CAPITULO 37: CONFÍE EN TI...

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-Eres tan tonta querida-. Se acercó a mí mientras se reía. –No puedo creer que jamás te diste cuenta de mi juego, desde el primer día que llegue a LA supe que debía enamorarte para conseguir lo que quería-. Bufó.

-Tú...-. Intente hablar.

-Habla bien-. Volteo los ojos. –Estuve a punto de lograrlo, si no fuera por tus estúpidas amigas, ¿sabes el poder que podría tener en la industria musical?, uno gigante-. Acarició mi mejilla y me tomo del pelo. –Te hubiera destrozado completamente, como lo hacía en la cama-. Río. –Aparte de tus amigas chismosas, todos tus artistas son tus amigos, así que por nada del mundo se alejarían de ti, y ahí es cuando más pierdo-. Me jalo del pelo y me pegó hacía él. –Si hubieras cooperado un poco más, hubiera tenido toda tu carrera en la palma de mi mano...-. Mire que Madelaine estaba mandando un mensaje de texto sin que Axel la viera.

-Suéltala, y podemos hacer un trato-. Dijo Dove algo nerviosa.

-No hay ningún trato que me convenga, solo ella me convenía, pero ustedes se entrometieron-. Saco una pistola de su saco. –Ahora me tendrán más miedo-. –Me apunto con la pistola en la cabeza.

Empecé a creer que ese era mi destino, sabía todo el daño que había ocasionado, probablemente si yo hubiera sido una persona totalmente diferente, mi destino estuviera escrito de otra manera, pero ahora estoy aquí, con un arma en la cabeza y a punto de morir, nadie podía salvarme y prefería morir yo, a ver como una de mis amigas moría por mi culpa...

Axel recargo el arma.

-Vamos, mátame, no me importa y si quieres llévate todo lo que quieras, no me interesa-. Dije con muchos ovarios.

-¿Qué dices?, no queremos perderte-. Dijo Camila queriendo llorar.

-Vamos chicas, les hice mucho daño, me lo merezco, solo no miren-. Dije aguantándome las ganas de llorar.

Las chicas iban a comenzar a decirme de cosas al respecto de mi decisión y sabía que si seguían hablando Axel se iba a molestar, así que antes de que él se molestara, moví mi cadera y le di un codazo a Axel, me soltó y yo pude invertir su jugada, con trabajos pude quitarle el arma y tirarlo al piso.

-Vamos, llamen a la policía-. Lili asintió y marcó.

Axel intentaba zafarse pero no lo lograba, todo mi peso y fuerza estaba sobre él, no había escapatoria.

Después de unos minutos llegó la policía y los chicos, Madelaine le había mensajeado a Charles, y él le aviso a los demás, y de ahí a la policía. Cuando estaban levantando a Axel del piso, no se cómo lo logró pero pudo quitarle la pistola al policía, y disparo...

Todo mí alrededor se nublo...

-Ashley, vamos, no nos dejes, te necesito...-. Dijo Sofía llorando.

-Cariño, por favor, quédate-.

Tiempo después...

Al despertar noté una habitación totalmente blanca, no recordaba que había ocurrido y mucho menos como había llegado hasta aquella habitación blanca; estaba en un trance, pero salí de el hasta que una luz choco con mis ojos, era demasiado intensa y en el fondo escuchaba voces, no reconocía nada, intentaba entender y descifrar todo.

-Ashley, soy la doctora Erika, ¿me escuchas?-. Asentí, no sabía de donde era la voz.

-Ashley, estas en un trance, necesito que respires y cierres los ojos, cuando cuente hasta tres los abres-. Cerré los ojos y comencé a respirar. –Uno...dos...tres-. Abrí los ojos y comencé a ver los rostros de mis amigos y de la doctora.

-Hola-. Saludaron todos en la habitación.

-¿Te encuentras bien?, ¿Cómo te sientes?, ¿Puedes moverte?-. Dijo la doctora preocupada por mi salud.

-Estoy bien, solo que al principio no sabía que pasaba o donde estaba, solo veía una habitación blanca-. Dije mientras me acomodaba en la cama.

-No hagas movimientos bruscos, puedes lastimarte y abrir nuevamente la herida, y si, es normal estar en un trance-. Asentí.

Días después que salí del hospital, estaba en casa y recuerdo que las chicas me preguntaron el por qué acepte mi destino ese día, y les dije la verdad, les dije que sabía lo mucho que las había lastimado y lo mala amiga que había sido, aunque ellas quisieran negarlo era verdad, me quejaba del como Madelaine se había divorciado de mí, pero probablemente había cometido un error y por eso ella me había dejado, o como me quejaba de Stefany cuando yo también la engañe, pequeños detalles que cambian la historia de uno.

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