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Muchas preguntas pasaron por la mente de Taehyung en muy poco tiempo.

¿Qué estaba pasando? ¿Quienes eran estos sujetos? ¿Estaba siendo salvado? ¿Debía sentirse angustiado o aliviado de estar siendo separado de Jungkook?

El objeto punzante contra su piel lo hacía tener dudas sobre si estos mastodontes querían brindarle ayuda. Con ojos temeroso observó la escena que tenía en frente, ni siquiera Jungkook podría enfrentarse a esos hombres corpulentos a la vez, porque aunque él estaba bien formado y era alto, también era bastante delgado en comparación a sus atacantes.

Pero, para su total desconcierto, Jeon tenía una expresión poco impresionada en su rostro.

Con una agilidad tenebrosa, Jungkook giró una daga entre sus dedos y la llevó hacia adelante, cortando en un movimiento limpio el cuello del agresor más cercano a él y causando que algunas gotas de sangre mancharan su cara. Taehyung sintió que el aire se le iba de los pulmones apreciando los orbes gélidos de su raptor mientras le quitaba la vida a alguien.

Luego, evadió con una velocidad humillante los intentos de los demás de apuñalarlo y clavó la misma cuchilla en el pecho de uno de ellos antes de asentarle un puñetazo de lleno a otro, que se tambaleó mareado por el golpe, dándole la oportunidad al mercenario de atravesar su yugular con otro de sus puñales. Se deshizo del cuarto con la misma sencillez, pero antes de dar su último suspiro, este le gritó al hombre que sostenía al adivino:

—¡Vivo o muerto!

Oh, iban a matarlo.

Apretó los labios con fuerza, esperando su final. Uno que nunca llegó, porque antes de que su captor pudiera mover la muñeca para abrir su garganta, Jungkook lanzó un cuchillo certero que aterrizó justo entre ceja y ceja del individuo, solo a unos centímetros de su oreja.

El cuerpo inerte cayó, soltándolo, y cuando el pecho de Taehyung empezó a quemar, recién notó que no había estado respirando. Tomó una bocanada de aire y exhaló temblorosamente, sus manos estaban tiritando, realmente había estado a un segundo de fallecer.

No podía creerlo.

Cuando Jeon acercó su mano a él para comprobar que no había sido herido, se alejó antes de que pudiera tocarlo y lo miró con terror. Claro, ya sabía que debía haber matado a un centenar de gente, pero oírlo y verlo eran cosas completamente distintas, este tipo había acabado con cinco personas en un parpadeo; era un monstruo. Se sintió como un balde de agua fría, ahora Taehyung estaba más consciente que nunca de su situación.

Jungkook le echó un vistazo de arriba a abajo y, entendiendo que el vidente estaba demasiado impactado como para tratar algo, lo dejó y caminó hasta el cadáver de uno de los asaltantes, se puso de cuclillas y lo examinó.

—Verham —pronunció. V pestañeó aturdido.

—¿Qué...?

—Eran soldados de bajo rango de Verham —afirmó, viendo la característica marca que tenían sus guerreros en la palma como iniciación.

Obligando que su miedo y exaltación se disiparan al menos un poco, Taehyung tragó saliva y murmuró:

—¿Por qué?

El sicario aguardó un tiempo antes de levantarse para recuperar sus armas y volver a aproximarse a su objetivo, esta vez V no huyó y se dejó guiar por el camino, pero manteniendo cierta distancia. Le costó un par de segundos darse cuenta de que estaban caminando de vuelta en dirección a la posada.

fate reader | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora