El departamento se había sumergido en un profundo silencio, ni siquiera se escuchaba ruidos en la calle, ya no pasaban coches y una agobiante sensación de soledad comenzó a llenarle con forme el dolor en su vientre iba disminuyendo, y es que por más que estuviese esperando a alguien no había nada que le confirmase que Kyojuro iba a preferir pasar el año nuevo a su lado en vez de quedarse en su hogar a pasarlo con su familia, pues por lo que había escuchado el siempre se esforzaba por qué todos ahí estuviesen felices... Era alguien dedicado a su familia y eso era realmente admirable a sus ojos.
Comenzó a relajar su postura sintiéndose mucho más aliviado del dolor y recargó su cabeza en el respaldo del sofá con algo de cansancio; si bien el medicamento que le había dado Tomioka hace unos veinte minutos le estaba ayudando a contrarrestar el malestar también le estaba produciendo algo de sueño, inclusive estaba botando demasiado cómodo el duro y frío sillón del azabache.-No te quedes dormido- Susurró para si a modo de orden, pero... ¿Cómo controlar eso?
Sus párpados comenzaron a sentirse cada vez más pesados mientras entre susurros se repetía la orden de que no se quedara dormido, pero en menos de un minuto sucedió lo inevitable, se había quedado cómodamente dormido sin que siquiera la molesta luz que había sobre su cabeza le perturbar en lo más mínimo.
En otro lado, Kyojuro se miraba en el espejo no sintiéndose muy seguro de si su ropa era la más adecuada, hace unos días cuando la había escogido le había encantado la idea, ahora que era el momento de usarla ya no parecía tan convencido. Todo eso ocurría bajo la atenta mirada de su hermanito quien se había ofrecido a ayudarle en cuanto lo vio entrar en pánico, pero no le veía razón alguna para estar nervioso, se veía muy bien, el traje a tres piezas gris que había elegido le sentaba de buena manera.-No lo sé, es posible que el joven Kamado no vista de una manera tan formal, y tampoco lo creo de Tomioka, no es como si fuera una reunión con mucha gente.
-Hermano, yo creo que eso te luce bien, no veo necesario que te angusties por estas cosas, puedo suponer que Tanjiro no se fija en esto, y dudo que el señor Tomioka lo haga, parecen buenas personas.
-Yo tampoco me fijo mucho en esto Senjuro, pero... -Soltó el moño mal hecho que trataba de hacerse y suspiró frustrado -Por alguna razón me siento algo ansioso por esto, no quisiera desencajar.
El menor se aproximó hasta el cuerpo del otro y extendió sus manos hasta poder tomar el moño y retirarlo, si esas eran las preocupaciones de su hermano podían ponerle algunas soluciones como el no usar moño o corbata, luego también le desabrochó un par de botones a la camisa y se la arregló con las manos quitándole unas cuantas arrugas; este acto de alguna forma había logrado que Kyojuro se sintiera mucho menos asfixiado.
-Con eso ya no vas de una manera tan formal, y considero que no necesitas algo más.
El alfa le sonrió con agradecimiento y pasó con cariño su mano sobre los cabellos contrarios, adoraba al menor y siempre estaba agradecido por las soluciones a veces tan simples pero tan útiles que le brindaba, era el apoyo que nadie más le podía proporcionar en su hogar. -Si es lo que mi hermanito dice no veo el por qué ponerle duda -Habló con orgullo impregnado en su voz -Pero... ¿Estás seguro de que no quieres venir? Tu también fuiste invitado.
El menor negó calmadamente cerrando sus ojos dejándose consentir por las amables caricias de su hermano.-No dejaré a nuestro padre solo en año nuevo, además, yo soy casi un extraño para Tanjiro, es más cercano a tí.
-A mí tampoco me agrada la idea de dejarlos solos, siempre estoy con ustedes mi familia...
-Estaremos bien, creo que es sano que pases algunas festividades lejos de nuestra casa, te he visto... cansado últimamente, y mejoraste después de navidad, pero... te vez diferente.
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La validez de tus palabras (Kyotan)
Fanfic¿Qué sucede cuando encuentras a tu destinado, pero por culpa de una promesa que hiciste no puedes tenerlo? ¿Qué tanta validez pueden tener las palabras cuando se está enamorado? Una mala jugada del destino hace que Rengoku Kyojuro se ofrezca a ayud...