seis

20K 2.4K 218
                                    

⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠀
Ahora que realmente estaban cerca de su destino, Taehyung empezó a cuestionarse.

Estaba al tanto de que como las cosas habían cambiado desfavorablemente para él, sus opciones eran morir o ser el prisionero de algún déspota gobernador, ninguna era muy atractiva, pero prefería seguir con vida. Trató de convencerse de que no sería malo, solo debía ser obediente, esa en cuestión era la parte difícil.

Pero si era paciente y se ganaba la confianza de Park, empezaría a contar con algunos privilegios, podrían presentársele oportunidades para escapar a su libertad más adelante, una libertad huyendo de un lado a otro y, esta vez, con más de un loco pisándole los talones. Otro asunto que le preocupaba era que sus habilidades para dictaminar el futuro podían ser ambiguas, no quería ni especular qué le ocurriría a él si por error diera información equivocada al rey.

Chasqueó la lengua, se sentía tan frustrado que podría golpear a alguien, lastima que la única persona cerca lo aniquilaría si se atreviera a hacerle algo así.

—¿Mucha gente quiere matarte? —habló mientras comía un bollo. Era su última pausa para pasar la noche.

Recibió un corto asentimiento en respuesta.

—¿Y no es difícil vivir así? Es decir, supongo que debes estar moviéndote constantemente para que no te atrapen.

Jungkook se alzó de hombros.

—¿Crees que alguien como yo podría sobrevivir si siguiera una vida como esa? —musitó desanimado.

El azabache lo miró en silencio un rato. —Creo que es algo que puede responderse solo.

Taehyung entornó los ojos, pensó que lo había estado imaginando, pero Jungkook definitivamente parecía mucho menos accesible que los días anteriores, contestando con gestos y evitando el contacto visual, incluso cuando hablaba, lo hacía sin estar diciéndole nada en verdad. Tal como cuando preguntaba algo minusculamente invasivo, pero desde esa mañana era sin excepciones.

—¿Por qué estás enojado?

—No lo estoy —negó Jeon antes de, sin motivo, caminar al corcel que bebía de una pequeña laguna a unos metros.

—Sí lo estás. Deberías estar contento, no falta mucho para que te libres de mí.

—Cierto.

El vidente frunció el ceño. No era amigo de Jungkook ni nada, tampoco es como si el tipo hubiese sido muy conversador para empezar y en unos días jamás volverían a saber del otro, pero, aún así, no le gustaba esa actitud. Dio unos pasos en dirección al animal para mimarlo, había llegado a la conclusión de que sería más prudente no ponerle un nombre a para evitar encariñarse como con el que habían dejado atrás.

Se puso a analizar la situación, ¿por qué el mercenario estaba tan reacio? Pensó en un principio que estaba relacionado a su estado de alerta, pues aquella vez que casi lo asesinan, también lucía retraído, pero aún sentía que estaba pasando por alto alguna importante información.

Entonces, un foco se prendió sobre su cabeza.

Esa madrugada no hubo nada fuera de lugar, fue después de que abandonaron la villa que había iniciado este distanciamiento abrupto. Apretó los labios en una línea fina, ¿podría deberse a que Jungkook le había respondido aquella pregunta más temprano? Taehyung no se había perdido el detalle, las veces que su escolta habló de sí, fue para afirmar cosas que hizo o haría, mas nunca comentó lo que pensaba de eso ni sus motivaciones detrás de cada cosa oscura, tampoco respondía directamente nada que incluyera algo íntimo. Sin embargo, en ese momento, sí lo hizo, incluso si solo habían sido tres palabras, el azabache había admitido sentir el cargo de consciencia en ocasiones, se había revelado ante él, cosa que hasta a V le había impresionado. Reflexionó que esa podía ser una muy buena explicación respecto a por qué Jeon había construido invisibles muros reforzados entre ambos repentinamente.

fate reader | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora