Pasión Prohibida

21: Antes de la boda

Sara estaba en el famoso Bar Alcalá ya que Fernando había vuelto a trabajar con Armando como administrador, y ella era amiga de Panchita,  y Pepita Ronderos. Así que mostro algunos de los avances de la boda.

Aprovechando el tiempo justo ya que ella tenía que pasar por Juan David después, así que Norma le dio unas cosas para que se las diera a Juan.

Y lo primero que exclamo Panchita al verlas fue "Que las invitaciones de Norma no eran tan bonitas"  seguido de un "¡Oh por Dios! que color" de la misma Panchita.

Sara se trago una risita. 

—En eso tienes razón, Gordis. —Pepita miró las invitaciones —. Mira qué con toda esa plata que se cargan y escogen esto. — balanceo la invitación con un deje y negando con la cabeza.

Sara reprimió una risa, la verdad es que sí, las invitaciones eran un poco anticuadas, pero su madre había dicho que tenían clase y Norma quiso complacerla por estar con ella en cosas de la boda.

—¡Oh vamos! No puede ser tan mal. — Sara las miró con ojos chispeantes y esperando las respuestas de las mujeres.

Cuando Pepita iba a contestar, las puertas se abrieron y entró Rosario y allí Sara se recordó que ellas creían que su novio era Franco Reyes, lo cual nunca desmintió.  Pero no quería caer en esa conversación, sabía por Oscar que Franco y Rosario tenían una historia y que no había terminado bien.

Además Pepita bien sabía que el bebé no era suyo y a pesar de eso no había dicho nada, lo que le decía que mantener esa mentira era algo que convenía a Armando.

Sara había notado cuan protectora era Pepita con él, parecía ser una buena amiga y que Rosario si se enteraba que Franco estaba libre no perdería la oportunidad para poder ir tras él.

—Sara Elizondo ¿qué te trae al bar? —la altivez y prepotencia era algo que Sara había registrado en Rosario, lo cual a veces le molestaba y mucho.

—Rosario Montes—. Sara rio un poco—. ¿Cómo me le va?

—Hay Rosario no te amargues, mira ¡Sara nos trajo las invitaciones de la boda! La Boda Reyes/Elizondo, ¡será una maravilla!

Sara se mordió el labio, Dios, Pepita era mala. Dicho así parecía que fuera la misma Sara la que se iba a casar, razón de más para saber que Rosario debía de estar en la oscuridad.

—Ya veo. Me alegro por ti. 

—Gracias, muchas gracias se le agradece. —Sara le contestó alegremente aun con un toque suave de sarcástico.

Sara disfrutaba soltar el veneno que Rosario hacía crecer en ella, ya que con Dinora era diferente, con esa mujer, Sara debía mantener la cabeza fría y pensar a tres pasos más adelante.

Sara no creía que Dinora Rosales fuera una mujer que se deje de la vida, y su hermana Norma ya había tenido problemas. Así que ella sabía cuan peligrosa podía ser una mujer, y entre  Dinora y la esposa de David bueno... Rosario sería un paseo por el parque.

—Ya, me imagino que Franco esta ocupado también.

—La verdad sí, esta viendo donde se colocaran a algunas familias — Sara miro a Pepita—. por cierto Pepita, ¿quería saber si querías ir a tocar algo? pensé en ti cuando Oscar dijo algo de música. En la boda de Edwina hubo algunos inconvenientes así que no quiero llamar a nadie que se contrato ese día, además tú sabes— Sara sonrió— no es bueno traer algo del pasado de Franco.

Rosario hizo una mueca y Pepita junto a Panchita asintieron.

—Además—continúo Sara— el abuelo estaría encantado contigo. Eso será en la fiesta de la casa, la iglesia la queremos más tranquila y de eso se encarga Jimena y aunque no lo crean Leandro.