𝙷𝚘𝚛𝚗𝚢 24/7 𝐕𝐨𝐥. 𝟐 {𝘝𝘰𝘭𝘬𝘢𝘤𝘪𝘰}

Cap 15. Tuyo.

Buenas, buenas :)

Espero que te guste mucho el capítulo

Te aviso después por si quieres poner esta canción:

.•♫•♬• I wanna be yours
(Arctic Monkeys) •♬•♫•.

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Antes de abandonar el baño, Víktor disfrutó unos segundos más de la corta distancia que separaba su cuerpo del de Horacio para besar todo su rostro, desde su frente, bajando por la nariz, entreteniéndose en sus mejillas y por último llegando a sus carnosos labios ya rojizos y levemente hinchados. Necesitaba sentir aquella piel, asegurarse de que estaba allí realmente, no quería tenerlo lejos nunca más.

El menor rio ante aquellos cariños por parte de Volkov, generalmente era cariñoso con él, pero no tanto, podía notar el sentimiento de culpa de Víktor, el miedo por perderlo, ese que también él tenía.
Se dejó querer, al fin y al cabo era lo que había ansiado todos estos días, sentirse querido, que su novio lo quisiera...espera, ¿era su novio verdad?

--Sigues siendo mi novio, ¿verdad?-- interrogó el crestado provocando que el mayor detuviera los besos sobre su cuello.

--Horacio...-- rio --¿responde esto a tu pregunta?-- volvió a tomar posesión de la boca de muchacho, fundiéndose en un profundo beso.

Víktor no se reconocía, sí, había extrañado al francés, pero nunca creyó ser capaz de sacar aquel lado suyo tan inconscientemente y sin miedo de ser ridiculizado por hacerlo.

--Supongo que sí, bebé-- susurró rozando aún sus labios y respiraciones al mismo tiempo.

Salieron juntos de los lavabos.
Estaban ansiosos por marcharse de allí, sin embargo Víktor recordó que aquella noche él no estaba de fiesta, sino que se encontraba trabajando.
Se acercó a la barra y llamó la atención de Jack.

--Oye...Jack-- musitó temeroso.

--Puedes irte anda,yo me las apañaré-- afirmó sonriendo --el amor es más importante-- aseguró, dando una palmada sobre el hombro del peligris.

¿Có-cómo sabía...?

Volkov no conseguía entender como era posible que aquel hombre fuera conocedor de su relación.
De todas formas no importaba, lo verdaderamente crucial era que ahora podría dedicarle lo que quedaba de noche, e incluso la madrugada, a Horacio y solamente a Horacio.

Corrió en dirección a la puerta, donde lo esperaba el crestado.
Tomaron sus manos con una tímida sonrisa, como si fuera la primera vez, antes de abandonar el bar.
Decidieron pedir un taxi para coger rumbo hacia la casa del menor.

Una vez en el vehículo, ambos ocuparon los asientos de la parte trasera.
A los pocos segundos de trayecto, el ruso sintió una calida mano recorrer su muslo, miró a Horacio, quien prosiguió deslizando su mano, con una pícara expresión, hasta depositarla sobre la entrepierna de Víktor, haciéndolo abrir los ojos perplejo.

Lógicamente no estaban solos en aquel coche y a pesar de que el conductor le prestaba atención a la carretera y no a ellos, hacer algo así era muy jodido, calentarlo tan pronto, sabiendo que no podría dejarse llevar aún.

Horacio no se detuvo, masageo el miembro oculto del mayor, notando como este se ponía cada vez más duro. Se mordió el labio al ojear el rostro serio, pero agitado de Víktor, aquel que mostraba cuando trataba de mantenerse sereno a pesar de estar profundamente excitado.

El taxista estacionó frente a la vivienda ordenada y allí Víktor se encargó de pagarle lo necesario.

--¡Viktor! Cuanto tiempo sin verte, mi niño-- exclamó Charlotte nada más verlos traspasar la puerta principal, acompañando aquella sorpresa con un gran abrazo otorgado al peligris.