro de su decisión y le había ofrecido una exhuberante recompensa, así que no iba a molestarse en advertir al sujeto que sus técnicas de combate podrían resultar ser muy pobres.

Dos semanas era un plazo ajustado teniendo en cuenta que primero necesitaba averiguar la ubicación del objetivo y, si terminaba estando demasiado lejos, tendría que hacer magia para acortar los días de ida y vuelta. Pero él era conocido por hacer imposibles.

Sin tener la intención de perder ni un segundo más de tiempo, se dispuso a iniciar, tenía algo de información que le había brindado Park, pero necesitaba complementarla. La gente acostumbraba a ser precavida con los datos que le proveían a la armada, así que él tenía una ventaja al ser un soldado independiente. Habló con varias mujeres que decían manejar la magia blanca en busca de pistas, llegó a un par personas que presumían haber sido ayudados por el vidente, también a viajeros y mercaderes que recorrían la zona habitualmente que quizá le habían avistado alguna vez.

fate reader | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora