Capítulo 28: A gran escala.

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Mientras los guardias se encargaban de guiar a la gente en la casa de baños(creo que en realidad se quedaron a bañarse solamente) Layla, el señor Donovan padre y yo discutíamos sobre un nuevo plan, aunque no podía preocuparme porque su hijo llevaba inconsciente desde hace media hora.

-Oiga ¿Seguro que su hijo está bien? -Donovan miro al tipo en el suelo, le dio una patada suave y este se retorció en el suelo.

-Sigue vivo si es lo que te preguntabas.

-Sí, es solo que, no se ofenda, pero sé que un golpe en la parte trasera del cuello puede provocar daño severo o la muerte. -Ante esto el noble me miró sorprendido.

-¿Conoces los fundamentos del puño de oro?

-¿Puño de oro?

-Es una variante del estilo humano que usan los plebeyos, pero con golpes a puntos precisos, combina anatomía con combate. -Así que es algo así como la técnica de puntos de presión del kung fu.

-Bueno, conozco un poco de anatomía básica, pero lamentablemente no, por eso no sabía los efectos secundarios de aquel golpe. -Donovan sonrió.

-Bueno, supongo que es natural, esta rama solo se enseña a la nobleza, aunque solo para cerrar el tema, digamos que mi golpe solo desactivó un conjunto de nervios muy específicos, uno sin los cuales sus noches serán mucho más aburridas. -Dijo mientras soltaba una risotada, yo por mi parte no lo podía creer, sé que es un mundo de fantasía, pero ¿Un golpe que provoca disfunción eréctil permanente? ¡Eso es aterrador!

-En cualquier caso, dijo que quería hablar de negocios. -El noble asintió.

-Tal como quedó demostrado, sus innovaciones han traído prosperidad y lo más importante, volvieron este pueblo atractivo para los aldeanos.

-Entiendo eso.

-Por eso quiero que haga algo así a nivel territorio.

-¿Disculpe?

-Debido a mis estúpidas ambiciones juveniles, exigí a mis súbditos más de lo que debía, a sus hombres para la guerra e impuestos excesivos para financiar mis campañas en busca de más tierras, al final conseguí duplicar mi territorio, pero quienes vivían en mis tierras abandonaron mi dominio buscando una vida mejor. -Tiene sentido, supongo que por eso fue tan severo cuando su hijo trató de abusar de nosotros.

-Por eso quiero que cree un plan para revitalizar estas tierras y crear nuevas aldeas y ciudades. -Admito que eso es un poquito intimidante.

-Creo que podría, pero depende de su respuesta a esta pregunta ¿Qué recursos tengo disponibles para ello? Y lo otro ¿Quiere sólo humanos o aceptará cualquier raza?

-En cuanto a los recursos, tendrá disponible todos los recursos que disponemos en la tesorería así como la ayuda de mi hijo menor, quien volvió de sus campañas militares hace unas semanas con el título de general, por lo que supongo que le será útil, en cuanto a lo segundo, realmente preferiría no tener razas tabú, pero si usted es capaz de controlarlas, entonces supongo que podría aceptarlas mientras paguen los impuestos y no creen el caos en el territorio. -¿Razas Tabú? Ese es un término que no había oído hasta ahora, pero entre dientes se le podía oír susurrar algo a Donovan. -Pensar que estaría tan desesperado cómo para aceptar razas tabú... si me viera mi padre estaría decepcionado. -Tras pensarlo un rato terminé por asentir.

-Muy bien, trataré de evitarlas pero por favor, deme unas dos semanas para pensar en todo y luego le informaré para que comencemos los preparativos para la repoblación del territorio. -En ese momento pude ver como los ojos de aquel viejo noble se llenaron de luz de esperanza.

-Con gusto, en dos semanas enviaré a mi hijo aquí para ayudarte...

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