CAPITULO 38: LA PIJAMADA

18 1 0
                                    

Una noche estaba en casa de Madelaine, con las chicas, decidimos hacer una pijamada, teníamos tiempo sin hacer una y creímos que era el momento indicado para hacerlo, nos necesitábamos la una a la otra, y aparte así nos pondríamos al corriente de los chimes.

Cuando terminamos de ver una película de terror propuse jugar 1mn en el paraíso y claro todas aceptaron; fui la primera en girar la botella, y cuando se detuvo la botella mire a la chica con la que me tocaría entrar al armario, estaba sorprendida, pero desde hace tiempo quería probar sus labios, así que cuando la mire sonreí pícaramente, ella trago en seco y se levantó.

Al entrar al armario, nos miramos y ella estaba nerviosa, sus mejillas estaban enrojecidas y estaba temblando.

-Tranquila Nessa, no va a pasar nada si tú no quieres, la decisión es tuya, yo respeto-. Sonreí esperando a que me dejara besarla.

-No, esta bien...-. La bese.

Pegue a Vanessa a mí, la cargue y la pague contra la pared, nuestro beso se iba intensificando poco a poco, ella no se despegaba de mí y tampoco quería que parara, así que seguí besándola; cuando iba a pasar más acción sonó la alarma, ambas nos despegamos y nos arreglamos, para que así pensaran que no había pasado algo, sabíamos cómo se pondrían.

Saliendo del armario todas se nos quedaron viendo, querían descifrar si había pasado algo, pero ambas mostrábamos seriedad y tranquilidad, así que les costaría más adivinar; después entro Lili y Camila a la habitación, y déjenme decirles que no son nada discretas con lo que sucedió, se escuchaban sus bajos gemidos, sabíamos que lo estaban disfrutando, y siendo sincera me daba algo de celos, Camila es una de mis chicas, y ver que esta con alguien más es frustrante pero a la vez lo entiendo, pero no sé, es raro. Cuando salieron tenían sus labiales corridos y estaban agitadas, y la parte más graciosa es ver como intentaron disimularlo, pero no son buenas en ello.

Giro la botella Sofía y por casualidad le toque yo, o seguramente le pidió al universo que saliera yo; entramos al armario y nada más al cerrar la puerta...ella se abalanzó sobre mí y me beso, ¿Quién soy yo para negarme?, la bese desesperadamente, sus labios me gustaban, eran suaves y carnosos, sabían a fresa; coloqué mis manos en sus cintura y la pegue a mí, nos miramos y sonreímos.

-Siempre has sabido como volver loca a alguien-. Sonreí y continuamos besándonos, pero no duro mucho nuestro momento calenturiento.

La alarma sonó, nos arreglamos y salimos del armario.

-Todas sabemos que se besaron, si las dejan solas y a oscuras son capaces de hacerlo ahí mismo-. Reí ante el comentario de Madelaine celosa.

-No me envidies Petsch, la tuviste contigo, y la desperdiciaste-. Me sorprendí demasiado con el comentario de Sofía, pero era cierto.

Varias partidas más tarde me toco con Madelaine por primera vez después de tantas rondas, sin duda ambas nos levantamos rápidamente y entramos, íbamos a tener un rato así después de tanto tiempo, y siendo sincera la idea me agradaba, extrañaba sus labios carnosos y con sabor a cereza.

-Por fin un momento a solas Petsch-. Asintió. -¿Por qué tan callada?, pensé que querías esto, parecía que lo querías-. Sonreí coqueta.

Me beso y seguí su juego, hasta que ella se despegó.

-No puedo hacer esto, necesito confesarte algo-. Dijo acelerada.

-¿Qué pasa?, ¿Ya no te gusto?-. La mire preocupada.

-No, si, es que...hay algo que te he ocultado por mucho tiempo y ya no puedo ocultarlo más-. No dije nada, estaba nerviosa. –Te fui infiel y por eso me divorcie de ti, no quería hablarlo, y la salida más fácil fue divorciarnos, sé que te hice mucho daño y gracias a mi perdimos a nuestro bebe, pero fue algo que sucedió rápido y caí en cuenta al final, y...-. Le puse mi mano en la boca.

-No digas más, ya dijiste suficiente...-. Trague en seco y me limpie las lágrimas. –Pensé que yo era una imbécil y me había equivocado, pero todo este tiempo fuiste tú...me hiciste creer que yo...-. Sonó la alarma y salí del armario.

Al salir del armario tomé mis cosas y salí de la casa; maneje y maneje por varios minutos, hasta que decidí ir a un lugar que me encantaba, y sentía que era mi espació privado. Durante el viaje me estuvieron lloviendo las llamadas y mensajes, pero no quise prestar atención, no podía, solo tenía en mi cabeza las palabras de Madelaine, realmente me había lastimado...

Cuando llegue al lugar, suspire y baje del auto, abrí la cajuela y me senté, necesitaba respirar un poco y calmarme; mientras miraba el horizonte recordé que tenía una botella en el asiento delantero, así que fui por ella y la tomé, desde ahí comencé a tomar sin parar, me sentía derrotada, jamás creí que Madelaine fuera a hacer algo así, realmente confíe en ella, creí que la estúpida era yo, pero no fue así...

Rato más tarde estaba comenzando a oscurecer y yo seguía tomando, pero había un ruido que me distraía... se escuchaba a lo lejos, pensaba que era mi mente borracha, pero se escuchaba cada vez más cerca, así que decidí investigar que era. Cuando me acerqué a aquel ruido que se escuchaba a lo lejos, noté que había una caja en el piso, me acerque a ver de qué se trataba, y al descubrirlo quede totalmente en shock, no podía creer que eso estuviera pasando, había un bebe en una caja, lo tomé sin pensarlo y regrese a la camioneta, donde rápidamente conteste la llamada entrante.

Llamada de Sofía:

-Finalmente contestas, ¿Dónde estás?-. Dijo Sofía suspirando.

-Sofía, acabo de encontrar a un bebe, ¿Qué hago?, ayúdame, ¿A dónde voy?-. Dije nerviosa.

-¿Qué?, ¿Dónde estas?, mejor ven a la casa, seguimos aquí todas y estamos preocupada por ti, date prisa-. Dijo preocupada.

-Es que yo...él bebé...-. Dije temblando.

-Solo ven, aquí te ayudamos-. Asentí y colgué.

Maneje hasta la casa de Madelaine, no la quería ver, me sentía devastada, pero ahora necesitaba ayuda de las chicas, no sabía qué hacer con un bebe, en verdad me sentía nerviosa y preocupada, todo era nuevo para mí, primero me dicen la verdad sobre mi divorció y ahora encuentro a un bebe abandonado.

Qué carajos está pasando en mi vida?

Se supone que con la pijamada tendría sexo y aventura de una sola noche, (bueno solo por el juego), no un bebe en mis brazos y una verdad que me atormentaría siempre.

Lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora