17. Consecuencias

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Tras una semana larga, Franco decidió dejar de pensar en Oscar, y si por fin iba a salir por su propia cuenta de la casa o de la habitación. Bueno lo último era en pensar mucho.

Así que cuando Leandro le dio la invitación de la presentación de modas, Franco decidió que Oscar debería ir con él. No servía de nada que su hermano estuviera llorando y lamentadose por toda la casa.

Y según el mismo Juan; tanto Quintina como Eva lo estaban consolando de más.

Pero Juan ya no le decía nada a Óscar, cuando tardaba de más en sus baños, sinceramente nadie le decía nada.

Y eso ya no podía seguir.

Las cenas y bailes a los que iba antes del divorcio de Oscar, eran cosa del pasado. Y Franco ya no podía ir solo a esas cenas, ¡era horrible estar en la sillas con gente odiosa! O peor, aún con la loca prima de Dinora Rosales.

Y él no podía quedarse allí viendo como su hermano se echaba a perder. Cuando la abogada llegó con los papeles arreglados de Jimena, Oscar se sorprendió y mucho. Después de procesar que Jimena no quería nada, solo pedía que no volviera a trabajar con el mismo señor que los ayudó, cuando ambos estuvieron perdidos en el desierto era más que suficiente.

-¡Vamos Oscar! Es hora que salgas de esta casa. -. Franco gritó a su hermano. Juan estaba con ellos.

-No iré a ese desfile. Sé que Jimena estará allí, no sería justo para ninguno de los dos. Ya es difícil que Juancho no pueda estar cien por cien, feliz aquí en la casa con Norma ¡por mí! Se que nadie lo dice, pero sé que Norma no es feliz con eso. Además, tú ya no haces las juntas tampoco aquí por mí. Lo sé. - se lamentó Oscar-. Estoy hecho un asco.

Franco rodó los ojos.

-Vamos hermano. Apuesto que no irá. ella sabe que tú eres dueño de ese lugar, junto a Leandro. Y sé que no pondría en ese predicamento a Leandro, ellos son amigos.

-Lo sé. ¡Oh no! también tendré que ocultar información a Leandro. No sería justo hablar de Jimena, si él no podrá ser completamente parcial en nada. Es amigo de los dos.

-Lo siento, Oscar. Pero es hora que salgas y vayas a lugares, y ese desfile es lo mejor. Así que a bañarse y luego a irnos. Te espero en cuarenta minutos y nada más.

-Bien.

Franco sonrió. Sí era el momento que Oscar saliera de esa faceta horrible de ogro.

(***)

Sara negó, llegó a la casa de su madre en la espera de Jimena, para que esta saliera que no iba a ir.

-¿Ahora me dirás de verdad qué pasa?

-No sería justo para Leandro. -susurró Jimena.

-Y eso qué... No ire sola a ese lugar.

-Oh Sara, tú puedes ir como si nada, sé que Leandro va a comprender.

-Bien, le dire a Norma que me acompañe.

-No creo que vaya. Siempre va a ver a Juan. No es que ella lo admita, pero es verdad.

-Bueno, esta libre. Es hora que haga lo que quiere.

-Y tú.

-¿Yo qué?

Jimena sonrió-. Se que ves a alguien. -terminó coqueta a su hermana.

-Oh no, hermana. No puedo creerlo. -. Sara negó sonriendo.

-Estas de buen humor, anda dime quién es.

Sara lo pensó, sería buen momento, total ella podía irse a la fiesta después.

Pasión ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora