𝙷𝚘𝚛𝚗𝚢 24/7 𝐕𝐨𝐥. 𝟐 {𝘝𝘰𝘭𝘬𝘢𝘤𝘪𝘰}

Cap 11. Dibujo.

Buenass, buenass :p

Se me ocurrió una idea buenísima y escribí esto en un solo día wow

Espero que te guste mucho :v

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Después de acompañar a Horacio hasta su casa, Víktor debía volver a la suya.
No pudo parar de sonreír durante todo el trayecto. Estaba ilusionado, vaya que si lo estaba, por su cabeza no pasaba otra cosa que no fuera el nombre de su amado, cada cosa que hacía o decía le recordaba a él de una manera u otra.

Nunca pensó que se sentiría tan cómodo a la hora de compartir momentos íntimos con alguien, pero con el francés había sido tan sencillo, no sentía incomodidad al tocarle o al mostrar su cuerpo sin ninguna armadura.

Le encantaría poder hablarle a su madre sobre todo aquello, ella le apoyaría y seguramente le daría buenos consejos, sin embargo ese deseo sería solamente eso por siempre, un deseo. Hablaría con su hermana sobre el crestado, no todo por motivos bastante obvios, pero si intentaría confiarle sus sentimientos.
A su padre ni pensarlo, no quería ni imaginar que sería capaz de hacer aquel hombre si se enterara de algo así, nada bueno claramente.

Entró a su vivienda sin siquiera imaginar a quien iba a encontrar allí. Se llevó una no muy grata sorpresa al notar la presencia de Alexander junto a su padre en el salón.
Frenó sus pasos junto a la puerta, admirándolos a ambos desconcertado.

La sonrisa plagada de malicia de Ivanov lo hizo apretar la mandíbula, pensamientos que no quería tener sobre la visita de aquel muchacho inundaron su mente, al igual que hicieron algunos otros más temerosos al ojear el rostro ardiendo en ira del viejo, quien apretaba los reposabrazos del sillón con dureza mientras lo fulminaba con la mirada.

--¿Qué pasa aquí?-- interrogó, recapacitando sobre si realmente quería recibir una respuesta.

Su padre señaló la silla colocada ante él, dándole indicaciones para que se sentara, sin mediar aún palabra, ni un mísero "hola".

Volkov andó cauteloso hacia la silla y tomó asiento en ella, quedando a pocos metros de los otros dos hombres.

--Alexander siempre ha sido un chaval al que admirar, sobretodo por su faceta empática, preocupándose por el bien de los demás-- comentó el viejo.

El ruso continuaba totalmente confundido, no tenía idea de a donde pretendía llegar aquel sujeto.

--Es por eso que hoy ha venido a verme, para hablarme sobre tí y lo que te está sucediendo-- continuó, utilizaba un tono agradable cuando hablaba de Ivanov, no obstante este se esfumaba cuando sus ojos volvían a voltear hacia el peligris.

Víktor no quería creer a su cabeza, a sus intuiciones sobre lo que se venía, no podía creer que su amigo podría llegar a hacer algo tan ruin.

--Estás tomando un camino equivocado-- afirmó
--Hay cierta persona en tu vida que no debería encontrarse ahí, ya que por su culpa te estás dejando llevar hacia un extremo a donde no deberías ir-- suspiró, tratando de mantener aquella aparente calma que no solía portar.

Alexander no paraba de mirarlo, muy sonriente, demasiado. Como si hubiera estado premeritando todos los hecho hacía un tiempo.

--Tu...el marica, Horacio, ese-- dijo, soltando una pequeña carcajada asqueada.

Las sospechas de Volkov eran ciertas. Frunció el ceño al oir al hombre decir aquello.
--No...-- trató de defenderlo.

--Cállate-- le ordenó su padre, empezando a ser él mismo nuevamente.
--Me importa una mierda lo que opines, me importa una mierda si te parece bien o si no, y me importan una mierda tus asquerosos sentimientos-- aseguró.
--Pero vas a mandarlo a tomar por culo, olvidate de él y que él haga lo mismo-- informó.