Capitulo XIX

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-¿Estás seguro que no deseas probar bocado alguno? Todo está bastante bueno.

Unos ojos fiusha se posaron sobre su perfil con una creciente interrogante, cada día se preocupaba más por el rubio y su constante cambio de actitud, primeramente se había mostrado más apagado y menos entusiasta, luego se mostraba nervioso y ahora estaba molesto y sin apetito, ¿Por qué estaba teniendo tantos cambios de humor de manera tan repentina?
Tomó una porción de comida de su propio plato y la miró con desinterés antes de acercarsela peligrosamente a la boca contraria ganándose una pequeña mirada confusa. Su cabeza estaba reposada sobre su mano libre y la seriedad no desaparecía de su rostro.

-Si no vas a contestarme entonces me estás cediendo el derecho de interpretar tu silencio a mi gusto.

-No tengo apetito Tengen, quisiera que comieras tu.

-Ya he comido bien, tu no has probado ni un bocado en todo el tiempo que llevamos aquí, no te había visto desde navidad y resulta que ya no comes.

-... Si he comido.

-Pero no conmigo- Su tono de voz era de reproche -Se que ya no salimos tanto como cuando éramos un poco más jóvenes, pero esa no es razón para que cambies tu forma de ser cuando estás conmigo.

-¿Tu crees que no tengo hambre por eso?- Sonaba bastante incrédulo mientras levantaba ambas cejas- Simplemente creo que almorcé de más con mi hermanito.

-Si vas a seguir mintiéndome no creo que sea lo más apropiado que te hallan reubicado conmigo.

La simple mención de ese acontecimiento provocó que el poco ánimo que aún conservaba Kyojuro se desvaneciera por completo.
Habían disuelto y reacomodado a su equipo, el ya no era más el compañero de Giyuu, y esto debido a lo tensos que ambos se mostraban estando el uno al lado del otro, la comunicación se había vuelto complicada y el trato entre ambos se volvió prácticamente nulo, estaban entorpeciendo su trabajo y todos sus compañeros se habían percatado de esto, inclusive su jefe, quien buscando la mejor solución tanto para ellos como para el trabajo decidió reasignarlos a ambos con nuevas parejas siendo el emparejado con su mejor amigo; por supuesto que no le desagradaba comenzar a hacer misiones a su lado, pero no podía creer su comportamiento y su deplorable rendimiento en sus misiones. Había demostrado una fuerte falta de control la última vez que se fue con el beta llegando inclusive a verse infantil de la escena que había armado.

-A decir verdad, no creo que haya sido lo apropiado, no debí de haber sido reubicado.

-¿Consideras que ibas a cambiar de la nada en tu siguiente encuentro con Tomioka?

-...

-Y de nuevo tu silencio, amigo, si no estas seguro de algo no lo vas a hacer, no tienes la determinación de hacerlo.

-¿Tu la tendrías?

-Me considero un dios reflexivo, no quiero ser duro con los demás, yo no veo las cosas de esa manera, por lo que no buscaría meterme en conflictos serios con mis compañeros.

-Eso quiere decir que tu actitud se mostraría mas serena que la mía.

-En parte si, por otro lado, no entiendo tu carácter últimamente, has tenido un excéntrico cambio de humor, ya no eres tan extravagantemente entusiasta como antes. ¿Tan grave ha sido lo que sucedió entre ustedes?

-Lo peor es que no, solo sucedió un malentendido, yo fui acusado por el inmediatamente de ser tachado por otras intenciones, me ha demostrado que no tiene fe en mi ni en mi palabra, tal vez solo me lo esté tomando demasiado serio, pero no puedo evitar sentirme molesto por eso.

-Ya... Tomioka es algo extraño, no de manera extravagante, sino que de una manera reservada, es alguien difícil de leer por qué sus expresiones son nulas, su rostro es demasiado aburrido; sus palabras son indescifrables, tampoco tienen mucha emoción, y...

La validez de tus palabras (Kyotan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora