Chapter eighteen - Mía Wilson

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-¿me vas a contar que rayos te está pasando?- Jesse se acercó preocupado a su mejor amiga

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-¿me vas a contar que rayos te está pasando?- Jesse se acercó preocupado a su mejor amiga. Mía llevaba todo el día con la mirada perdida en las paredes, y normalmente se la pasaba insultado o recordándole a St James que no tenía talento.

-no me pasa nada, tonto- respondió Mía todavía mirando al infinito.

-te conozco desde los seis años, Mía, sé que no estás bien- la chica giró su cabeza, miró a Jesse por unos segundos y se rompió a llorar frente a su mejor amigo. La última vez que él la había visto llorar fue cuando perdió una audición en un musical, y eso había sido hace tres años -¿qué pasó?- trató de averiguar mientras abrazaba a Mía.

-creo que encontré a mi papá- murmuró mirando a Jesse de nuevo.

El chico se quedó sin saber que decir. Él sabía que su mejor amiga llevaba un largo tiempo buscando a su papá; empezó su búsqueda cuando su mamá le confirmó que él estaba vivo y que todavía se encontraba en Ohio. Jesse la ayudó con el inicio, pero decidió dejarla sola cuando empezaron a pelearse al no tener las mismas ideas de por donde empezar la búsqueda de su padre.

-¿estás segura que lo encontraste?- preguntó el chico. Mía tomó su maleta y sacó una carpeta de ella.

-Nicholas Wilson. Vive en Lima desde hace 17 años. Tiene dos hijos y está casado desde hace diez años con una mujer que se llama Michelle Peralta- el supuesto papá de Mía era bastante parecido a ella, tenían los mismos ojos.

-según lo que investigué con mi mamá, salieron en secreto por dos años hasta que él decidió quedarse con su otra familia- explicó Mía -él no sabe de mi existencia, mi mamá nunca le quiso contar-.

-¿piensas ir a buscarlo?- preguntó Jesse. Mía se quedó en silencio y soltó un suspiro.

-quiero hacerlo, pero si nisiquiera sabe que existo, ¿para qué?- la chica mostró una sonrisa de tristeza y bajó su cabeza mirando al piso.

St James quería ayudar a su amiga. Después de todo el tiempo buscando, no se podía rendir cuando lo había logrado.

-¿dijiste que vive en Lima?- la chica asintió levemente -pues mi querida amiga, nos vamos de paseo-.

Say it ain't so ↡ Finn HudsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora