En mi vida nunca había experimentado un corazón roto. Jamás.¿Y saben por qué?
Por qué yo había resguardado mía sentimientos, protegiendomé de algo así. Y todo para en poco tiempo... Alguien los rompiera.
Caí de rodillas, sosteniendo mi vestido con ambas manos echas puños. Mis ojos estaban nublados por las lágrimas.
—Cariño... ¿Eres tú Vanessa? —la voz de mi madre provenía desde la cocina, pero se acercaba.
No dije nada, por qué simplemente no tenía fuerza suficiente para hacerlo. Escuché los tacones de mi madre acercarse, y solo podía pensar en ese chico de ojos grises, y en todo lo de esta mañana.
—¿Nessa? —mi madre se detuvo en cuanto me vió —¡Nessa, cielo! ¡¿Estás bien hija?! ¡¿Cariño?! ¡Dime qué estás bien! —alzo la voz, abrazandomé.
Levanté el rostro para mirarla. Y como ella no me había visto llorar en más de nueve años... Se quedó perpleja.
—Y-yo... —trate de encontrar las palabras, y la fuerza para hablar — Elliot... Elliot se fue mamá... Se fue— solté — Y no sé si volveré a verlo...
Mi madre hizo un gesto de preocupación, y me abrazo con fuerza.
Ella sabía que nunca me había enamorado. No hasta que llegó Elliot. Y aún que yo no haya dicho nada aún, ella lo sabe, y yo no he desmentido eso.
Me levanté del suelo, caminé hacia las escaleras, y subí. Mi madre solo fue a la cocina corriendo, y escuché que marcaba el número de alguien, pero sinceramente no podía imaginar a quien podría ser, por qué mi mente solo estaba centrada en ese chico.
Llegué a mi habitación, y cerré la puerta de un golpe. Me senté en mi cama, y fue como un Deja vú.
Recordé aquella vez que el estuvo aquí; aquí fue nuestro primer abrazo, aquí es donde el estuvo sentado a mi lado, mientras los demás veían la serie. Y aún que Elliot no pudiera, estaba atento, escuchando. Recordé cuando su rostro se recargo en mi hombro, y su aroma era realmente increíble.
Tomé la almohada que el había abrazado ese día, y la abracé yo, está vez. Mi habitación estaba a oscuras, y solo podía ver el poste de luz, que estaba fuera de mi casa, que alumbraba.
Era doloroso, dolía más que un golpe.
"Escúchame bien Ness... Tu voz ha sido la única melodía hermosa que jamás he escuchado... Te quiero"
"Si te vas de aquí, juro que saltare por esa ventana"
"Pasemos más tiempo juntos, por favor"
"¿Eres así de bonita, Ness?"
Al recordar todo lo que me ha dicho, y hemos hecho, lloré a mares.
—Dueles Elliot... Me dueles...
Musité, mientras cada recuerdo a su lado pasaba por mi mente, como si fuera un flashback. Sentí más dolor de que ya, y solo pude tapar mi rostro rojo, hinchado de tanto llorar, y dejarme caer en la cama.
Escuché pasos apresurados acercarse a mi habitación, cuando de repente la puerta se abrió.
Adam
Estaba agitado, con un camisa blanca, y su pijama; no tenía zapatos, estaba descalzo y sus pies rojos por el frío. Su cabello castaño todo despeinado, y sus mejillas coloradas.
Ahora veo que mi madre no llamaba a cualquier persona, llamaba a Adam.
—Nessa —se acercó, y en cuanto lo hizo me abrazó.
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El amor es Gris [Libro #1 Completa ✓]
Novela JuvenilVanessa nunca fue creyente del amor. Elliot jamás creyó que alguien lo pudiera amar. El amor es Gris a los ojos de ambos, gris ante los dos de diferentes formas. Mientras que uno de ellos no supera su pasado, el otro es consumido por la culpa de sus...