Capitulo XII

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-¿Por que nos hemos ido de esa manera?

Aquella había sido la primera oración dicha después de unos largos e incómodos veinte minutos; desde que salieron de aquel lugar el beta no le había siquiera dirigido alguna mirada, además de que se veía demasiado tenso dándole a Kyojuro la sensación de que los estaban siguiendo, pero al mirar por los retrovisores solo podía notar que el camino detrás de ellos estaba completamente despejado, por no decir abandonado.

No recibió una respuesta.

Sus ojos dorados miraron con cautela el perfil del mayor y sus puños se apretaron sobre sus rodillas de manera inconsciente. Se sentía mas irritado de lo normal y la actitud que el azabache estaba mostrando no le ayudaba en nada, quería explicaciones, quería saber que había ocurrido para que tuvieran que salir huyendo de esa manera, necesitaba conocer la preocupación de su compañero, nada era claro.

Tomioka miraba de reojo cada reacción de su compañero y meditaba en silencio lo que debía de decir, aunque su mente no estaba del todo en el lugar, su angustia por su discípulo era aun mayor, además, debía de idear un plan para alejar al rubio lo mas que pudiese del omega, no podría llegar a buscarle junto con uno de los detonantes de su malestar.

-Detectaron mi presencia. -Suspiró rendido, necesitaba estar tranquilo con el menor para mantener a raya sus propios nervios.

-Entonces ha sido eso.- Al instante se tranquilizó y miró por la ventana confundiendo a su compañero, eso había sido un cambio muy rápido.

-Puedes estar molesto, fue por mi culpa que nos detectaran, yo no soy digno para este tipo de trabajo.

-Las cosas no son así, no conozco a alguien tan capaz como tu, a decir verdad... en ocasiones quisiera manejar la seriedad y concentración que tu manejas, estas mucho mas capacitado que yo para este tipo de misiones. Por lo mismo, me alegro que reaccionaras a tiempo y nos sacarás de ahí, si no en este punto estaríamos muertos.  Si lo que me dices es a raiz de tu pasado debes de dejarlo fluir, si te quedas ahí el tiempo pasará sin esperarte.

La sonrisa en los labios de Kyojuro había comenzado a recuperarse aunque de una manera mas tranquila; por otro lado, Tomioka mantenía silencio con la mirada mas desanimada de lo normal, no podía dejar ir el pasado, no tan fácilmente, aun tenía que trabajar en eso, pero agradecía las palabras del rubio, le reconocía la magnífica persona que era.

No tardaron mucho en llegar al destino de Tomioka, el cual en ese momento se dió cuenta de sus propias acciones, había generado tal ambiente cómodo con Kyojuro que no se percató de que lo había llevado consigo justo al lugar en donde menos debía de estar.

-Mmm... ¿Necesitas comprar algo Tomioka?- Preguntó algo confuso de que el beta los llevará ahí sin haberle dicho nada.

Tomioka presionó fuertemente el volante entre sus manos y endureció su mirada, decirle algo a estas alturas al rubio sería demaciado arriesgado de su parte, además de que sonaría demaciado brusco, cosa que no quería ser con el alfa. Suspiró molesto y quitó las llaves del vehículo decidido a dejar las cosas así por el momento y buscar la forma de safarse de eso.

-Necesito comprar algunas cosas que me hacen falta, es posible que me tardé bastante, perdón por no decirte, pero se me olvidó... No quiero entretenerte más de lo debido, si quieres puedes irte y aprovechar el tiempo libre al lado de tu familia.

El menor pareció considerarlo por unos instantes colocando una de sus manos bajo su mentón y desviando su mirada hacia la parte superior del carro. Se quedó en esa posición por unos segundos hasta que sonrió emocionado en dirección al azabache.

-¡No te preocupes! Tenía planeado comprar algunas cosas también, mi hermanito suele tomar te y hace poco ví que quedaba poco, ¡Podría aprovechar y comprarle! ¡Te acompañaré! Además, siempre es mejor ir acompañado.

La validez de tus palabras (Kyotan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora