El amor es Gris [Libro #1 Completa ✓]

Capitulo 8: La fiesta

—¡¿Que haremos con todo esto?! —pregunto Adam espantado.

—¡De una vez te digo que te demandaré por esto! —advirtió Elliot.

—¡¿Irás a demandarme?! —Adam tenía los ojos bien abiertos, impactado.

—Oh, si claro, es que, como puedo ver... ¡Soy ciego tonto, ya mero iré ahorita mismo! —le reclamo Elliot.

Bien, se preguntarán qué es todo esto, pero tan solo regresemos un poquito atrás.

Dos horas antes

—Adam, deja de tomar, llevas más de quince cervezas y te recuerdo que eres mala copa —dije, mientras le trataba de quitar la botella.

—Oh, Nessa, Nessita... Soy ya un hombre, que sabe lo que quiere
—soltó con una mueca, luchando por su cerveza.

—Si... Da la casualidad que ni tú sabes en qué país vives, ahora vamos a lavarte la cara y ahí...

—¡No quiero ir, si me quieres dejar ahí encerrado adelante! —chillo, recargandose en la pared dramáticamente.

—¿Que ocurre? —Shace se acercó a mi preocupado.

—Adam de ha puesto borracho —respondí, mientras veía a Adam llorar.

Shace le daba palmaditas en su hombro y este solo lloraba más de la cuenta.

Mire a mi alrededor y la fiesta se había alocado lo suficiente, como parecer esa película de Proyecto X, con la canción de fondo Pursuit of happiness, y las luces de color entre rojo y morado, y adolescentes bailando sin parar, lanzando botellas de agua.

La música era escandalosa y los desastres de los demás igual. No me extrañaba que Adam estuviera así y mucho menos me extrañaba que esto acabara con una enorme resaca, por el fuerte olor a alcohol.

Casi media escuela estaba aquí; las chicas con vestidos más cortos que el mío y los chicos sin camisa, o algunos en la piscina, mientras bebían tragos de Shots.

—¡Nessa, vamos a bailar! —una amiga me extendió la mano y sin previo avisó me jaló al centro entré toda una masa de gente.

—¡Pero debo cuidar a Adam! —dije tratando de salir de ahí.

—¡Adam ya está grande para cuidarse solo, anda Nessa! —la garganta incluso me dolía por qué todo estaba en alto volumen y para hablar parecías muda.

Suspiré y finalmente acepte bailar. La música me llenaba de adrenalina, y estuve bailando ahí al menos media hora; moviendo mis caderas con delicadeza, bailando entre las chicas, divirtiéndome. Eso hasta que regrese con Shace y Adam, ha quienes había dejado ahí solos.

Shace al verme puso un rostro de alivio y el otro sólo entrecerro los ojos.

—Que bien que llegas Nessa, Adam...

—¡Maldita liceada! ¡Me has dejado aquí solito!

Sonreí al ver qué Adam me reprochaba y hacia gestos de dolor más falsos que cuando dice que estudiara.

Tonto

—Ya, tranquilo Adam, ya estoy aquí, será mejor que te lleve a casa y así...

—¡HORA DE PRENDER LOS FUEGOS ARTIFICIALES!

Una voz grito en alto, y Shace y yo nos miramos estupefactos.

—¡Prenderan fuegos artificiales!

Dijimos los dos en unísono con un rostro de horror. Shace se levantó rápidamente y camino hasta donde estaban aquellos chicos que habían gritado.