Lo Prohibido

CAPITULO 9: LA DESPEDIDA

Después de varios días de salir con la mayoría de artistas con los que había acordado, era hora de regresar a casa y no quería irme, quería quedarme para siempre, pero tenía que trabajar y estar con mi madre, ayudarla, hasta que no tuviera ella algo fijo no descansaría y no me alejaría de ella, pero el punto es que Madelaine se enteró que era hora de irme, yo no quise decirle, no quería despedirme de ella, no podía permitirme verla llorar o que ella me viera llorar, aunque ambas fuéramos humanas y tengamos sentimientos sabía que si la veía iba a querer quedarme con ella y no alejarme, pero debía hacerlo, y creí que el no decirle no afectaría tanto.

Pero una vez más me equivoque.

Estábamos Zack, Sofia y yo en el aeropuerto, estábamos a punto de entrar a seguridad para después pasar a la sala de espera; Sofía me abrazo para despedirse, me tomó el rostro y me regalo una sonrisa, no era una de felicidad pero era una sonrisa real, de esas que le das a un amigo cuando intentar animarlo, no sé cómo describirla, probablemente sería una sonrisa cálida, también se despidió de Zack y estábamos a punto de subir nuestras cosas cuando escucho un grito, provenía de una chica.

-¡Ashley! ¡Espera, no te vayas!-. Voltee a buscar a la responsable del grito.

Y ahí fue cuando la vi, iba corriendo, intentando no llorar e intentando llegar lo más rápido posible, solo pude sonreí y no tratar de llorar.

Tengo que ser fuerte.

De un momento a otro sentí el impacto de su cuerpo al abrazarme, y yo la abracé muy fuerte, no quería alejarla de mí, la necesitaba en mi vida, y sus brazos eran lo más cálido y seguro que había sentido, así que menos quería alejarla.

Nos alejamos de Zack y Sofía.

-Te amo Ashley, no quiero que te vayas...-. Trague en seco.

-Mads...-. Me separé de ella.

Ella me miro y noté que está intentando detener sus lágrimas, pero habrá un momento en el que no podrá contenerlas más.

-No te hagas la fuerte cariño, esta bien llorar, y yo estoy a punto de hacerlo, porque por más que no me quiera ir debo hacerlo, pero...-. Me puso su dedo en los labios, tratando de callarme.

-Quédate, te necesito tanto como tu a mí-. Quite su dedo de mis labios.

-Prometo que dentro de unos meses o unos años regresaré, y pasaremos el resto de nuestros días juntas, porque también te amo y eres la mujer más maravillosa que he conocido, te quiero hoy y siempre conmigo, te juro y también prometo que estaré aquí para ti, pase lo que pase, solo esta vez debo irme-. Me miro y soltó sus lágrimas

La abracé y le deje un beso en su frente, no quería lastimarla así, pero cumpliré mi promesa.

-Por favor Ashley, no tengo mucho en conocerte y ahora eres mi mundo entero, yo te necesito-. Cerré mis ojos.

-También te necesito, pero volveré, lo prometo-.Me separé de ella.

Voltee a ver a Zack y me dijo que era hora de irnos, trague en seco y noté que Sofía se había alejado porque estaba hablando por teléfono, así que decidí hacer algo rápido antes de irme.

-Perdóname por no decirte que me iría, no quería despedirme de ti, porque sabía lo duro que sería para ambas, pero ahora lo único que quiero hacer, es esto...-.La bese.

La tomé de la cintura y la pegué hacía a mí, mientras nos besamos sonreímos, solo duro unos minutos y nos tuvimos que separar porque anunciaron nuestro vuelo, sentí como una parte de mí se quedó en ella y estoy segura que también sintió que le quite una parte de ella.

Después de aquel beso la abracé y me despedí, sonrió con algunas lágrimas recorriendo sus mejillas, le regrese la sonrisa y me acerqué a Sofía, que estaba reincorporándose con nosotros, me volví a despedir y decidí ser la primera en alejarse; deje mis cosas en una bandeja y entre, pasé los rayos X y tomé mis cosas, y entre a la sala de espera, sin voltear espere a Zack.

Quería voltear, pero todo sería más fácil si no lo hacía.

Zack y yo estábamos entregando nuestros boletos a la azafata, y después nos dio el paso para subir al avión; estando ya en el avión me coloqué mis audífonos y me acomodé, voltee a ver hacía la ventana y algunas cuantas lágrimas recorrieron mis mejillas, no saben el dolor que siento al haberme alejado de ella, sé que volveré. se lo prometí, pero era duro verla llorar porque yo me iba, no sé todo me duele ahora...

Horas más tarde llegamos, Zack se fue a su casa y yo a la mía, donde sorprendí a mi madre, ella pensaba que regresaría la siguiente semana, pero le mentí solo para sorprenderla, ella se alegró y le entregué un regalo, era un collar que escogí con Madelaine, y si me salté ese detalle en la historia, el punto es que se alegró demasiado, me agradeció varias veces y me abrazo muy fuertemente, sonreí complacida, quería llenarla todo el tiempo de este tipo de regalos caros.

Con el paso de los días una amiga de la universidad me citó en un restaurante, yo acepte y antes de irme estaba terminando una canción para Dinah Jane, una de las integrantes que tuvo Fifth Harmony. Estando ya arreglada tomé las llaves de mi auto y salí de casa; en el camino recordé mi viaje a LA, llevaba toda la semana pensando en aquel viaje, en la fiesta, en las chicas y en Madelaine, todo eran lindos recuerdos, pero me sentía mal porque quería ver a todos de vuelta, pero no podía ser posible ahora.

Al llegar al restaurante me estacione y sonó mi celular, era una notificación, así que la abrí y era un mensaje de Madelaine:

-Te extraño demasiado, ven-. Suspire y pensé en contestar, pero no lo hice.

Por ahora...no respondería...

Entre al restaurante y vi a mi amiga, su nombre era Carol, estaba con otra chica, la mire extrañada pero aun así decidí acercarme.

-Hola-. Me recibió mi amiga y se levantó a abrazarme.

-Hola cariño, ¿Cómo estás?-. Así le decía de cariño.

Nos saludamos y me invitó a sentarme.

-Te presento a mi amiga, se llama Stefany y acaba de llegar a la ciudad, así que pensé que sería buena idea presentártela y poder salir juntas-. Sonreí y asentí.

La salude, y te soy sincera aquella chica era atractiva, era chaparrita, probablemente medía 1.60cm, castaña, muy sonriente y tenía un estilo de ropa muy lindo, no sé cómo describirlo pero era lindo, el punto es que cuando nos saludamos me puse demasiado nerviosa, y ella también, nos mirábamos mucho y sonreíamos mucho, probablemente este era el plan de mi amiga, presentármela y que aquella chica fuera algo mío, pero no sabía si eso podía pasar.

Probablemente en un futuro, pero no ahora...