20. Los Problemas

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Nota: Desde aquí muevo el Cannon, se qué desde el inicio es diferente, pero he llevado una secuencia, de la trama. Ahora la moveré, algunos eventos serán antes y otros después de lo puesto en TV. Lamento -bueno no- si te molesta. xD

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Oscar tomó en cuenta que Ruth estaba histérica, nunca se lo diría ¡claro que no! pero en días, toda la felicidad que Juan y Norma estaban viviendo y llenaban la casa con su dicha, se fue al barranco cuando Ruth dijo que se fue de su casa.

Juan y Franco, le apoyaron cuando dijo que podía quedarse, y él nunca le negaría nada a la chica, y no solo por el gran parecido que tenía con su difunta hermana, no, eso era lo último. Además, solo era la punta de la montaña, Ruth había ganado su lugar con ellos y su lugar, sin duda era como la misma Ruth.

Aun recuerda de como paso de burlarse de Franco, a consolar a Ruth.

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-Oh si lo hubieras visto, Juan. Aquí nuestro hermanito no podía hilar palabras.

-¡Oscar déjalo ya! -Leandro dijo con voz llena de risa.

-Pero Leandro, a que no era divertido

-¡Basta los dos! Eso no tiene nada que ver aquí.

Y para Oscar todo tenía cabida. Después que todos ellos se burlaran de él la noche anterior, ver a su hermano pequeño, refunfuñando porque la arpía de Rosario creyera que se iba a casar era lo mejor.

Se había ido con todos a la casa, con el bebé. Y ahora Juancho lo tenía, pero Oscar disfrutaba más viendo como Franco trataba que Quintina como Eva llevaran a Sarita por toda la casa para mostrarle los cambios y tanta cosa más.

-Si ella no esta aquí, así que deja de poner esa cara.

Franco lo miro mal.

-Sabes que es mejor que crea eso ¿verdad? oh acaso quieres volver con ella.

-Es casada-dijo Juan, mientras le daba biberón a Juan David.

-No, ella y yo somos pasado. Y sí, se muy bien que es casada

-Además, si fastidia viniendo aquí cada vez que quiere, y solo problemas trae.

-¿Cómo? Franco no puedes permitirlo, esta casa habitada por ¡hombres!

Oscar miro como Leandro ladraba una risa y se retorcía en la silla, negó, Leandro era un caso.

-¿Y eso qué?

Juan miro duro a Leandro

-Bueno, amigo-. Leandro se calmo un poco-. ella es un problema por lo que dicen, pero, venir aquí solo a fastidiar. Esta casada y lo sé porque la he visto en mi tienda con un hombre, y vaya que hombre. Uf.

-¡Oye! Ese tipo ha hecho mucho daño al Flaco.

-Bueno... Como digo, el tipo no se ve que sea calmado.

-¡Es de mecha corta! Y ha hecho del flaco un saco de boxeo hace tiempo.

-Deberías de andar con escoltas, Franco.

-¡No! No soy un hombre de esos.

-Pero mi Franco, Leandro tiene razón. Sepa que cosas podría hacer si sabe que anda tras de ti, esa tipa.

Franco, negó. Él ya no tenía nada con Rosario, nunca volvió a verla después que se caso con Edwina, y menos cuando supo que ella había vuelto, sí, una vez quiso volver, pero no. Después de todo ella lo dejo por ser pobre, no era idiota, ella quería estar con él ahora, solo porque no era un muerto de hambre.

Pasión ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora