—¿Solo eso, en serio? Pensé que tenías más imaginación, Jungwon —soltó Soomin fingiendo estar decepcionada.
Dejó caer sus brazos a sus costados y volvió la mirada hacia sus ojos, oscuros y brillantes.
Ninguno de los dos se movió desde donde estaba.
—Imaginación no me falta —negó Jungwon en voz baja—. ¿Qué esperabas que te dijera?
—¿A qué te refieres?
—Me refiero a que, no lo sé, siento que tú querías escuchar otra cosa —insinuó el chico, poniendo sus manos en sus bosillos. Su corazón seguía acelerado, pero su expresión serena no dejaba ver nada más allá de eso.
—Tal vez debas esperar para obtener lo que quieres —respondió Soomin, acercándose lentamente a él, logrando que sus cuerpos estén a punto de rozarse. Luego respiró cerca de su cuello y sonrió aprovechando que él no podía ver su expresión—. No he olvidado todo lo que me has hecho...
—¿Hay algo que pueda hacer para... acelerar ese proceso? —cuestionó Jungwon, tornándose nervioso en el momento en el que la chica posó sus labios en su cuello, dejando ahí un beso húmedo que terminó por volverlo loco. Sin quererlo, su cabeza se hizo a un costado.
—Claro, lo pensaré y luego te lo diré —decidió la chica con una sonrisa tranquila mientras se daba vuelta para alejarse de él.
Pero antes de volver con sus amigos, cambió su expresión por una de preocupación mientras soltaba aire que no sabía que estaba reteniendo. Ni ella misma podía creer lo que había hecho, pero Jungwon seguramente esperaría su respuesta, así que tendría que pensarlo rápido.
—Yo no te hice nada, ¿por qué me retienes aquí entonces? —se quejaba Rosé intentando soltarse del agarre de Sunghoon.
—Son órdenes de Soomin —respondió él levantando los hombros.
—¿Esa chica es verdaderamente su amiga o su jefa? —se quejó Jay bajo la burlona mirada de Heeseung, que no lo dejaba moverse ni dos centímetros.
—Es nuestra mejor amiga —le aclaró él—, y también nuestra líder. ¿Por qué lo preguntas, Jongseong? ¿Acaso buscas a alguien que te domine?
Los dos chicos estallaron en carcajadas, pero en vez de verse divertidos, parecían dos psicópatas. Y justo en ese momento, Soomin volvió a la cafetería por lo que todos se la quedaron mirando.
—Lo que pasa, Jay, es que mis amigos y yo somos una especie de mafia —comentó ella poniendo sus manos en los hombros del nombrado—. Si te odia uno, te odiamos todos, ¿comprendes?
—Qué hermosa percepción de la amistad que tienes —murmuró Jay sacándose las manos de la chica de encima como si quemaran.
—¿Dónde está Jungwon? —preguntó Sunoo notando que su amigo no había vuelto con ellos.
—¿Qué le hiciste, maldita? —exclamó Rosé poniéndose de pie.
El grito llamó la atención de los estudiantes, cosa que para Soomin era una ventaja. Tenía que prestar mucha atención a su alrededor para buscar a su persona anónima, tal vez lo (o la, porque nada descartaba que fuese una mujer) vea tomando fotografías o algo así.
—¿Yo? —preguntó Soomin poniendo cara de inocente—. ¿Por qué crees que yo le hice algo?
—¡Siempre estás detrás de él para molestarlo, ¿por qué creería otra cosa?!
Rosé se estaba acercando demasiado a la chica, tanto que todos pensaban que se iba a armar una especie de pelea entre ambas. Pero Soomin jamás perdió su postura, de hecho, era bastante fácil dado la diferencia de altura entre ambas, donde los zapatos altos y su actual altura le daban ventaja a Soomin.
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𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐒𝐀𝐕𝐀𝐆𝐄 ✦ 𝐘𝐀𝐍𝐆 𝐉𝐔𝐍𝐆𝐖𝐎𝐍
FanfictionYang Jungwon se cambió a un nuevo colegio para estar más cerca de su único amigo, pero jamás imaginó que la estudiante más temida por todos sería aquella chica que alguna vez torturó cuando eran chicos. «No me vengas con eso de que no golpeas a las...