Cap 2. Priviet.

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Buenass, buenass <3

Espero que te guste mucho el capítulo

Vas a odiar a alguien...

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Al abrir la puerta, una oleada de aire con olor a nicotina y alcohol se abalanzaba sobre Viktor, haciéndolo regañar el rostro.

El polvo y la mugre se hacían notar sobre los muebles de roble oscuro de la entrada.

El muchacho avanzó lentamente, como si no quisiera ser oído.
Dado pequeños pasos sobre el suelo de madera, dejó atrás el salón; había alguien allí, la televisión se encontraba prendida.
Casi llegaba a la cocina, donde dejaba atrás aquel piso chirriante, para toparse ahora con unas baldosas marfiles, pero los dichosos tablones resonaban a cada paso, anunciando su presencia.

--Piszdéts-- musitó, apretando los puños.

--¡Hijo!-- gritó su padre desde la sala de estar.

Volkov resopló y se dio la vuelta para llegar al salón, de donde procedía la voz.

La habitación lucía apagada, a duras penas se podía observar nada, al menos, la luz que proyectaba el televisor permitía notar la silueta de un señor gordo sentado sobre un viejo sillón.
El hombre desprendía un desagradable hedor, mezclado con el humo del cigarrillo que estaba fumando.

--Pensé que no ibas a venir nunca, joder-- dijo el hombre en un tono claramente molesto, sin apartar la vista de la pantalla.

--Estaba en...-- Viktor trató de hablar, en un tono neutro y con la cara seria.

--Hazme la cena-- ordenó el gordo, aún sin mover un centímetro de su cuerpo más que el brazo, para dar caladas a su cigarro.

El joven volvió a apretar los puños, con fuerza, tanta que incluso sus uñas comenzaron a clavarse sobre las palmas, haciéndolas sangrar levemente. Tensó la mandíbula, y sin mediar palabra se marchó de allí en dirección a la cocina.
Caminó a pasos pesados, molesto, tratando de calmar esa ira que ardía en su interior.

No pensaba romperse la cabeza pensando en que preparar, algo sencillo sería más que suficiente.
Abrió el armario de la despensa y ojeó el interior del mismo.

Pasta.
Era perfecta, fácil, rápida y consistente.
Tomó un paquete de macarrones.
Los llevó hasta los fogones, allí colocó un caldero, donde vertió la pasta. Cubrió toda ella con agua y la dejó al fuego.

Seguidamente agarró un par de platos e intentó depositarlos sobre la encimera, pero se hallaba cubierta de losa mugrienta; las moscas disfrutaban alegres de los restos de comida pegajosos que descansaban en la vajilla. Una arcada emergió de las entrañas del ruso al presenciar como un pequeño ser gelatinoso reptaba tranquilo por ahí en medio.
Tanto tiempo habían pasado aquellos platos allí que hasta gusanos consiguieron reproducirse en el lugar.
Viktor hizo una mueca de asco, y llevó los platos a otra parte, pues no pensaba tocar ese ecosistema.

Mientras los macarrones se cocian, decidió revisar su teléfono.
Apoyó la espalda contra la pared y se sacó el móvil del bolsillo trasero del pantalón.

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𝙃: 𝘩𝘢𝘴 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘺𝘢 𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢? 22:32 √√

𝙃: 𝘴𝘪 𝘵𝘦 𝘱𝘢𝘴𝘢 𝘤𝘶𝘢𝘭𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘢𝘷í𝘴𝘢𝘮𝘦 22:40 √√

𝙷𝚘𝚛𝚗𝚢 24/7 𝐕𝐨𝐥. 𝟐 {𝘝𝘰𝘭𝘬𝘢𝘤𝘪𝘰}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora