Sus ojos releyeron el mensaje que hace segundos había recibido y un pequeño nerviosismo le invadió de inmediato, se sentía preocupado por su tutor, principalmente con la anticipación con la que se podía notar que había sido escrito ese texto.
"Tanjiro, ha surgido algo y no volveré a casa hasta mañana en la noche, no te puedo decir lo que pasa y no creo que pueda tener comunicación contigo, no te preocupes por mi, estaré bien... Necesito que compres algunas cosas para el departamento, se responsable por favor y duerme temprano, se va a cancelar el entrenamiento con Kyojuro"
¿Qué había sido esa situación tan urgente? ¿Por que no le podía decir nada mas? Era obvio que eran asuntos del trabajo, pero por lo mismo podía deducir que era algo riesgoso para la vida del ojiazul. Incrementó su agarre en el móvil y desvió su mirada, debía de confiar en que el mayor regresaría sano y salvo al siguiente día, no tenia motivos para dudar de el, ya en mas de una ocasión le había demostrado que poseía una gran determinación, una gran capacidad de análisis y una increíble habilidad para su trabajo, Tomioka era alguien realmente fuerte y digno de confianza, pero aun así...
-Espero que no se confié de mas señor Tomioka...- Musitó angustiado mientras apagaba su teléfono; se quedó unos momentos mas en su cama hincado sobre sus rodillas mientras trataba de terminar con su angustia -El va a estar bien- Trataba de autoconvencerse, pero su nerviosismo no cedía.
Soltó su móvil por impulso y se aferró a una de sus almohadas debido a que siempre se sentía mas reconfortado por las mismas, pero esta vez no estaban dando el resultado que esperaba. De repente, un sutil aroma llegó a su nariz causando que su estrés comenzara a disminuir paulatinamente provocándole una sensación de calma. Intrigado por el suave aroma abrió los ojos y dirigió su atención a la prenda que colgaba en el perchero de su habitación, sabia perfectamente que ese era el origen, pero le sorprendía que lo estuviese calmando de tal manera. Con algo de vergüenza se puso de pie y se dirigió hacia su perchero tomando la única chaqueta que no le pertenecía; sus manos comenzaron a aferrarse a ella y poco a poco fue acercándosela mas a su pecho sintiendo cada vez como el olor ajeno se intensificaba generándole una muy grata sensación.
Acercó la tela a su nariz y olfateó ligeramente la esencia del alfa mezclada con una loción que le combinaba a la perfección, todos los olores que estaba percibiendo en ese momento estaban provocando que su preocupación por el beta comenzase a quedar olvidada junto con algunas otras de sus preocupaciones, se sentía tan bien en ese momento. Una extraña calidez tomó lugar en su vientre bajo y un hormigueo le recorrió de manera placentera todo el cuerpo sacándole un jadeo. Mordió su labio inferior y presionó mas contra su cuerpo aquella prenda sintiendo como el adictivo aroma lo seducía y lo envolvía en una incomprensible adicción en la que solo el caería.
-Señor Rengoku... -Jadeó su nombre entrecerrando sus ojos victima de sus propios instintos. -S-Señor... R-Rengoku - Hizo un poco de presión entre sus piernas provocándose una sensación aun mas placentera.
Un gemido se escapó de entre sus finos labios, pero no se percató de eso, su mente estaba perdida dentro de un profundo deseo y su corazón latía a grandes velocidades aumentando el nivel de sangre en algunas partes de su cuerpo traicionándolo, algo dentro de el que no conocía estaba comenzando a despertar y a hacerse cargo de sus acciones.
Su respiración comenzó a hacerse mas pesada y un intenso calor abrazador rodeó su cuerpo, le estaba molestado su ropa. Con la necesidad de no apartar la chamarra de si, se desprendió de la parte superior de su pijama teniendo el deseo de que la prenda ajena tocase su piel desnuda, lo cual no tardó en suceder, era una sensación increíble. Sus ojos se cerraron por completo y tímidamente una de sus manos comenzó a recorrer su piel con suaves caricias que pasaban por su pecho desnudo y sus costados, trazando un tedioso recorrido que tenia como punto final su cuello estremeciéndolo de cuerpo completo, no sentía que esa fuese su mano aunque en realidad así fuera, anhelaba las caricias y la presencia de otra persona.
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La validez de tus palabras (Kyotan)
Fiksi Penggemar¿Qué sucede cuando encuentras a tu destinado, pero por culpa de una promesa que hiciste no puedes tenerlo? ¿Qué tanta validez pueden tener las palabras cuando se está enamorado? Una mala jugada del destino hace que Rengoku Kyojuro se ofrezca a ayud...