Al darnos la vuelta nos encontramos con la figura de un tipo joven, no más de 20 años, regordete y con ropa bastante lujosa, junto a él, venía un hombre anciano, bastante musculoso y con ropa más simple, aunque claramente más cómoda para andar.
-"¿Y este quien es?" -Pensé para mi mismo, pero Layla se veía algo asustada.
-¡Señor Donovan! ¿Qué... ¿Qué lo trae a nuestro pequeño pueblo? -Dijo algo asustada, yo sólo podía observar confundido, pero el tipo regordete habló con cierto aire de altanería.
-Escuché rumores de un extraño comerciante que vendía telas nobles a los plebeyos, pero está claro que la cosa es más grande de lo que esperaba ¿Construiste una casa de baños para los plebeyos? Eso no es bueno, si los mimas demasiado empezarán a exigir cada vez más, creí que sabías eso Layla. -Dijo con cierto desprecio, ella por su parte bajó la cabeza y se colocó sobre su rodilla.
-Le ruego me perdone, es sólo que creímos que...
-¡Solo que nada! -Calló a Layla con severidad.
-Yo... lo siento. -El hombre la miraba con desprecio.
-Pensar que confié en que podrías cuidar un pueblo, debí saber que lo único que una mujer podría cuidar sería de su casa. -Si estuviéramos en Twitter a este lo habrían funado ya ocho veces antes de que toque el suelo... Pero ya me harté de escuchar esto, así que voy a actuar.
-Creo que deberías bajarle un cambio ¿No crees? -Dije mientras me adelantaba, en ese momento el tipo me miró enojado mientras que Layla se mostró asustada.
-¿Y tú quien te crees que eres? -Me respondió el tipo rico.
-Me llamo Marcos, manejo la tienda de este pueblo ¿Podrías decirme tu nombre también?
-¿Por qué tendría que dar mi nombre a un plebeyo? -Dijo el tipo.
-Decían que los ricos son más educados, claro está que se equivocaron. -Respondí, en ese momento se ve que el gordito se estaba enojando cada vez más, pero entonces Layla intervino.
-Señor Tendero, él es el hijo del señor feudal de estas Tierras, el joven señor Novis. -Así que un noble.
-¿Eres el dueño de estas tierras? -Novis levantó la cabeza con orgullo.
-¡Claro que lo soy! Por eso deberías mostrarme más respeto. -Yo sólo levanté la ceja.
-Eso significa que si nos vamos serías el dueño de una tierra vacía. -En ese momento el noble me tomó del cuello de la camisa, pero antes de que pudiera hacer algo, el anciano detrás de él lo noqueó con un golpe a la parte trasera del cuello, en ese momento todos quedamos bastante sorprendidos, pero entonces el anciano habló.
-Le pido disculpas señor tendero, mi hijo es un estúpido que aún no entiende como funciona el negocio familiar. -En ese momento Layla se veía super preocupada.
-Espera ¿Hijo? ¡Oh por la Diosa! Disculpe mi insolencia al no saludarlo antes mi señor! -Dijo mientras se arrodillaba, pero el anciano le pidió que se levantara.
-Las formalidades son como la ropa cara, inútiles en terreno escarpado.
-Parece que sí hay nobles inteligentes. -Respondí, quizá demasiado altanero.
-Sí, gracias a las innovaciones que usted a estado introduciendo es que poco a poco más gente está pasando y acentuándose en nuestro territorio, por eso le agradezco.
-No necesita agradecerme, sólo hago mi trabajo. -Respondí con una sonrisa, aunque Layla seguía algo asustada por la situación.
-Espera... ¿Cómo? ¿Por qué? -Decía aún aterrada, pero el noble de ropa modesta habló.
-Si la gente pasa hambre abandonará a su señor, pero si les das comodidades, verán al señor de estas tierras como un santo y lo seguirán de por vida. -Respondió el noble a Layla.
-Creo que por eso es tan amable conmigo, ya que sabe que puedo dar comodidades que atraigan más gente al territorio. -Pero el noble me miró sorprendido.
-Espera ¿Lo sabías y aún actúas como si no te importara ser usado? -Yo solo sonreí.
-Mientras pueda seguir haciendo negocios está bien. -El noble entonces sonrió.
-En ese caso, vamos al ayuntamiento a hablar de negocios...
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mi tienda en otro mundo
FantasíaDespués de ser rechazado de 100 entrevistas de trabajo los dioses del multiverso me hicieron una oferta "Ven a trabajar a mi mundo" Así, armado con las habilidades de puerta dimensional y bendición del comerciante terminé abriendo mi propia tienda e...