capítulo 7: Día de inauguración.

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Así fue como tras limpiar y un poco, esa tarde reabrimos la tienda, con todo lo que traje colocado en los estantes y ayuda de Luna fue que decidí reabrir la tienda, aunque le tomó un rato, Layla se adecuó a la idea de un espectro, aunque no se lo mencioné al resto del pueblo, al menos no de momento.

-Que buen equipo -Decía Luna mientras miraba a uno de los clientes.

-No acoses sexualmente a los clientes. -Le reproché.

-Mirarle el paquete no es acoso si no sabe que se lo estoy mirando. -Al final solo puedo suspirar, aunque la ayuda me viene bien y sí o sí ella tiene que vivir en esta casa, al menos me gustaría que se controle en horario laboral.

Los productos más vendidos son la sal, los condimentos y el aceite, por lo visto son caros en este mundo por lo que mis ofertas llaman la atención, además de que parece que lo mío tiene mucha más calidad que el promedio, otra cosa que popular son las barras de chocolate, no solo entre niños, sino también entre los guardias y algunos granjeros, supongo que tener un subidón de azúcar tan a mano es útil para cualquiera. De momento no pienso vender medicinas o cuchillos hasta descubrir si esta aldea tiene o no un herrero y boticario, quiero dinero no sacarle el trabajo a nadie.

-Chocolate... -Dijo Carla mientras se acercaba al mostrador con 12 barras.

-Claro, son 20 cobres por barra por lo que son 2 platas y cuatro cobres. -Dije sonriente mientras pasaba la cuenta, al final logramos convencerla de que no usara la campera si no hacía frío... aunque fue bastante difícil.

-Parece que el negocio va bien. -Dijo Chuck mientras entraba con una sonrisa, aunque yo lo miré con cierto desprecio, por si se lo preguntan, terminamos tapeando la ventana.

-Señor ¿Por qué la ventana está rota? -Preguntó una niña.

-Yo también me lo pregunto... ¿Capitán? -Este me miró indignado.

-Ya te dije que lo sentía. -Dijo mientras me apuntaba, yo golpee el mostrador.

-¡No lo hiciste!

-En mi corazón lo hice. -Supongo que de tal palo tal astilla...

Para cuando la tarde terminaba habíamos vendido casi todo, cuando el sol terminó su turno igual nosotros, pero entonces Layla se acercó a la tienda junto a una niña pequeña.

-Parece que fue un buen primer día. -Dijo sonriente mientras me miraba.

-Sí, vendí todo lo que tenía, creo que mañana tendré que ir por más. -Dije mientras veía la tienda vacía, debo decir, que este tipo de vida no es para nada malo, entonces me fijé en la pequeña que acompañaba a la líder, por lo que me arrodillé para saludarla.

-¿Tú quien eres pequeña? -La niña se aferraba a la falda de Layla.

-Mami ¿Quién es este hombre? -Espera ¡¿Mami?!

-Es el nuevo tendero mi niña. -Dijo Layla mientras la alzaba en brazos. -Momento ¿Layla está casada? o mejor ¡¿Es una MILF?! O dios mío, eso es mucho que procesar.

-Layla, no sabía que tenía familia, mis felicitaciones al afortunado. -Dije con la mejor intención aunque esta negó con la cabeza.

-Mi esposo murió hace tiempo en la batalla contra la calamidad floral, desde entonces crio a esta niña sola. -¡Tenemos MILF!

-Oh, mi más sentido pésame. -Pero la mujer frente a mí negó con la cabeza.

-Tranquilo, fue hace ya casi 5 años, la verdad es que esta pequeña ni siquiera conoció a su padre y eso es algo triste. -Pero entonces la niña me miró curiosa.

-¿Eres el novio de mamá? -¡Dios te oiga niña!

-No, sólo somos amigos. -Dije con calma.

-¡Pero le quiere dar como a cajón que no cierra! -Grito Luna desde detrás del mostrador.

-¡Cállate! -Grité mientras la veía, aunque las demás solo se rieron, al final saqué una barra de chocolate de mi bolsillo.

-Toma niña, considéralo un pago porque no cuentes lo que pasó aquí. -Cuando le ofrecí el dulce los ojos de la niña brillaron.

-Así que los rumores eran verdad.

-¿Ya hay rumores? -Pregunté sorprendido.

-Pueblo pequeño boca grande. -Dijo entre risas Layla.

-Supongo que era de esperarse, si me disculpa, tengo que ir a comprar la cena. -La mujer frente a mí bajó a su hija y desviando la mirada dijo.

-Bueno, sino para agradecerte por abastecer nuestro pueblo, déjame cocinar para ustedes esta noche. -Tras eso fuimos por algunos ingredientes y los cuatros comimos en casa, aunque es algo extraño, admito que esta nueva vida no está nada mal...

mi tienda en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora