-Espera un momento.- Ordenó serio mientras colocaba una de sus manos delante de su compañero y su mirada se posaba al frente. Estaba seguro de que había escuchado algo, había movimiento en la zona.
El menor inmediatamente dejó de moverse y alertó sus sentidos, ambos sabían que en esta ocasión ambos corrían peligro en aquella misión y mas a plena luz de día, pero no podían hacer caso omiso a las indicaciones que les habían dado. Se encontraban escondidos entre unos arbustos frondosos alejados de las cámaras de seguridad y con una visibilidad muy limitada; dependían meramente de sus otros sentidos y por lo mismo ese día Tomioka le había solicitado al alfa que no tomara sus supresores para que no entorpeciera la misión, cosa que fue obedecida completamente por el rubio quien entendía la gravedad del asunto. Dos personas pasaron caminando cerca de ahí sin cruzar palabra alguna, y si no fuera por la excelente audición del beta seguramente no los abrían escuchado acercarse, lo extraño de esa situación era que Kyojuro no había mostrado menor indicio de haberse percatado de esas dos presencias hasta que Tomioka le informó, y esto por supuesto que captó la atención de este ultimo.
Aquellas personas ya no se escuchaban cerca y la situación estaba saliendo de peligro, el momento les serbia para ponerse de acuerdo en lo que iban a hacer, pero de momento esto no estaba en los planes del mayor.
-¿Que sucedió? -Preguntó en un susurro girándose hacia su compañero con una mirada severa -Esos sujetos pudieron habernos detectado y no reaccionaste.
Kyojuro guardó silencio por unos instantes no sabiendo que responderle, se sentía extraño, tal vez demasiado como para hablarlo en ese momento, por momentos olvidaba lo peligroso que era y se desconcentraba, no entendía.
-No sé, creo que aun sigo cansado, nos informaron de esta misión en la madrugada y no dormí lo suficiente, seguramente es eso, lamento mi fallo. -Se disculpó con sinceridad desviando su mirada, estaba algo mareado y le faltaba ligeramente el aire.
El chico azabache relajó su mirada e inclinó su cabeza, su compañero era realmente transparente, podía notar que no se sentía de la mejor manera y creía comprender el motivo, el haberle solicitado que dejase sus supresores de manera tan repentina obviamente que le iba a causar un desequilibrio, mas por la dosis que estaba tomando, de hecho le sorprendía bastante que no se negara en favor de su salud. Suspiró con pesar regresando su atención al frente decidido a pasar por alto ese fallo. -Como sea... hay que concentrarnos en la misión, es todo lo que quiero.- Colocó unos binoculares que traía colgados en su cuello frente a sus ojos y se dedicó a observar la cantidad de vigilancia de la zona, trataba de identificar los guardias de seguridad al igual que las cámaras y los ángulos que quedaban desprotegidos por las mismas en busca de una pequeña oportunidad de cambiar de posición.
Mientras tanto, el alfa se sentía algo inquieto, y no por su actual situación, había algo que no le estaba dejando tranquilo y tenia que ver con un factor ajeno a el, era algo que por mas que quisiera calmar no podía ¿Tal vez preocupación? ¿Sentía angustia por su familia? ¿Su hermano? ¿Su padre? ¿O era otra cosa?, ¿Por que su corazón estaba acelerado? ¿Por que se sentía tan ansioso?
-Según lo que nos dijeron, en esta fabrica abandonada van a dejar un cargamento importante, es relacionado a Muzan, pero no se exactamente a que persona le darán el paquete.
Un golpe de cordura lo regresó repentinamente al problema en el que estaban metidos, si se descuidaba no solamente se estaba jugando su vida, sino que también la de Tomioka... No podía permitirse que nadie muriera, y menos si era su compañero. -Tomioka... Esta zona está repleta de alfas - Podía percibirlos gracias a su bien desarrollado olfato y las cosas no apuntaban a nada bueno, si los cachaban se meterían en serios problemas. -¿Cuál era la hora de reunión?
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La validez de tus palabras (Kyotan)
Fanfiction¿Qué sucede cuando encuentras a tu destinado, pero por culpa de una promesa que hiciste no puedes tenerlo? ¿Qué tanta validez pueden tener las palabras cuando se está enamorado? Una mala jugada del destino hace que Rengoku Kyojuro se ofrezca a ayud...