"Vaya", exclamó Ron mientras salía del cuarto de baño de Myrtle y por poco le derriba la gran fuerza de una explosión. Se apresuró a recuperar el equilibrio, pero algunos de los colmillos de basilisco saltaron de sus brazos y cayeron al suelo. "¿Estás bien?" preguntó mientras se arrodillaba para recogerlos.
"Sí," contestó Hermione desde la puerta; se había lanzado contra el grueso marco de la puerta para mantener el equilibrio. Otra explosión retumbó en los pasillos, haciendo que la pareja instintivamente se alertara con el fin de proteger su preciosa carga pues necesitaban todo el veneno de basilisco que pudieran conseguir. Hermione miró a su alrededor antes de ponerse en sus pies, para asegurarse de que no hubiese moros en la costa; el corazón le palpitaba. "No hay vuelta atrás ¿Cierto?"
"Así es", confirmó Ron sombríamente y apretando la mandíbula a la espera de la inevitable batalla que estaba por venir. Esta noche era la noche en que verdaderamente esta guerra iba a terminar. "Vamos, tenemos que encontrar a Harry."
Hermione no estaba muy segura de cómo sería eso posible debido al caos que reinaba en torno a ellos, pero gracias a Merlín, que cuando apenas habían comenzado su carrera hacia la Sala de los Menesteres, una figura alta, oscura y heroica dio vuelta a la esquina y explotó con un furioso: "¿Dónde demonioshan estado?"
Cuando Harry venía hacia ellos, Hermione se detuvo inestablemente, buscando mantener todos los colmillos de basilisco de forma segura en sus brazos, y comenzaba a sentirse un poco culpable por haber perdido aquellos preciosos segundos en la Cámara de los Secretos. Harry había estado volviéndose loco de la preocupación.
Sin embargo, Ron parecía despreocupado cuando se detuvo, y esperó a que Harry se les acercara. "En la Cámara de los Secretos", respondió con la mayor naturalidad, como si se hubieran aparecido por allí antes de ir al Gran Salón para la cena.
"La Cámara - - ¿Qué?" dijo Harry confuso, y deteniéndose tambaleante ante ellos
"Fue Ron, todo fue idea de Ron," dijo Hermione sin aliento, e intentando explicarle. "¿No fue absolutamente brillante?" Las orejas de Ron se tornaron rápidamente de color rosa, y Hermione se imaginó que ella también estaba bastante sonrojada, pero continuó hablando, decidida a darle a Ron la alabanza que se había ganado justamente. "Ahí estábamos, después de que te fuiste, y le dije a Ron: aunque encontráramos el otro, ¿cómo vamos a deshacernos de él? ¡Todavía no nos hemos librado de la copa! ¡Y luego a él se le ocurrió! ¡El basilisco!"
"¿Qué tiene que v--"
"Algo para deshacernos de los Horrocruxes," dijo Ron con voz casual.
Los ojos de Harry se volvieron hasta los objetos que Ron y Hermione cargaban en sus brazos, y visiblemente algo hizo clic en el interior de su cabeza. Miró fijamente a su mejor amigo en completo asombro. "Pero, ¿cómo entraron ahí?" le preguntó. "¡Hay que hablar pársel!"
"¡Él lo hizo!" Susurró Hermione. "¡Muéstrale, Ron!"
Ron obedeció y dejó escapar un horrible y tenebroso silbido. Harry se estremeció, ya que inconscientemente penetró en sus tímpanos. "Es lo que hiciste para abrir el medallón", dijo Ron a Harry en tono de disculpa. "Tuve que hacerlo unas cuantas veces antes de que saliera bien, pero…" se encogió de hombros con modestia: "al final lo logramos."
"¡Estuvo increíble!" dijo Hermione, sonriendo con orgullo. "¡Increíble!" Ron la miró de reojo, todavía tenía las orejas de color rosado, inseguro de dónde venía toda esa alabanza. Hermione no solía ser tan aduladora; y para ser honestos, Hermione misma no estaba muy segura de dónde venía todo eso. Tal vez el saber que esta noche podría ser el fin, le estaba ocasionando incapacidad de mantener sus sentimientos dentro de ella por mucho tiempo, era como si todos los pensamientos de amor por Ron que siempre había guardado, ahora estuvieran burbujeando fuera de su ser, desesperados por ser vistos por todos. O tal vez, uno de los poderes de la Cámara de los Secretos le estaba provocando no retener ningún secreto. Desde que había salido de aquel inmundo lugar, Hermione de pronto quiso que Ron supiera todo lo que había sentido por él - bueno, él ya sabía, en algún nivel tenía que saberlo - pero ahora Hermione deseaba desesperadamente dejarle muy en claro lo importante que era para ella, lo increíble que ella pensaba que era, y lo total y completamente enamorada que de él estaba. Ya era hora de que lo hiciera.
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Hermione Granger Y Las Reliquias de La Muerte
FanfictionEl final de la serie desde el punto de vista nuestra Hermione- Descubran millones de cosas ¡que ni siquiera el niño que vivió sabía! Este fic NO ME PERTENECE, es propiedad de Ann Margaret y traducido por GrangerWeasley. Traducción de uno de los Lon...