El amor es Gris [Libro #1 Completa ✓]

Capitulo 22: Un beso necesitado

Tan solo recordar su rostro... Me lleno de nostalgia, y sentimiento. Pero tener a Shace, cerca de mis labios, me hizo tomar una decisión desesperada, y al mismo tiempo insensata.

Sus ojos azules estaban sobre mis labios, y mis ojos miel, sobre los suyos. Un movimiento de más, y les juro que acabaría besándolo.

Shace estuvo a punto de juntar sus labios con los míos, pero entonces...

—¡Nessa, donde chotas te has metido, te he busca...

Adam se detuvo en seco en cuanto nos vió, a mi, y al de ojos azules, tumbados en la cama. Nos miró anonado unos segundos, y después retrocedió lentamente, cerrando la puerta, como si el nunca hubiera estado ahí.

Shace me miró unos segundos, y yo a él, pero después me aparte.

—Y-yo... Perdón, pero... Debo irme —abrí la puerta, y salí.

—¡Espera, Nessa!

No me detuve, y baje las escaleras a prisa. Vi a Adam cuchicheando con mi madre, pero en cuanto me vieron, fingieron seguir cocinando.

Salí de la casa, y en cuanto lo hice, el aire fresco me recibió. Eso me hizo sentir calma, y me ayudó a acomodar mis ideas. Caminé por la acera, y saludé Marco, mi amigo y vecino.

—Hey, Nessa —saludó alegré.

—Hola Marco —dije sin ánimos.

—Uy, ¿Que ocurrió que tú voz esta  apagada? —preguntó con la ceja alzada.

Oh vamos, no podía ocultarle a Marco algo porque todos nos conocíamos desde la infancia. Más bien, la ciudad era como un pueblo, pero es catalogada como ciudad, así que...

—Nada de verdad, solo me siento cansada —respondí con una sonrisa triste.

Marco dejo de regar los rosales de su madre para venir y acercarse a mí. Marco era un chico guapo y agradable, dejando de lado que sea un coqueto con todas las chicas, era alguien increíble. Tiene el cabello castaño oscuro, sus ojos son entre miel y verdes, exóticos diría yo. Una piel bronceada, alto y delgado. Era el compañero del equipo de Shace para jugar fútbol en secundaria, pero ahora es el capitán del equipo de boxeo.

—Vamos Nessa, te conozco desde preescolar, ¿Tú crees que no se cuándo mientes?

Agache la mirada unos segundos y después lo miré.

—Te contaré lo que pasó hace cuatro meses, ¿Si? — Marco asintió, y se acomodó en su lugar —:Bueno... Todo empezó cuando Adam y yo pasamos por el camino de los girasoles, ahí...

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

— Y así termino todo, y hasta ahora no se nada de Elliot — eso último lo dije en un susurró.

Marco tenía las manos en la boca, analizando la situación.

Hizo un sonido con la boca, y me miró.

—No creas que el jugo con tus sentimientos... Pero piensa un poco en los suyos —dijo —. Imagina que tú estás en su lugar y tienes su misma discapacidad, conoces a alguien que te quiere en verdad por como eres y te enamoras, ¿No crees que sentirías horrible al saber que jamás verás el rostro de la persona que amas?

Bajo la vista unos segundos y después miré al frente, procesando todo.

—Si.

Contesté finalmente.

—Ahí la respuesta. Elliot si te quiso o quiere, pero su pesar fue más grande, y al menos yo, no lo culpo por eso — musita con sus ojos miel sobre mi.