Capítulo XXXII: Marcha de la Muerte en el Calabozo

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Rugidos feroces de repente se convirtieron en gritos dolorosos.

El aire gritaba mientras era desgarrado a la mitad por algo largo y agudo, seguido de cerca por el sonido de un último aliento. La espada de madera dejaba imágenes residuales a su paso, parecía un poco más que una sesión de práctica seria.

Los movimientos eran anormalmente rápidos, y ella había pasado al siguiente objetivo antes de que el sonido del impacto del primero resonara. De vez en cuando brillantes ojos azul celeste salían de debajo de la capucha.

A pesar de estar rodeada de más de diez monstruos al mismo tiempo, los desgarro a todos ellos con la fuerza de un huracán.

¿¡KYII!?

¿¡GAH—!?

Un Al-Miraj fue golpeado en el pecho cuando fue demasiado lento para responder a su avance. Cortó a otro a la mitad con una de sus cuchilladas, con su impulso llevándola a través de un tercer monstruo conejo. Tres de las bestias cayeron en menos de un segundo.

La formación de red de los monstruos era inútil. No eran lo suficientemente rápidos como para protegerse contra la Aventurera encapuchada, su capa se arremolinaba con cada movimiento preciso. Hellhounds saltaron a su espalda repentinamente expuesta, saliva volaba de sus colmillos. Sin embargo, la mujer encapuchada giro como un trompo y golpeó sus mandíbulas desde abajo con su espada de madera. Los Hellhounds fueron lanzados hacia atrás, con sus hocicos completamente destrozados.

¡KYUAA!

Otros dos Al-Miraj saltaron al combate. Chillando con todas sus fuerzas, ambos estaban armados con hachas de piedra, el <Arsenal del Calabozo> de este piso.

La Aventurera encapuchada vio las armas, ya que fueron lanzadas directamente hacia ella. Desvió una con una rápida oscilación de su espada de madera—y atrapó la segunda con su mano desnuda. Giró de nuevo y la lanzo sin ninguna duda.

Los ojos rojos del monstruo conejo se abrieron justo antes de que recibiera el Hacha de Guerra en el rostro. La sola fuerza del golpe lo lanzó directamente hacia atrás.

El Al-Miraj restante se congelo en estado de shock por la repentina desaparición de su aliado antes de que una sombra oscura descendiera sobre él. La criatura levantó la vista justo a tiempo para ver una espada de madera cayendo directamente a su rostro. ¿¡KYU!? dejo escapar su último chillido mientras sus ojos casi se le salían de las órbitas. El Al-Miraj se quedó en silencio.

--Q-Que fuerte...

--Para tomar tantos de ellos por sí sola de esa manera.

--W-Whoa...

Mikoto, Ouka y Chigusa de la <Familia Takemikazuchi> observaban la batalla desarrollándose ante ellos con ojos aturdidos. Podían haber tenido diferentes formas de expresarlo, pero todos quedaron impactados por la dominante exhibición de fuerza y habilidad.

El grupo de búsqueda había llegado al 13º Piso.

Habían recorrido todo el camino a través de los Pisos Superiores en unas pocas horas en su misión para salvar al equipo de Lira y ahora habían alcanzado los Pisos Intermedios. Su ritmo era mucho más rápido de lo que habían previsto.

Esto fue gracias a la misteriosa Aventurera encapuchada.

Ella estaba eliminando a los monstruos por su cuenta antes que alguien tuviera la oportunidad de actuar. Una vez conocida por el título de <Tempestad>, la Aventurera estaba en un nivel mucho más allá del de Mikoto y los otros—Lv. 5, para ser más exactos.

Incluso el as de Hermes, Asfi, observaba con asombro como la Aventurera encapuchada abría el camino con una velocidad y fuerza sin igual a través de los Pisos Superiores, matando a más monstruos en el proceso de lo que quería contar.

Danmachi: El Aventurero DragonicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora