Cap 20. Navidad.

292 22 67
                                    

Buenass, buenass

Bueno este es el último capítulo aaa
No me lo creo, todo ha pasado tan rápido, parece que fue ayer cuando estaba escribiendo "Segunda round" jajaja.

Espero que les guste mucho este capítulo, denle amor.

Tenía varios finales y opté por este, espero no decepcionarlos.

_________________________________________

Un ligero resplandor pertubaba sus ojos aún dormidos. En un cuarto oscuro donde las paredes negras apenas podían ser diferenciadas del también azabache suelo, una figura luminosa chillaba y revoloteaba. Horacio avanzó temeroso hacia aquella claridad. Cuando estuvo a pocos metros fue capaz de diferenciar la bella silueta de una mujer, delgada y con curvas bien marcadas, no portaba rostro ni marca alguna que poder divisar, era simple luz lo que la componía. Portaba en su mano una filosa daga de plata. Aquel fantástico ser le entregó el arma blanca al francés.
El muchacho la tomó con manos temblorosas sin apartar la vista de la mágica chica, porque a pesar de no tener ojos, boca o nariz, de ella emanaba un sentimiento de tristeza, desesperanza y agonía capaz de cautivar a cualquiera.
Tras depositar la daga sobre las manos de Horacio, la mujer comenzó a correr por todas partes, iluminando cada lugar oscuro por el cual pasaba. El crestado trataba de seguirla con la mirada, sin embargo, ella era demasiado rápida. Miró la daga. Acarició el filo. Vio un rastro de sangre en la plata. Revisó su dedo, el cual había sido cortado inconscientemente. Ni siquiera sintió dolor cuando fue herido, pero sí al ver la sangre. Regañó el rostro disgustado. Derrepente el ser de luz frenó sus pasos. El lugar quedó sumido en una total noche sin Luna ni estrellas.

--Bella durmiente...-- Víktor acarició el cabello de Horacio intentando despertarlo.

El menor abrió los ojos, parecía agitado. Revisó sus manos con frenesí en busca de algún rastro de cortes. Nada. Respiró aliviado y volvió a recostarse entre las sábanas.

--¿Qué pasa?-- interrogó Volkov confuso por ese tan extraño despertar.

--Nada, estaba soñando-- el muchacho se rodó hacia un lado, dejándole así espacio en la cama a su pareja.
--¿Qué haces aquí tan pronto?-- preguntó, echando una ojeada al despertador que descansaba sobre la mesilla de noche, al tiempo que el ruso se sentaba en el colchón.

--¿No sabes en que día vives?-- rio Víktor sujetando juguetón la mano contraria sobre su pierna.

Horacio negó con la cabeza. Pensó en si sería su cumpleaños o algo por el estilo, sin embargo, aquello era imposible pues ya había sido.

--Hoy es Nochebuena-- informó el peligris.

El menor sonrió ilusionado. Era cierto, ¿cómo se le podía haber olvidado? Durante las últimas semanas había estado ansioso por la llegada de ese día. Una celebración justo antes de Navidad junto a su madre, su hermano, su novio y su cuñada, ¿cabía la posibilidad de mejorar aquello? Por supuesto que no. Todas las personas importantes para él juntas una noche, riendo, cenando y al final, compartiendo regalos.

La pareja abandonó la cama, no sin antes regalarse un caluroso beso mañanero. Juntos salieron a la sala donde encontraron a Charlotte colocando algunas velas rojas en la mesa.
El olor a chocolate inundaba el ambiente, al igual que lo hacía el aroma a dulces. Horacio divisó la encimera de la cocina a la lejanía, sobre esta descansaba un plato repleto de pequeños hojaldres, acompañados por unas tazas rojizas, decoradas con dibujos navideños como muñecos de nieve, muérdago y arbolitos, de las que salía algo de humo.

--Hijo, Víktor me ha ayudado a preparar esos dulces y chocolate caliente, id a desayunar-- comentó la mujer presentando una linda sonrisa.

Horacio ojeó a su novio algo tímido e ilusionado. Amaba los detalles, y cosas como aquella eran las que marcaban la diferencia. Tomó la mano de Volkov y tiró de él hasta que ambos estuvieron frente a su delicioso desayuno.

𝙷𝚘𝚛𝚗𝚢 24/7 𝐕𝐨𝐥. 𝟐 {𝘝𝘰𝘭𝘬𝘢𝘤𝘪𝘰}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora