Lo Prohibido

CAPITULO 39: UNIVERSO...

Llegando a casa de Madelaine, me abrió la puerta Sofía, y quedó impresionada al verme con un bebe, a lo mejor pensaba que lo decía de broma, pero realmente no era una broma, necesitaba ayuda con todo.
Estando en la sala todas las chicas se quedaron totalmente en shock, estaban impresionadas, y no las culpo, estaría igual.

-Pensé...pensamos que estabas bromeando-. Dijo Sofía.

-No creo que esto parezca una broma-. Dije algo borracha y nerviosa. –Necesito ayuda con ella o el, no sé qué es, pero lo único que se...es que no me quedare con él bebe-. Dije entregándole él bebe a Sofía.

Me senté en el sofá y me robe el vaso de alguna de las chicas, y me lo tomé completo, quería que este día fuera una broma, en verdad lo deseaba.

-Sé que esto es nuevo para ti y que no quieres tener esta responsabilidad, pero te has puesto a pensar que esto es una señal del universo, probablemente esta bebe, que es niña, te cambiara tu vida, pero para bien, estoy segura de ello y sé que esta es una señal del universo, hazle caso, no te arrepentirás-. Dijo Vanessa acariciándome la espalda.

-No quiero ser madre, no ahora-. Dije agarrándome el pelo.

-Podrías darla en adopción, y si gustas ser parte de la vida de la niña, puedes decirle a las personas quienes la adopten que quieres ser parte, así ella estará en tu vida y podrás disfrutarla, porque como dice Vanessa puede que sea una prueba del universo o una señal, no te la pierdas-. Dijo Lili.

-Hazlo, hazlo por mi o por él bebe que perdiste, probablemente esta es tu segunda oportunidad-. Dijo Sofía entregándome a aquella bebe.

Me quede un rato mirando a la bebe, y decidí llamar a una vieja amiga, sabía que ella me ayudaría con el tema de la adopción y todo lo que tenga que ver con la bebe, pero en el transcurso me di cuenta que aquella bebe era algo especial, tenía una chispa y se notaba que sería alguien especial a mi vida, así que tengo que estar con ella a toda costa, me traerá la felicidad que he buscado...eso pienso...

Dos meses más tarde mi amiga encontró a una pareja que querían a una bebe, llevaban tiempo buscando y están ansiosos por adoptar a la bebe, y me comentó que la pareja estaba dispuesta a dejarme estar con la bebe, y eso me puso demasiado feliz

Cuando se arregló el papeleo de la adopción, era hora de conocer a la familia de la bebe, tenía demasiado miedo, ellos ya le habían puesto nombre, y mientras yo la cuidaba me la quitaron, y se la tuvieron que entregar a la pareja, me sentí demasiado triste pero lo único que me hacía sentir mejor era saber que aquella bebe tendría una familia que la llenara de amor.

Llegue a la casa de la pareja con mi amiga, y cuando abrieron la puerta noté que era una pareja gay, eran dos chicos demasiadamente lindos, uno de ellos era alto, cabello café oscuro, ojos de color azul, piel blanca y tenía una gran sonrisa, de hecho me recordaba a Axel, pero no era como él, este chico tenía una personalidad más linda; el segundo chico era alto, piel bronceada, ojos de color miel y pelo castaño, era lindo al igual que su pareja, y supe desde ahí que la bebe sería feliz, aparte de ello se veían enamorados, así que confié.

-Hola señorita Ashley, es un gusto conocerla, pasé-. Dijo el chico de ojos de color.

-Gracias, puedes llamarme Ashley, somos familia ahora, ¿no?-. El asintió.

-Ashley un gusto, yo me llamo Nick y él es mi esposo Mark-. Dijo Nick, el chico de ojos de color.

-Un gusto, me alegra que ustedes sean las personas que se quedaran con la hermosa bebe, confió en ustedes y también les agradezco por dejarme ser parte de la familia-. Ellos asintieron y me entregaron a la bebe. – ¿Qué nombre le pusieron a esta belleza?-. Dije mientras acariciaba a la bebe.

-Se llama Bella Sophia Jackson Martin Walker, espero que te agrade ese nombre, creímos que era el nombre indicado-. Me sorprendí demasiado al escuchar mi apellido ahí.

-¿Por qué pusieron mi apellido chicos?, ¿o uno de ustedes se apellida como yo?-. Dije confundida.

-Sí, pusimos tu apellido porque en verdad queremos que formes parte de la vida de Bella, serás su madre y nosotros sus padres, queremos ser una familia, y claro tu podrás hacer tu vida, lo único que tendremos juntos es a Bella, si tu gustas podrás ser su madre, y si no, no pasa nada, seguirás en contacto con Bella-. Me sorprendí demasiado, pero quería hacerlo, aunque el miedo me estuviera comiendo viva.

-Sí, sí quiero ser su madre, y estoy muy feliz por esta oportunidad, les aseguro que estaré ahí para Bella y claro si ustedes ocupan algo también estaré aquí-. Ellos asintieron felices y mi amiga me entrego un documento que afirmaba que quería ser la madre de Bella legalmente.

Después de firmar algunos documentos y mi amiga los mandara con un juez para hacerlos válidos, Mark, Nick y yo, juramos en no decirle a Bella que no era nuestra hija realmente (ustedes entienden), le explicaríamos que es mi hija y que ambos son sus padres, es algo difícil de entender a la primera, pero preferíamos que la gente pensara mal de nosotros, a que molestaran a Bella por ser adoptada, simplemente los tres queremos lo mejor para ella...se lo merece.

Meses más tarde, me tocaba cuidar a Bella, y había una fiesta en casa de KJ, pero yo no le había dicho nada a los chicos y a las chicas sobre Bella, jure mantenerlo en secreto hasta dentro de un tiempo, aunque era difícil porque constantemente me preguntaban sobre la bebe, por lo general eran preguntas sobre si me había quedado con ella, sobre quien la adopto y ese tipo de cosas, pero solo las evadía o contestaba con mentiras, quería guardar el secreto hasta que Bella fuera más grande, aunque siendo sincera subía unas cuantas fotos a mi Instagram sobre Bella agarrándome la mano (claro solo mostrando nuestras manos), quería decirle ya a todos pero sabía que ese secreto era demasiado grande y la gente a veces puede ser una mierda, entonces prefería ocultarlo y pasarla bien con Nick, Mark, Bella y yo; el punto es que cuando KJ me invito a la fiesta rápidamente negué, comenté que tenía mucho trabajo y me sentía agotada como para salir de fiesta, y eso a nadie le gusto, me iban a buscar al trabajo y hasta intentaron venir a casa, pero no les permití hacerlo.

Mientras cuidaba a Bella en casa, escuche el timbre, me sorprendí demasiado, pero sabía que era una mala señal, así que tomé a Bella y la subí a su habitación, para así acostarla en su cuna, y de ahí bajar y despejar la sala, no sabría quien está fuera de mi casa, pero no podía descubrir el secreto.

Al abrir la puerta vi como entro a mi casa Madelaine, yo estaba sorprendida por su aparición, no he hablado con ella después que me confesó de su engaño y bueno, cuando me ayudo con respecto a Bella, pero lo más importante para mi ahora, es saber él porque estaba aquí.

-Madelaine, ¿qué haces aquí?, si es por la fiesta de KJ, olvídalo, no tengo ganas de ir, estoy demasiado cansada como para ir a una fiesta-. Ella negó y se abalanzó sobre mí.

-Necesito besarte, perdóname-. Me beso como si fuera nuestro último beso.

Madelaine me tomó de la cara y me beso, sentí mariposas en el estómago, como la primera vez que nos besamos, eran sentimientos encontrados, esos mismos sentimientos que jure que ya no sentía. La tomé de la cintura y la pegue a mi tanto como pude, quería besarla siempre y tenerla así, sabía que no se podía, pero sentí que debía aprovechar la oportunidad, así que la cargue y la acosté en el sillón, para así besarle el cuello y acariciarla como nunca antes; mientras acariciaba y besaba su cuerpo recordé como lo hacíamos, como nos amábamos y como éramos felices, y por un momento iba a parar, esos recuerdos querían apagar la llama que ella estaba encendiendo, pero no lo hice, ella lo pidió.

-No pares, sabes cómo me gusta...-. Dijo Madelaine jadeando.