CAPITULO 44: ELLA...

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Me había desmayado de la preocupación, y desperté en una silla de ruedas, alrededor de mí se encontraba una enfermera, Sofía, Nick y Mark, se veían preocupados por mí, y en cierto punto yo no recordaba que había pasado, hasta que la enfermera me lo recordó, volví a ponerme mal por ello, pero logré calmarme. Sofía me contó que le había marcado a los chicos y que vendrían, yo le agradecí y le pedí que me dejara sola, así que salí del hospital y me dirigí a mi camioneta; estando en la camioneta busque mi cajetilla de cigarros, tomé rápidamente uno y lo coloqué en la comisura de mis labios, después tomé el encendedor y prendí el cigarrillo, apenas encendió di la primera calada; al sentir el humo de aquel cigarrillo mi cuerpo se fue calmando, no era una persona que le gustara fumar, pero a veces me hacía calmarme.

Me senté en una banca fuera del hospital y continué fumando, hasta que llegaron las chicas y los chicos, todos estaban serios y se les notaba su preocupación, pero yo decidí ignorarlos, no quería pelear no me sentía en condiciones de hacerlo.

-¿Volviste a lo mismo?-. Dijo Madelaine mientras volteaba los ojos.

Mire a Madelaine y no conteste a su pregunta, solo la ignore, pero creí que todo pararía ahí y podría seguir fumando, hasta que llegó Sofía.

-¿Qué estás haciendo?-. Dijo mientras miraba el cigarrillo asqueada.

-Todos sabemos que estoy haciendo, y les pido que me dejen sola-. Dije algo molesta.

-No lo haremos, así que dame eso-. Dijo Madelaine mientras me quitaba la cajetilla de cigarros. –Te quite esto una vez y lo haré nuevamente-. La mire muy molesta.

Cuando yo estaba con Madelaine llegue a fumar unas cuantas veces, hasta que me quito el vició solamente porque a ella no le gustaba que lo hiciera y odiaba el olor, yo le hice caso, no renegué, pero ahora ella no tenía derecho de decirme que hacer.

-Regrésame esa caja ahora, y no estoy jugando-. Dije en un tono más molesta. –Y te juro que si no me das la caja te vas a arrepentir-. Ella negó y se acercó a mí retándome.

-¿O qué?, no te tengo miedo y lo sabes, ahorita estas dañada y lo entiendo, así que vas a hacerme caso-. Yo ya estaba muy molesta.

Tome a Madelaine del brazo y le arrebate la cajetilla, la hice a un lado y me aleje de todos ellos, no quería pelear con ellos y no quería que me dijeran que hacer.

Después de haberme alejado unos metros de todos, prendí otro cigarrillo, el que tenía se había consumido rápidamente.

No sabía que hacer en estos momentos, Bella estaba en el hospital y los doctores no nos decían nada, yo le dije a Sofía que sanaría y estaría con ella, tenía mucho miedo, miedo de no saber si Bella estaba bien y miedo de no saber si realmente amaría a Sofía después de sanar, no la quiero dañar y no quiero que Bella este mal, todo es tan confuso y preocupante, que no sé cómo reaccionar.

Horas más tarde ya me encontraba nuevamente en la sala de esperas, estaba sentada mirando a la nada, sentía la mirada de las chicas y de los chicos, pero no los mire y tampoco hable, ya les había dado una escena caótica antes, no merecen drama ahora.

Pasaron unos minutos más cuando un doctor salió y comenzó a gritar.

-Familia de la paciente Bella Sophia-. Todos nos levantamos al instante y nos acercamos al doctor.

-¿Quiénes son los familiares?-. Nick, Mark y yo levantamos la mano. –Lamento tener que informarles que la pequeña Bella se ha marchado, intentamos de todo por salvarla, al parecer le dio un derrame cerebral y gracias a ello le dio la convulsión, lamento mucho tener que informarles esto-. Todos comenzamos a llorar.

Mi mundo se nublo completamente, no podía pasar esto, Bella era la niña más linda e increíble que conocía, ella tenía mucho por lo cual vivir, simplemente no podía pasar esto...tan solo era una niña, una niña de 5 años que tenía sueños e ilusiones...

-¿Ashley? ¿Ashley?-. Dijo una voz familiar. –Despierta, tienes que reaccionar, no te puedes irte tú también-. Abrí los ojos completamente y vi a Sofía, me había desmayado nuevamente.

-Necesito verla, necesito ver a Bella-. Dije levantándome rápidamente del asiento.

-Tranquila, si pasaras a verla, pero necesitamos que te tranquilices, no alteres a los demás-. Mire a Lili con ganas de matarla, si ella supiera que se siente esto reaccionaria igual, pero decidí hacerle caso.


Cuando entre a ver a Bella todo fue peor, me sentí inútil y a la vez una asesina, probablemente Bella venía muerta en el camino a casa y yo no me di cuenta, probablemente estaba enferma y no preste atención, hay miles de teorías y solo sé que yo tuve la culpa, y eso jamás se me olvidaría...

Me acerque a Bella, tomé su mano y después acaricie su rostro, no me importo como lucia, era mi hija, mi princesa y no podía dejar de ver su belleza, aunque en esos momentos estaba demasiado pálida...me dolía verla así y no poder hacer nada, ya la había perdido, llegue tarde para salvarla...la había salvado una vez, y no pude salvarla nuevamente, me sentía muy idiota y una asesina...

-Princesa...perdóname, no entiendo como no me pude haber dado cuenta que te sentías mal o que no estabas ya aquí, quiero que me perdones, me siento tan idiota...-. Comencé a llorar. –Quiero despedirme de ti, pero no encuentro las palabras, ni las fuerzas de hacerlo, estoy...estoy destruida si no estás conmigo, tú hacías mi vida mucho mejor...tenías tan solo 5 años, una pequeña que tenía una vida por delante y muchos sueños...quiero que me perdones...-. Me solté a llorar en su pecho.

La vida era tan injusta conmigo, pero supongo que es porque quiero todo y no puede ser siempre así...aunque hubiese preferido que me llevara a mi...me lo merezco más...

Bella, siempre vivirás en mí, perdóname otra vez...

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