-¿Ya te has tomado la dosis de hoy?
-Lo he hecho, pero no estoy muy seguro de que sea sano tomarme los supresores sin haber vuelto a presentar síntomas de mi celo.
-¿Entonces los vas a suspender?
Ya pasado un par de días desde aquel incidente en el aeropuerto y ahora todo marchaba con bastante tranquilidad, el omega no había vuelto a presentar algún malestar y los nervios de Tomioka disminuían constantemente, por como marchaban las cosas estaba seguro que en unos pocos días podría presentar formalmente a su alumno con su otro tutor. Ahora ambos decididos aprovechar el buen clima que hacia salir a correr un circuito que estaba cerca de la cede de la policía; de momento llevaban un trote constante para así poder fortalecer los pulmones del menor y mientras tanto el beta trataba de asegurar la salud del pelirrojo.
-Creo que eso seria lo mas sano, nunca me ha gustado mucho la idea de tomar supresores en los periodos de tiempo que no corresponde, se que hay personas que lo hacen, pero sus celos se vuelven mas fuertes e inestables, inclusive se vuelve peligroso para ellos dejar de tomarlos.
-Entiendo, si vas a hacer eso adelante, pero a cambio quiero que me prometas que siempre los vas a traer contigo por cualquier situación, la ciudad en la que estas ahora no es igual al pueblo en el que naciste.
-Oh, ¿De verdad? ¡Muchas gracias señor Tomioka!
El menor sonrió en dirección al beta y cerró los ojos mostrándole la alegría que eso le hacia sentir, honestamente había pensado que le obligaría a tomar supresores todo el tiempo que el estuviese ahí, le tranquilizaba que no fuera de esta manera. Por su parte, Tomioka se sintió un poco intranquilo, mas no quería angustiar ni presionar al chico ,ía que primero se adaptara a su nuevo estilo de vida y que el fuera tomando sus decisiones, confiaba en que decidiría lo mejor.
-... Solo Tomioka, no es necesario que me des un trato tan formal mientras no estemos en labor.
-Oh, ¡¿Te el incomodado?! ... yo ... eh ... ¡Lo lamento!
La cara de Tanjiro se había enrojecido completamente de vergüenza, e inclusive había detenido su trotar para hacer una ligera reverencia hacia la figura de Tomioka, quien ante el repentino igualmente acto se detuvo y lo miró confuso. Ambos estaban tan concentrados en eso, que no se percataron que en ese lugar otras dos presencias que se acercaron a alta velocidad mientras competían entre ellos completamente desentendidos de lo que pasaba a su alrededor.
-¡Ya admítelo Kyojuro, soy mucho mas veloz que tu! - Se mofaba un alfa albino mientras llevaba la delantera de su carrera.
-¡Si me esfuerzo podré superarte!
-¡¿Y crees que dejaré que eso ocurra ?! ¡Yo soy un dios!
Ninguno de los dos estaba completamente concentrado en lo que había en su camino, pues estaban disfrutando de su competencia, era normal que a esas horas el lugar estuviese casi vacío a excepción de algunos cuantos que como ellos salían a correr todos los días para mantener su condición.
-¡Te sorprenderé uno de estos días!
-¡Ja! Eso lo dudo ... corres como una anciana.
Ante esas palabras los labios del rubio se apretaron entre si y su ceño se frunció ligeramente, no se dejaría humillar tan fácil; su velocidad comenzó a incrementarse y la distancia que lo separaba de Tenguen comenzó a reducirse preocupando al mayor, quien al percatarse de la perdida de su ventaja igualmente comenzó a esforzarse mas. Ambos se miraron con espíritu competitivo comenzando con un duelo de miradas, ninguno se fijaba en el camino que recorrían.
-¡Retira lo dicho!
-¡Lo haré! ... el día en el que me alcances.
-¡Será hoy y tendrás que recompensarme!
ESTÁS LEYENDO
La validez de tus palabras (Kyotan)
Fiksi Penggemar¿Qué sucede cuando encuentras a tu destinado, pero por culpa de una promesa que hiciste no puedes tenerlo? ¿Qué tanta validez pueden tener las palabras cuando se está enamorado? Una mala jugada del destino hace que Rengoku Kyojuro se ofrezca a ayud...