CAPITULO 41: ¿QUÉ FUE ESO?

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Tiempo después, una tarde mientras trabajaba me sentía demasiado desanimada, me venían miles de recuerdos sobre mis relaciones, y quería sacarlos, necesitaba hacerlo, así que decidí ir al estudio y cantar un poco, pensé que me ayudaría a relajarme y a soltar mis sentimientos, ya que cantar y componer música me hacía sentir mejor, así que decidí hacerlo. Mientras estaba en el estudio escogiendo la música que cantaría, recordé que Travis tenía una banda y su álbum me encantaba demasiado, aparte de ello sus canciones hablaban sobre su ruptura con Madelaine, así que creí que debía cantar ese álbum en específico, no había uno de acuerdo al momento, solo ese.

Canté sin parar una y otra vez, llegue a completar el disco más de dos veces, sus canciones me gustaban demasiado y aparte de ello sentía al 100% mis emociones, sentía como poco a poco me iba soltando, quería llorar, quería gritar, quería hacer miles de cosas al mismo tiempo, me controlaba por el simple hecho que sentía que no debía soltarme en este lugar, si no en algún lugar realmente privado para mi, pero ya estaba aquí, solo necesitaba guardarme las lágrimas.

Mientras miles de emociones corrían dentro de mí, pasaba algo más fuera...

En este punto de la historia la escritora, comenzara a contar que pasaba a fuera.

Mientras Ashley cantaba sin parar habían dos chicas llegando a las oficinas, ambas se sorprendieron al verse llegar al mismo tiempo, se sintieron incomodas, pero eso no iba arruinar sus planes.

-Hola Sofía, ¿Qué haces aquí?-. Dijo Madelaine nerviosa.

-Hola Madelaine, vine a ver a Ashley, quería preguntarle unas cosas, ¿Y tú?-. Dijo Sofía nerviosa.

Vengo a lo mismo que tú-. Ambas sonrieron falsamente.

Ambas salieron del elevador y se dirigieron con Sarah, la secretaría.

-Hola Sarah, ¿Se encuentra Ashley?-. Dijo Sofía sonriendo.

-Sí, solo que está en el estudio, ¿Quieren ir?-. Ambas asintieron.

Las tres hermosas chicas llegaron al estudio, y al abrir la puerta vieron a Ashley cantando, tenía la música a todo volumen, y se notaba que lo hacía con todas sus ganas y con todo el sentimiento que tenía escondido.

-Hace unos meses su doctora le dijo que no cantara fuerte porque gastaría su voz, hasta el punto de perderla, pero no le ha importado, sé que le encanta cantar y ahora no la he visto con los mejores ánimos, pero se pondrá peor si pierde su voz-. Dijo Sarah preocupada.

-Jamás nos contó eso, o por lo menos a mí no-. Dijo Sofía preocupada.

-A mí tampoco me contó, ella ama la música y sin su voz no estará completa-. Dijo Madelaine preocupada.

Mientras las chicas estaban preocupadas por Ashley, ella no se daba cuenta de la presencia de las chicas, llevaba audífonos, la música estaba a todo volumen y tenía los ojos cerrados, así que obviamente no se daba cuenta de lo preocupadas que estaban las chicas por ella.

-Un segundo, ¿Ese álbum no es el de Travis y su banda?-. Pregunto Madelaine nerviosa-.

-Sí, a ella le encanta demasiado ese álbum, pensé que sabías-. Dijo Sarah y Madelaine negó.

Minutos más tarde seguían platicando mientras veían a Ashley cantar, hasta que sonó el teléfono del pasillo, así que Sarah salió a contestar; al regresar con las chicas, les contó sobre la llamada.

-Bella está aquí, y tienen que ver todo lo que Ashley le ha hecho al edificio por Bella-. Las chicas se miraron y asintieron emocionadas.

Cuando llegó Bella, Sarah fue por ella y la llevó al estudio.

-Holaa, llegué-. Dijo Bella emocionada y saludo a las chicas.

-Hola preciosa, me alegro que estés aquí-. Dijo Sofía y Madelaine al mismo tiempo.

Solo pasaron unos segundos cuando Ashley se dio cuenta de la presencia de las chicas. Es gracioso antes ni cuenta de dio.

Volviendo con Ashley...

-Chicas, ¿Qué hacen aquí?, no me había dado cuenta-. Dije mientras salía del estudio. –Hola princesa, ¿Cómo te fue en la escuela?-. Dije mientras cargaba a Bella y salíamos del estudio.

Mientras salíamos del estudio Bella me contaba lo bien que se la paso en la escuela, yo estaba feliz por ella y orgullosa, es demasiado inteligente, hermosa, astuta, divertida y honesta, así que cada logró de ella algo increíble para mí.

Salimos del estudio, y nos dirigimos al piso especial, el piso de Bella, donde había una habitación para jugar videojuegos o ver películas, era un tipo cine en casa, aparte de ello había una habitación donde Bella podía tomar una siesta, y el resto del piso habían juegos de mesa, juguetes, una mesa donde podía hacer su tarea y hacer otras cosas, pero el punto es que ese piso estaba totalmente diseñado para que Bella se sintiera cómoda y feliz, y claro a ella le encanta.

-Bienvenidas al piso de Bella-. Dije mientras les mostraba el lugar a las chicas.

-Wow, literalmente hiciste un piso totalmente para Bella-. Asentí

-Mientras ella este cómoda y feliz, yo estoy bien-. Dije abrazando a Bella.

Minutos más tarde, mientras platicaba con las chicas sonó el timbre del elevador, así que me dirigí hasta él; al abrirse el elevador me encontré con Susana, la maestra de Español de Bella, yo le enseñaba, pero quería que aprendiera más, así mi pequeña podría ser bilingüe.

-Hola señorita Ashley, ¿Cómo se encuentra?-. Dijo Susana mientras se acercaba a mí para saludar.

Las chicas saludaron a la maestra de Bella, y cada vez que Susana me hablaba, ellas se ponían celosas y tensas, no entendía porque pero era gracioso a la vez; cuando estaba a punto de dejar a Bella con Susana, la maestra me hablo.

-Hey Ashley-. Se acercó a mí y me acarició el hombro. –No quieres quedarte a la clase, podríamos ser un buen equipo para Bella-. Dijo coqueteándome.

-No, tengo mucho trabajo que hacer y tengo aquí a mis...-. Me interrumpió Sofía.

-A sus esposas-. Me sorprendí demasiado con lo que dijo, pero no las corregí porque me tomaron de los brazos.

-Oh, está bien, le daré la clase a Bella, adiós-. Se alejó la maestra.

Al llegar a mi oficina decidí discutir con las chicas sobre la escena que habían hecho, era algo impresionante porque tenía tiempo que ninguna se me acercaba de esa manera y menos dando una escena de celos.

-¿Chicas?, ¿Qué fue eso?-. Dije mientras me sentaba.

-Lo hicimos porque esa maestra te andaba coqueteando, y no puedes decirnos que ni cuenta te habías dado-. Trague en seco. -¿De verdad?, ¿No te diste cuenta?-. Negué.

-No puedo creer que no te hayas dado cuenta, eres una de las personas a las que más le coquetean y no pudiste darte cuenta-. Sofía Volteo los ojos. –Por dios, no puedo creerlo-. Reí y levante las manos en forma de paz.

-Lo siento chicas, pero no he estado muy concentrada-. Dije suspirando.

-Lo notamos hace rato en el estudio, teníamos mucho tiempo ahí y también nos contaron que estas por perder la voz, ¿Te vas a dejar vencer?, te conozco y sé que te cuidarías, hazlo por Bella-. Asentí.

-Y bueno, ¿A qué vinieron chicas?-. Dije cambiando de tema.

-Bueno, vine a invitarte a cenar, quería platicar contigo-. Dijo Sofía nerviosa.

-Y yo venía invitarte a comer, pero necesito irme, tengo una junta, la dejamos para después-. Asentí y me despedí de Madelaine.

Horas más tarde, subimos a ver a Bella, y nos quedamos practicando con ella español.

-Mami, ¿podemos salir a pasear con Sofí?-. Asentí y mire a Sofía para que aprobará la decisión de Bella.

-Sí, claro, pero tenemos nuestra cena ¿Okay?-. Asentí y salimos de la oficina.

Lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora