CAPITULO 46: ATARDECER

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Después de casi un año después de la muerte de Bella y de ir al psicólogo mi vida cambio por completo, mi corazón sano y aparte de ello Sofía me apoyo en todo, estuvo para mí en cada segundo de mi vida.

Una noche decidí pensar en cómo pedirle a Sofía que fuera mi novia, tenía planeado llevarla a desayunar, luego hacer alguna que otra actividad y en el atardecer pedirle que fuera mi novia, pero no sabía exactamente en qué lugar y mucho menos que hacer, pero estaba segura que haría a Sofía mi chica oficialmente; ella había estado esperando algo así y yo ocupaba a alguien como Sofía, que me amara y que me apoyara siempre, y ella lo ha hecho siempre.

A la mañana siguiente le mande un mensaje diciéndole que iría por ella, ella acepto y mientras me arreglaba para pasar por ella me puse demasiado nerviosa, me sentía como una novata, y empecé a reflexionar sobre todo en mi vida y lo que pasara ahora, el gran cambio que tendrá, llegue a decepcionarme, pero sabía que yo era más fuerte que mis malos pensamientos...

Pase por Sofía a su casa y se veía magnifica, con cualquier tipo de ropa se veía perfecta; estando en el auto tomé su mano y nos saludamos, ella estuvo sonriente en el camino y coloco sus canciones favoritas en lo que llegamos al restaurante. Desayunando estuvimos platicando sobre qué hacer, ella propuso ir al zoológico, ir al cine, ir a la playa en el atardecer; yo asentí a cada una de sus propuestas, claramente iríamos a todos esos lugares, eso me daba más tiempo de relajarme y de no pensar en la propuesta, más bien, en los nervios...

Terminando de desayunar nos dirigimos al zoológico, donde Sofía se encariñaba con cualquier animal que veía, era tan tierna y claro me enamoraba cada segundo más; le tomé fotos con todos los animales, todas las fotos fueron tomadas por una cámara polaroid, así que ventaja tuve al comprar demasiadas cajas de cartuchos para la cámara.

-Te ves tan preciosa-. Le dije mientras le tomaba una foto en el acuario.

-No me pongas nerviosa, solo toma la foto-. Dijo riendo nerviosa.

-No puedo evitarlo, te ves tan preciosa, me enamoras cada segundo que pasa-. Sonrió y río. –Siempre me ha encantado tu sonrisa y claro tu risa, alegra mis días...-. Se sonrojo y se acercó a mí.

Tomé a Sofía de la cintura y la pegue hacía a mí, sentí que era el momento para pedirle que fuera mi novia, pero quise esperar un poco más; mientras abrazaba a Sofía sentí como sonreía, me sonroje y me separe de ella, para después besarla, ella se aferró a nuestro beso, como si aquel beso le diera aire para poder vivir, no me molestaba, simplemente me hacía darme cuenta lo mucho que ella me amaba.

Mientras manejaba para ir al cine Sofía comenzó a ver cada una de las fotos, me enseño cuales fueron sus animales favoritos y cuáles fueron sus fotos favoritas, literalmente casi fueron todas, aunque en particular la primera en su top era la que le tome en el acuario y me sentí bien al recordar aquel momento.

-¿Comeremos dentro del cine?-. Asentí. –Está bien, ya sé que pediré-. Sonreí y la mire.

-¿Segura que quieres comer ahí o vamos a otro lugar?-. Me miro confundida. –Tranquila, pensé que querías comer en algún restaurante o algo así, y ya después podemos ver la película-. Ella negó.

-No, está bien comer ahí, podemos comer un poco y al final podemos ir a otro lugar-. Asentí y me estacione para ir al cine.

Entramos al cine y recordé cuando venimos con Bella, Sofía lo noto y me abrazo, le sonreí y caminamos a la taquilla, para comprar dos boletos para una película que Sofía quería ver, una de comedia, no soy fan de ese estilo pero si a ella quería verla, yo aceptaba.

Durante la película quise besar a Sofía, comérmela ahí, pero no podía porque había gente y también porque Sofía estaba tan concentrada en la película que ni caso me presto.

Al salir del cine maneje hasta un restaurante, uno que le encantaba a Sofía, aparte de ello estaba cerca del muelle, donde tenía planeado pedirle a Sofía que fuera mi novia, exactamente donde le dije que cambiaría por ella, antes de enterarnos sobre Bella... El punto es que al llegar al restaurante nos la pasamos platicando sobre la película, y sobre nuestras partes favoritas, y aunque no la haya visto completa por andar un poco calenturienta, memorice algunas partes por si ella llegaba a preguntarme sobre la película, porque la conocía y sabía que lo haría.

Terminando de comer, nos dirigimos al muelle, pero en vez de caminar sobre el muelle nos dirigimos a la playa, donde nos sentamos exactamente en el mismo lugar que la primera vez; estando apunto de presenciar el atardecer ella se acercó un poco al mar, yo me arme de valor y saque la pequeña caja que guardaba en mi bolsa, tomé la caja y me preparo, Sofía seguía viendo hacia el mar, así que aproveche y me acerque a ella, dónde me hinque y toque su hombro.

-Sofía...-. Dije nerviosa, ella me miraba sorprendida. –Quería saber si tu... ¿Quieres ser mi novia?-. La mire con mucha ilusión, como una niña pequeña.

-Sí, sí quiero-. Sonreí y le coloque el anillo.

-Este anillo es de promesa, prometo que un día lo cambiare por uno de matrimonio-. Ella sonrió y me levanto para después besarme.

Después de aquel beso nos recostamos en la arena, donde no hablamos mucho, solo disfrutamos de nuestra compañía y de las olas del mar romperse, todo era tranquilo y lindo, probablemente Sofía estaba en shock y no quería hablar, no la culpo estoy igual que ella, probablemente por fin se me cumplirá el sueño de poder amar...

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