Capítulo VI: Festival de Monstruos

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La noche había envuelto la ciudad. Las lámparas de Piedras Mágicas iluminaban las calles como miles de estrellas en el cielo.

Bares y restaurantes estaban vivos con los sonidos de los clientes felices. Carruajes tirados por caballos de muchas formas y tamaños se reunieron en una zona de la ciudad. Muchos hombres y mujeres extraordinariamente hermosas se estaban reuniendo.

Ellos eran las Deidades, y todos se dirigían a un edificio particular.

Específicamente, a una gran estatua de un hombre que llevaba una máscara de elefante.

Era un edificio que hacía que la gente con sentido común dudara de sus ojos. Parecía un monstruo a primera vista, pero la atención al detalle y la sensación general de la estructura eran extrañamente entrañables. Este se extendía como un pulgar adolorido desde los otros edificios de la vecindad, pero los Dioses y Diosas no parecían perturbados por el elefante sentado con las piernas cruzadas en medio de la ciudad.

--Aun tan extraño como siempre...

Loki llegó a la sede del Banquete de los Dioses, la casa de la <Familia Ganesha>. Raúl abrió la puerta del carruaje y le ofreció su mano mientras ella salía.

Una amplia cerca blanca encerraba el césped que rodeaba la estructura. Unos focos fueron colocados en la parte superior de varios de los postes de la cerca, iluminando al hombre elefante en toda su gloria. Loki y Raúl se pararon uno al lado del otro, tomando en cuenta todo.

--Debo decirte, Raúl, que te has convertido en un excelente escolta.

--Ah, sí... Gracias.

--Perdón por pedírtelo, pero ¿Podrías esperar un poco en el carruaje? ¡Podría ser una noche muy tarde, pero te pagaré por tu tiempo!

Raúl se resignó a su destino y asintió. Loki dio un breve agradecimiento y partió con un chasquido de su vestido. Desafortunadamente, ella no estaba acostumbrada a caminar en tacones altos y tropezó unas cuantas veces en su camino a través del césped y hasta en la estructura.

Un Banquete de los Dioses era exactamente como sonaba: Sólo se les permitía a los Dioses participar.

Correspondía al Dios anfitrión del evento decidir cuándo comenzaba y si llegaría a un final oficial. Estas fiestas casi nunca tenían un propósito aparte de tener un buen tiempo—puramente para divertirse. Para algunos, era una forma de superar la nostalgia bebiendo y riendo con otros seres del Cielo.

Varios Dioses y Diosas presentes hablarían de sus Familias o intercambiarían información en un intento de mantener buenas relaciones. Vivir en este mundo no era más que un juego, pero estos <Banquetes> eran los mejores lugares para reclutar aliados poderosos para las Deidades más competitivas.

--¡Yo soy Ganesha!

--¡¡HYA!!

Loki salió del largo pasillo delantero hacia un amplio salón de baile. Una musculosa Deidad que llevaba una máscara que coincidía con el edificio estaba en la parte superior de un escenario en el extremo opuesto de la habitación.

Conocido por toda la ciudad por su máscara de elefante y entusiasmo, este Dios no era otro que el anfitrión de la noche, Ganesha. Las Deidades alrededor del escenario se encontraron con su voz increíblemente fuerte con vítores.

Cada banquete varió en términos de ubicación y estilo, dependiendo de los gustos del anfitrión y el estado económico de su familia. La <Familia Ganesha> era uno de los grupos más poderosos de Orario en términos de números, lo que significaba que ejercían una influencia considerable dentro de la ciudad. La decoración del salón de baile reflejaba sus proezas financieras con adornos caros y esquemas de color absolutamente preciosos.

Danmachi: El Aventurero DragonicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora